El tiempo cálido significa refrescarse en el agua. Si usted y su familia disfrutan de los deportes y las actividades acuáticas, es fundamental que aprenda los fundamentos de la seguridad de los chalecos salvavidas. Aunque todo el mundo debería llevar chalecos salvavidas cuando navega o realiza otras actividades acuáticas, es aún más importante que los niños tengan un chaleco salvavidas que se ajuste correctamente.
Esto es lo que debes saber sobre los chalecos salvavidas para niños.
Seguridad de los chalecos salvavidas
Las leyes que regulan los chalecos salvavidas varían de un estado a otro, y algunos no tienen ninguna ley cuando se trata de chalecos salvavidas para niños. En estos estados, entra en vigor la norma federal de la Guardia Costera de EE.UU.: dice que todos los niños menores de 13 años tienen que llevar un chaleco salvavidas en un barco o embarcación en movimiento en el agua. Esta regla no se aplica, sin embargo, a los niños que son:
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En una cabina cerrada
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En un velero y asegurado por un arnés conectado a la embarcación
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En una embarcación en medio de un rescate de emergencia
Los chalecos salvavidas tienen que estar homologados por la Guardia Costera de Estados Unidos.
Como padre, debe usar su mejor criterio para decidir en qué otras situaciones su hijo debe usar un chaleco salvavidas. Incluso si su hijo sabe nadar, siempre es una buena idea que lleve un chaleco salvavidas en aguas abiertas como ríos, lagos y océanos. La mayoría de los incidentes de ahogamiento se producen después de que el niño se caiga al agua, pero un buen chaleco salvavidas puede ayudar a mantener a tu hijo a flote en caso de que esto ocurra.
Tipos de chalecos salvavidas
Hay cinco tipos diferentes de chalecos salvavidas y dispositivos personales de flotación (PFD) que están aprobados por la Guardia Costera de Estados Unidos. De ellos, sólo dos están disponibles para el público y aprobados para su uso por los niños.
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Tipo II: es el mejor chaleco salvavidas para niños de entre 50 y 90 libras. Está hecho para girar a tu hijo en posición vertical en el agua e inclinarlo ligeramente hacia atrás. Esto pone a tu hijo en una posición en la que es capaz de respirar. Este cómodo chaleco no es demasiado voluminoso y tiene un cuello diseñado para mantener la cara del niño fuera del agua. El Tipo II es una buena opción para los nuevos nadadores o los niños que aún no saben nadar. Viene en muchos tamaños diferentes para los niños en crecimiento.
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Tipo III: este chaleco es más popular entre los niños mayores y los nadadores seguros. Permite más movimiento y es el menos voluminoso. Aunque se utiliza a menudo para los deportes acuáticos, este chaleco salvavidas es mejor en aguas tranquilas y continentales, donde se puede realizar un rescate rápido si es necesario. Este chaleco no está diseñado para dar la vuelta a un nadador que está boca abajo en el agua.
Cuando se trata de chalecos salvavidas para niños, hay tres categorías que se basan en el peso:
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Juvenil: hecho para niños de entre 55 y 88 libras.
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Niño: hecho para niños de entre 33 y 55 libras
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Infantil: hecho para bebés y niños pequeños que pesan menos de 33 libras
Algunos chalecos salvavidas para niños tienen bandas de espuma alrededor de los brazos para una mayor flotabilidad. Estos no están pensados para aguas abiertas, sino que están hechos para piscinas. Los niños que llevan este tipo de chalecos deben seguir siendo supervisados.
También puedes comprar trajes de baño con chalecos salvavidas incorporados.
Cómo comprar un chaleco salvavidas para un niño
Tener un chaleco salvavidas a mano es una buena idea tanto si tienes una embarcación como si no, ya que puede ser útil en cualquier situación cerca del agua. Cuando haga calor, lleva chalecos salvavidas para toda la familia en el maletero del coche. Así tendrás a mano diferentes tallas para las salidas de última hora a la playa, a pescar o a navegar. Cuando compres un chaleco salvavidas para tu hijo, lo primero que debes hacer es mirar la etiqueta y asegurarte de que ha sido aprobado por la Guardia Costera de EE.UU.
A continuación, compruebe la etiqueta para ver el tamaño del pecho y el peso requerido. Como hay chalecos salvavidas de diferentes tamaños, debes elegir el más adecuado para tu hijo.
Una vez que hayas encontrado uno que se ajuste a la talla de tu hijo, haz que se lo pruebe. Levanta a tu hijo suavemente por los hombros del chaleco salvavidas. Sabrás que es la talla correcta si la barbilla y las orejas no se deslizan por el chaleco.
Aunque los niños crecen rápidamente, no compres un chaleco demasiado grande para ellos. Los chalecos salvavidas demasiado grandes pueden empujar la cara de tu hijo, lo que puede dificultar su respiración. El ajuste correcto es el que queda bien pero no es demasiado pequeño. Los chalecos salvavidas demasiado pequeños no podrán sostener a tu hijo correctamente y mantenerlo a flote.
Para los niños más pequeños o los que pesan menos de 10 kilos, seleccione un chaleco salvavidas que tenga un cuello para sujetar el cuello y una correa que vaya entre las piernas. Los niños más pequeños sólo deben llevar un chaleco salvavidas de tipo II para obtener la máxima protección.
Un chaleco de colores brillantes se nota más en el agua, y muchos tienen estampados divertidos. Deja que tu pequeño elija algo que le guste para que se sienta más inclinado a llevarlo.
Consejos para el chaleco salvavidas
Recuerde que un chaleco salvavidas sólo funciona si su hijo lo lleva puesto y lo lleva correctamente. Cada primavera, revise el chaleco salvavidas de su hijo para asegurarse de que todavía se ajusta. Busque cualquier signo de daño más allá del ligero desgaste. Los chalecos salvavidas que pierden aire o están dañados por el moho o la oxidación no deben usarse y deben desecharse adecuadamente.
Enséñele a su hijo a ponerse el chaleco salvavidas y a abrocharse todas las correas, cremalleras y lazos del mismo. Haz que practique el uso del chaleco salvavidas en el agua bajo supervisión para que se acostumbre a cómo se siente.
En situaciones de emergencia, tu hijo puede entrar en pánico y agitarse en el agua. Enséñale a mantener la calma y a apoyarse en el chaleco salvavidas para mantener la cara fuera del agua y mantenerse a flote.
Como padre, lleva un chaleco salvavidas con tu hijo. Esto no sólo te ayuda a mantenerte seguro en el agua, sino que también es un buen ejemplo para tu hijo.