Probablemente hayas oído hablar del TOC o trastorno obsesivo compulsivo. Pero, ¿ha oído hablar del TOC? El TOC, o trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad, comparte algunas similitudes con el TOC, pero también hay muchas diferencias entre ambos. Comparemos el TOC con el TOC.
TOC vs. TOC
El TOC es un trastorno de salud mental caracterizado por pensamientos excesivos y comportamientos repetitivos. El TOC, en cambio, es un trastorno de la personalidad. A diferencia de un trastorno de salud mental que puede ser a corto plazo y tratable, un trastorno de la personalidad es un trastorno de por vida que altera los pensamientos, el comportamiento y el estado de ánimo. Estos problemas pueden causar gran angustia a un individuo.
Síntomas del TOC frente a los síntomas del TOC
Las características de una persona que tiene TOC se reducen a pensamientos, imágenes e impulsos excesivos y a veces intrusivos. Algunas de las obsesiones más comunes en los pacientes con TOC son:
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Contaminación: Miedo a la contaminación por fluidos corporales, gérmenes, productos químicos domésticos y contaminantes ambientales.
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Sexuales: Pensamientos sexuales e imágenes mentales no deseadas
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Violento: Miedo excesivo a hacerse daño a sí mismo o a otra persona, o imágenes mentales excesivas de violencia u horror
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Religioso: Preocupación obsesiva por ofender a Dios o ser condenado
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Identidad: Pensamientos obsesivos en relación con la orientación sexual o la identidad de género
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Responsabilidad: Miedo a que ocurra algo terrible y ser responsable o miedo a causar daño a alguien por no ser lo suficientemente cuidadoso
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Perfeccionismo: Miedo a cometer errores y preocupación obsesiva por ser perfecto
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Relaciones de pareja: Miedo excesivo respecto a la pareja y a los defectos y cualidades de ésta
Las compulsiones en el TOC incluyen:
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Lavado y limpieza excesivos
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Repetición de palabras o tareas
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Comprobar en exceso las situaciones para asegurarse de que no ha perjudicado a los demás
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Reacomodar las cosas hasta que se sientan bien
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Contar mientras se hace una tarea
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Rezar para evitar un daño
Los síntomas específicos de los que padecen el trastorno obsesivo-compulsivo incluyen:
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Dedicación obsesiva al trabajo que afecta a otras actividades
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Fijación obsesiva en reglas, listas y detalles que son menores
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La incapacidad de terminar las tareas debido a un excesivo perfeccionismo
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Obsesión por los códigos morales y éticos
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Tendencias de acaparamiento
Diagnóstico del TOC frente al trastorno obsesivo-compulsivo
El TOC no dispone de pruebas para diagnosticarlo en los individuos. En su lugar, el profesional de la salud le hará una serie de preguntas para hacer el diagnóstico. Estas preguntas suelen referirse a factores específicos como las obsesiones y las compulsiones.
Por otro lado, para recibir un diagnóstico de trastorno obsesivo-compulsivo, debe presentar cuatro o más síntomas de los siguientes ocho signos:
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Perfeccionismo que limita la finalización de las tareas
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Descuidar las relaciones por la devoción al trabajo
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Acumular dinero para los peores escenarios
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Obsesionarse con la ética, el valor y la moral
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No querer asignar tareas sin la garantía de que los asignados las realizarán exactamente como se les pide
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No querer desprenderse de elementos sin valor
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Una disposición que es terca o rígida
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Obsesión por mantener el orden mediante el uso de listas, horarios y reglas
Además de cumplir con al menos cuatro de los síntomas anteriores, deben haber estado presentes en un patrón a largo plazo que se formó antes de la edad adulta temprana. El diagnóstico del trastorno obsesivo-compulsivo implica un cuestionario de detección, muy parecido al diagnóstico del TOC. En este cuestionario, se le pedirá que informe sobre sus propios comportamientos a lo largo del año. Una vez completado el cribado, el profesional sanitario realizará una entrevista con usted. También puede recabar información de su familia, amigos y compañeros.
El profesional de la salud mental también tendrá que descartar otros trastornos similares. Querrá asegurarse de que no se trata de un TOC. Por desgracia, puede ser difícil diferenciar el TOC del trastorno obsesivo-compulsivo. Esto puede hacer que tengas dudas a la hora de buscar ayuda o un diagnóstico si sospechas que tienes un TOC. Pero es importante saber que recibir un diagnóstico formal puede ayudarle a comprender y a entenderse mejor a sí mismo. También le ayudará a seguir adelante.
Diferencias entre el trastorno obsesivo-compulsivo y el TOC
La principal diferencia entre estos dos trastornos es que el TOC puede desarrollarse más tarde en la vida a partir de ciertos factores o acontecimientos, mientras que el TOC es un trastorno de la personalidad con el que se nace.
Las personas con TOC tienen muchos de los mismos síntomas. Pero lo que hace que estos dos trastornos sean diferentes es el hecho de que los individuos con TOC suelen carecer de conciencia de sí mismos. Esto significa que son más propensos a actuar según sus impulsos sin darse cuenta y a causarse daño a sí mismos o a los que les rodean.
Otra diferencia entre los pacientes de TOC y los de TOC es que las personas con TOC intentan controlar factores específicos para desentenderse de sus obsesiones. Por otro lado, a las personas con TOC les suele gustar controlar toda la situación en general.
También hay diferencias emocionales entre los pacientes con TOC y con TOC. Por ejemplo, los que padecen el TOC son más propensos a sentirse ansiosos, especialmente cuando las cosas no son como ellos quieren. En cambio, las personas con TOC son más propensas a tener sentimientos de ira y rabia.
Otra gran diferencia entre estos dos trastornos es que las personas con TOC suelen sentirse inseguras acerca de sus obsesiones y compulsiones, mientras que los pacientes con TOC hacen todo lo posible por ocultar sus inseguridades no sólo a los demás, sino también a sí mismos.
Por último, a los pacientes con TOC les gusta realizar conductas compulsivas y rituales, mientras que los pacientes con TOC prefieren planificar y trabajar.
Tratamiento del TOC frente al tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo
Aunque estos dos trastornos son distintos, no se puede negar que también existe un vínculo significativo entre ambos, con síntomas similares. El tratamiento puede ser difícil, especialmente para los que tienen ambos trastornos. Con la co-ocurrencia de estos trastornos, los efectos y síntomas del TOC se amplifican a menudo, lo que lleva a una mayor tasa de depresión y consumo de alcohol.
Además, las personas que padecen tanto el TOC como el TOC parecen no responder bien a la terapia cognitivo-conductual. Tampoco responden bien a la exposición y prevención de rituales. Esto podría deberse a los problemas de compromiso y confianza de los pacientes con TOC. Puede llevar tiempo y paciencia ver resultados en el tratamiento de estos dos trastornos.