Anís: beneficios para la salud, nutrientes por ración, cómo cocinar con anís y más

La semilla de anís, o Pimpinella anisum, es una especia muy potente. Probablemente la conozca por su fuerte sabor a regaliz. Es un ingrediente clave en licores como el orzo y la absenta, y en galletas navideñas como el Pfefferneusse y el Springerle.

El uso del anís en la cocina se remonta a los antiguos egipcios, aunque eran los romanos quienes comían pasteles de semillas de anís después de las comidas para facilitar la digestión. El anís también es una ayuda digestiva tradicional en la India, donde también se conoce como refrescante del aliento.

El anís es fácil de cultivar en el jardín, donde sirve como insecticida natural. Pero es después de la cosecha cuando realmente puede trabajar para usted nutricionalmente. 

Beneficios para la salud

El anís es un remedio popular en todo el mundo, utilizado para todo, desde la tos y los resfriados hasta los problemas estomacales. Los científicos están empezando a averiguar los procesos químicos que hay detrás de estos beneficios y a identificar aún más usos del anís.

Salud de la sangre

Las semillas de anís contienen concentraciones relativamente altas de hierro, que es un componente esencial de una proteína de los glóbulos rojos llamada hemoglobina. Si la hemoglobina de la sangre no contiene suficiente hierro, no puede hacer su trabajo de transporte de oxígeno a los tejidos del cuerpo. La falta continuada de hierro puede conducir a la anemia ferropénica, que provoca síntomas como:

  • Debilidad

  • Fatiga

  • Problemas de concentración

  • Problemas digestivos

  • Mala regulación de la temperatura corporal

El consumo de alimentos ricos en hierro, como las semillas de anís, puede mantener la sangre sana y reducir el riesgo de anemia ferropénica.

Tratamiento de la depresión

Varios estudios han demostrado que las semillas de anís pueden reducir los síntomas de la depresión clínica. En ratones, el anís alivió los síntomas de la depresión con la misma eficacia que dos antidepresivos de uso común.

Es necesario realizar más estudios en humanos, pero algunas investigaciones han mostrado resultados prometedores del aceite de anís en el tratamiento de la depresión relacionada con el síndrome del intestino irritable.

Salud digestiva

Aproximadamente una de cada 10 personas en EE.UU. tiene úlceras pépticas, que son dolorosas roturas o agujeros en el revestimiento del estómago o la parte superior del intestino delgado. Los practicantes de la medicina tradicional en la India y el mundo árabe han utilizado el anís para proteger contra las úlceras durante generaciones. 

Los investigadores occidentales también han descubierto que el anís puede reducir la acidez estomacal en ratas y proteger el revestimiento del estómago contra los daños. Sin embargo, es necesario seguir investigando para comprender la eficacia del anís en los estómagos humanos. 

Alivio de los síntomas de la menopausia

Aunque es una parte natural del proceso de envejecimiento de las mujeres, la menopausia puede provocar síntomas molestos, como los sofocos. Las primeras investigaciones muestran que el anís puede reducir la frecuencia y la gravedad de los sofocos, posiblemente imitando los efectos del estrógeno en el organismo.

Todavía hay que investigar más para confirmar este proceso y determinar si el anís puede aliviar otros síntomas de la menopausia.

Salud de la piel

Los estudios de probeta han demostrado que el anís puede inhibir el crecimiento de ciertos hongos productores de infecciones. Uno de los hongos afectados es la levadura Candida albicans, causante de infecciones vaginales por hongos y aftas. Se necesitan más investigaciones para averiguar si el anís puede combatir el crecimiento de la Candida albicans y otros hongos en los seres humanos.

Nutrientes por ración

Una cucharadita de anís constituye una ración, aunque no siempre se utiliza la cucharadita completa en una receta. Cuando se utiliza la cucharadita completa para crear un plato, se distribuye la semilla de anís por toda la comida. A menos que el plato sea una sola ración, cada persona sólo consumirá un porcentaje de las beneficiosas semillas de anís.

Una cucharadita completa de semillas de anís incluye lo siguiente:

  • Calorías: 7

  • Proteínas: 0g

  • Grasa: 0g

  • Carbohidratos: 1 g

  • Fibra: 0g

  • Azúcar: 0g

La semilla de anís también contiene varios nutrientes beneficiosos, entre ellos:

  • Hierro

  • Calcio

  • Magnesio

  • Manganeso

  • Fósforo

  • Potasio

  • Vitamina A

  • Vitamina C

  • Zinc

Cómo preparar el anís

Puedes comprar semillas de anís molidas o enteras en una tienda de comestibles o de especias, o puedes cultivar plantas de anís tú mismo. El anís crece mejor a pleno sol y en un suelo con buen drenaje. 

Necesitarás unos 120 días sin heladas para obtener semillas utilizables. Para la mayoría de la gente, eso significa empezar el proceso de cultivo en el interior.

Puedes utilizar el anís para preparar un té, que algunas personas creen que puede aliviar los síntomas de la tos y el resfriado. Sin embargo, la mayoría de las recetas con anís que encuentres serán para galletas y otros dulces. Hay muchas recetas por ahí, así que diviértete experimentando.

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