¿Qué es una interfaz cerebro-ordenador en medicina?

Imagine un futuro en el que las personas puedan utilizar su mente para controlar un dispositivo, como un brazo robótico o una silla de ruedas. ¿Suena a ciencia ficción? El mundo de las interfaces cerebro-ordenador llegará antes de lo que crees.

Una interfaz cerebro-ordenador (BCI) es un sistema informático que permite que las señales del cerebro controlen un dispositivo externo. Las personas pueden llevarlo externamente o los médicos pueden colocar un implante en el cerebro. Los investigadores siguen probando esta tecnología.

Qué hace una interfaz cerebro-ordenador?

Los investigadores están explorando el uso de interfaces cerebro-ordenador para diversos problemas médicos. Por ejemplo, una interfaz cerebro-ordenador puede permitir comunicarse a alguien que no puede hacerlo de otro modo. Funciona aprovechando las señales cerebrales y traduciéndolas a través de un dispositivo para que el mensaje aparezca en una pantalla. Puede que el usuario no recupere su capacidad de hablar en este caso, pero tendría una forma de comunicarse cuando de otro modo no la tendría.

Las BCI podrían ayudar a las personas con discapacidades graves a interactuar con su entorno, comunicarse y mejorar su independencia. Las ICB han devuelto la sensibilidad a partes del cuerpo que no podían moverse. Se han utilizado para ayudar a las personas a manejar sillas de ruedas y mejorar el lenguaje después de un accidente cerebrovascular. La investigación ha permitido utilizar una ICB para controlar un brazo robótico.

Pero también pueden utilizarlas personas sin discapacidades graves. Las BCI han aliviado el dolor de las lesiones de la médula espinal y las migrañas. Los científicos están probando cómo pueden utilizar la retroalimentación en el cerebro para reentrenar los patrones de las ondas cerebrales. Esto podría proporcionar nuevos tratamientos para los trastornos mentales y del sueño, así como para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Los investigadores también están comprobando si las ICB pueden utilizarse para tratar la enfermedad de Parkinson. Y los científicos están probando un BCI similar a un sombrero para manejar drones.

¿Cómo funciona una ICB?

A veces, los investigadores colocan los electrodos de una BCI en el cuero cabelludo de una persona. En otros casos, los médicos colocan un implante en el cerebro de la persona.

En función de la acción deseada, los investigadores seleccionan diferentes ondas cerebrales. El dispositivo lee e interpreta las señales cerebrales y traduce esos datos en órdenes.

Las órdenes producen una acción, como mover un brazo robótico. Por ejemplo, la persona que utiliza una BCI para transmitir mensajes en texto en una pantalla necesitaría una BCI que traduzca las ondas cerebrales en texto.

Cómo podemos utilizar las ICB?

Las BCI están pasando de la fase de teoría a la producción real. Los investigadores los están probando en personas para diversas aplicaciones.

Hace poco, los cirujanos lograron implantar un dispositivo para activar zonas del cerebro de difícil acceso llamadas sulci. Como resultado, las personas podían sentir la punta de los dedos. Algunos investigadores afirman que este tipo de BCI puede revertir la parálisis.

En julio de 2022, un médico colocó el implante Stentrode de Synchron en el cerebro de una persona con esclerosis lateral amiotrófica (ELA). El dispositivo se introduce por el cuello. A continuación, el paciente se sometió a otro procedimiento para conectar el Stentrode a un dispositivo informático en el pecho. El objetivo era ayudar al paciente, que no puede moverse ni hablar, a comunicarse poniendo los pensamientos en palabras que se mostrarían en una pantalla.

Qué es lo próximo para las interfaces cerebro-ordenador?

La gente ya utiliza las BCI, pero aún no son la corriente principal. La mayoría de las aplicaciones son de uso único o en entornos de estudio. A medida que los investigadores aprendan más, los dispositivos podrían ser utilizados por los pacientes para su uso diario.

Se están creando nuevos dispositivos y algunos se están probando en otros. Los investigadores también están trabajando en algoritmos para mejorar la precisión de los datos utilizados.

Como los científicos están probando el dispositivo en seres humanos, la FDA ha intervenido para dar orientaciones. Algunos expertos afirman que la FDA no debería encargarse de regular los dispositivos, sino que debería poder evaluarlos. Señalan que algunas personas utilizarán los dispositivos por necesidades médicas, mientras que otras los buscarán para mejorar o disfrutar.

¿Cuándo estarán disponibles las ICB? Sigue habiendo problemas porque los dispositivos deben probarse a largo plazo para garantizar su seguridad. También hay problemas éticos y legales. La creación de dispositivos y sistemas menos invasivos, eficaces y asequibles son otras consideraciones a tener en cuenta de cara al futuro. En general, la investigación sobre las ICB avanza con rapidez y muchos dicen que estarán disponibles antes de lo que pensamos.

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