Comprender la fibrosis quística: Lo básico

La fibrosis quística es una enfermedad genética, lo que significa que está causada por los genes de una persona. Afecta a las glándulas que producen moco y sudor, lo que hace que el moco se vuelva espeso y pegajoso.

A medida que la mucosidad se acumula, puede bloquear las vías respiratorias de los pulmones. Esto hace que sea cada vez más difícil respirar.

La acumulación de mucosidad también facilita la proliferación de bacterias. Esto puede causar infecciones frecuentes en los pulmones.

La acumulación de mucosidad puede impedir que las enzimas digestivas necesarias lleguen a los intestinos. El cuerpo necesita estas enzimas para digerir los nutrientes de los alimentos que se ingieren, incluidas las grasas y los hidratos de carbono.

Las personas con fibrosis quística también pierden grandes cantidades de sal cuando sudan. Esto puede causar un desequilibrio insalubre de minerales en su cuerpo. Puede conducir a:

  • Deshidratación

  • Fatiga

  • Debilidad

  • Aumento de la frecuencia cardíaca

  • Presión arterial baja

  • Golpe de calor

  • Muerte en casos raros

Unos 30.000 estadounidenses padecen fibrosis quística. Cada año se diagnostican unos 1.000 nuevos casos.

Hace sesenta años, la enfermedad mataba a la mayoría de las personas que la padecían antes de llegar a la escuela primaria. Hoy en día, las personas con fibrosis quística tienen una vida media de unos 37 años.

Qué causa la fibrosis quística?

La fibrosis quística es una enfermedad hereditaria.

Para que alguien contraiga la fibrosis quística, ambos padres deben ser portadores del gen que la causa y luego transmitirlo. Si ambos padres son portadores, hay un 25% de posibilidades de que cada embarazo dé lugar a un niño nacido con fibrosis quística.

Los niños y las niñas tienen la misma probabilidad de padecer la enfermedad. Unos 10 millones de estadounidenses son portadores del gen y no lo saben. La enfermedad es más frecuente entre los caucásicos.

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