La meningitis es una enfermedad rara pero grave, por lo que es importante conocer los síntomas.
Esté atento a estos signos en usted o en su familia:
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Cuello rígido que a veces hace difícil tocar el pecho con la barbilla
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Dolor de cabeza, que puede ser intenso
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Fiebre alta
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Confusión
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Náuseas o vómitos
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Malestar por las luces brillantes
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Somnolencia
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Convulsiones
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Erupción cutánea
A veces estos síntomas siguen a una enfermedad similar a la gripe, una infección de oído o una infección de los senos paranasales.
Si tu hijo es demasiado pequeño para hablar, es posible que te cueste notar estos síntomas. Así que en los bebés y niños pequeños, esté atento a cosas como:
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Fiebre
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Actúa con lentitud
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Irritable
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Dificultad para alimentarse
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Llanto agudo
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Manchas rojas o moradas en la piel
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Llora cuando se le coge en brazos
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Arquea la espalda
La rapidez con la que se desarrollan los síntomas de la meningitis puede variar. Los síntomas de la meningitis bacteriana aparecen rápidamente, normalmente en un periodo de horas. En el caso de la meningitis vírica, los síntomas pueden aparecer a lo largo de varios días.
Cuándo acudir al médico
Los niños o adultos con meningitis bacteriana -el tipo más grave- suelen enfermar muy rápidamente.
Aunque las probabilidades de contraer meningitis son escasas, hay que ir sobre seguro. Si usted o un miembro de su familia ha estado en contacto con alguien que tiene meningitis -o nota cualquier síntoma de la enfermedad- llame inmediatamente a su médico. Si los síntomas son graves, acuda inmediatamente a urgencias. Un tratamiento rápido de la meningitis puede marcar la diferencia.