Tipos de avena
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No toda la avena es igual. La avena instantánea está muy procesada. Tienen menos fibra, se digieren más rápido y provocan un pico de azúcar en sangre más rápido. Los granos de avena enteros y la avena cortada al acero o irlandesa están menos procesados, tienen más fibra y tardan más en digerirse.
Estimulan la salud del corazón
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Una fibra específica de la avena llamada betaglucano puede reducir tanto el colesterol LDL (malo) como el colesterol total. Se sabe que el LDL provoca obstrucciones en las arterias y daña los tejidos del corazón. Controlar el colesterol reduce las probabilidades de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral.
Ayuda a perder peso
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El betaglucano, la fibra de la avena que ayuda a tu corazón, también te hace sentir lleno más rápido. Potencia una hormona que indica a tu cerebro que ya has comido suficiente. Comerás menos calorías en general si empiezas por llenarte de avena.
Te mantiene regular
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La capa exterior de la avena, el salvado de avena, está llena de fibra. El salvado de avena ayuda a mover el intestino. Los estudios realizados en adultos mayores demuestran que comer salvado de avena a diario puede ayudarte a moverte si el estreñimiento es un problema.
Aportan nutrientes
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Media taza de avena cruda tiene alrededor de 150 calorías y está repleta de nutrientes, incluyendo altas cantidades de fósforo, magnesio, cobre, hierro, zinc, folato y vitamina B1 (tiamina). En esa misma taza se obtienen 25 gramos de carbohidratos, 5 gramos de proteínas, 2,5 gramos de grasa y 4 gramos de fibra.
Reduce la presión arterial
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La avena tiene un grupo de antioxidantes llamados avenantramidas. Aumentan los niveles de óxido nítrico (NO) de tu cuerpo. El NO ayuda a que los vasos sanguíneos se abran para que la sangre fluya más fácilmente, reduciendo la presión arterial.
Calma tu piel
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Las avenantramidas, los antioxidantes de la avena, pueden tener un efecto calmante en tu piel. Alivian el picor y la inflamación. Los productos con avena finamente molida (avena coloidal) que se frotan en la piel o se añaden al agua del baño pueden ayudar con los síntomas del eczema.
Mantener el asma a raya
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Los estudios demuestran que dar avena a los bebés antes de los 6 meses puede reducir sus probabilidades de padecer asma más adelante. También podrían disminuir las probabilidades de padecer fiebre del heno y alergias cutáneas.
Controla el azúcar en sangre
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La fibra de betaglucano en la avena puede ayudar a mantener el azúcar en la sangre estable. Lo hace haciéndote más sensible a la insulina. Eso es una buena noticia si tienes resistencia a la insulina (cuando tu cuerpo no responde a la insulina como debería) o diabetes tipo 2.
Mejora la salud intestinal
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La avena es un prebiótico. Eso significa que los probióticos (bacterias buenas de tu intestino) pueden alimentarse de ella y crecer. Esto mantiene tu intestino sano. Añade avena a tu dieta diaria para mejorar la digestión.