La sudoración excesiva, o hiperhidrosis, es una condición embarazosa que afecta a millones de estadounidenses. Aunque no es peligrosa desde el punto de vista médico, la hiperhidrosis puede interferir seriamente en el trabajo, el amor y el juego.
La mayoría de las personas que padecen hiperhidrosis nunca han acudido a un médico para tratar su enfermedad. Es una lástima, porque existen tratamientos eficaces.
Si la sudoración excesiva está afectando a aspectos importantes de su vida, concierte una cita con un dermatólogo. Lleve esta lista de 10 preguntas para iniciar la conversación.
1. ¿Qué causa la hiperhidrosis?
2. ¿Cómo de grave es mi hiperhidrosis?
3. ¿Podría mi sudoración excesiva ser un signo de algo grave?
4. ¿Es la hiperhidrosis el signo de un problema emocional o de un defecto de carácter?
5. ¿Qué tratamientos existen para mi hiperhidrosis? ¿Cuáles son los beneficios y los riesgos de cada opción de tratamiento?
6. ¿Debo acudir a un dermatólogo?
7. ¿Puedo esperar que mi hiperhidrosis mejore con el tiempo? ¿Empeorará?
8. ¿Hay alguna cura para la sudoración excesiva?
9. ¿Puede ayudar algún autotratamiento? ¿Hay cambios en el estilo de vida, alimentos o actividades que mejoren o empeoren la sudoración?
10. ¿Conoce algún grupo de apoyo a la hiperhidrosis?
