Todo lo que hay que saber sobre comer y beber durante el parto

Traer un bebé al mundo puede ser uno de los momentos más emocionantes de la vida de una persona. Pero no se puede negar que dar a luz es también una experiencia compleja con una pronunciada curva de aprendizaje.

En Estados Unidos nacieron 3.613.647 niños en 2020. Durante años, comer y beber durante el parto se limitaba a trozos de hielo y agua debido a preocupaciones médicas. A los médicos les preocupaba que quienes comían y bebían durante el parto corrieran un alto riesgo de aspiración, es decir, de inhalar alimentos o agua en los pulmones durante la anestesia general. 

Durante el parto, la aspiración puede ser causada por la relajación de los músculos del estómago debido a los altos niveles de la hormona progesterona. El útero también puede presionar el estómago, aumentando el riesgo de aspiración.

Energía y resistencia: ¿comer o no comer?

La imposibilidad de ingerir nutrientes durante un momento de tanta exigencia física ha causado angustia entre las personas que dan a luz. Las exigencias físicas y los riesgos de complicaciones del parto lo convierten en una de las experiencias más agotadoras que puede soportar el cuerpo humano. 

Dar a luz a un bebé requiere mucha energía, similar a la de una persona que corre una maratón. Por término medio, el parto del primer hijo dura entre 12 y 24 horas. En los partos posteriores, suele durar entre 8 y 10 horas.

Una persona media sólo pasa de 2 a 3 horas de vigilia sin comer para mantener su energía, incluso cuando no realiza ninguna actividad física. Pero el parto suele durar mucho más tiempo.

Ante estas preocupaciones, quizá te alegre saber que las normas sobre la alimentación y la bebida durante el parto han cambiado. Los hospitales están flexibilizando sus normas sobre este tema.

La historia de comer y beber durante el parto

Las normas estrictas sobre comer y beber durante el parto comenzaron en 1946 con el doctor Curtis Mendelson. Quería evitar la aspiración en las embarazadas bajo anestesia general impidiendo que comieran o bebieran durante el parto. 

Este fue un descubrimiento útil que evitó muchas muertes, por lo que la regla se convirtió en un precedente médico. Los médicos indicaron a sus pacientes que evitaran comer o beber durante el parto para protegerse de los riesgos de aspiración que acompañan al embarazo y a la anestesia general.

La anestesia general es la medicación que se utiliza cuando un paciente necesita estar completamente inconsciente durante un procedimiento médico. Durante los años en que el Dr. Mendelson ejerció su profesión, el uso de la anestesia general era la norma para las personas en trabajo de parto. Pero ahora sólo se utiliza para emergencias como las cesáreas porque es mejor que la gente esté consciente y activa mientras está de parto.

Estudios modernos sobre comer y beber durante el parto

En 2015, la Sociedad Americana de Anestesiólogos publicó un estudio que redefinió cómo vemos la alimentación y la bebida durante el parto. Citando los avances en anestesia, este estudio afirmaba que ahora hay menos riesgo de aspirar durante el parto porque ya no se utiliza habitualmente la anestesia general.

Hoy en día, los profesionales sanitarios suelen recurrir a la anestesia regional durante el parto. Esto incluye procedimientos como la epidural y los bloqueos espinales, que adormecen ciertas partes del cuerpo y no te hacen dormir. 

Los investigadores solo encontraron un caso de aspiración durante el parto en Estados Unidos entre 2005 y 2013, lo que demuestra que la aspiración durante el parto es bastante rara. En este caso, la mujer también tenía preeclampsia, por lo que su embarazo era de alto riesgo. En los embarazos sanos y de bajo riesgo, el riesgo de aspiración es bajo. 

Qué comer y beber durante el parto

Si estás sana y con un embarazo de bajo riesgo, tienes un par de opciones de comida y bebida para elegir durante el parto. En concreto, lo mejor es ceñirse a los líquidos claros, como: 

  • Agua

  • Bebidas carbonatadas

  • Caldo claro 

Dependiendo de las normas de tu hospital, las comidas ligeras como la sopa, las tostadas o la fruta también pueden estar bien durante el parto prematuro. Sobre todo, los médicos siguen recomendando que se coma ligero y preferentemente durante el inicio del parto y no en las fases posteriores. 

Entre los alimentos que deben evitarse durante el parto se encuentran los alimentos ricos, como grandes trozos de carne, y las comidas pesadas. Aunque es raro, si se produce una aspiración durante el parto, los alimentos sólidos son más peligrosos que los líquidos. También deben evitarse los lácteos y las bebidas ácidas, como los zumos, porque pueden alterar el estómago durante el parto.

Los beneficios de comer y beber durante el parto

Estas nuevas normas sobre comer y beber durante el parto han complacido a muchas embarazadas por los posibles beneficios para la salud de esta práctica. La naturaleza extenuante del trabajo de parto significa que requiere mucha energía, y su energía puede ser impulsada por la ingesta de nutrientes durante el parto. Algunos estudios han demostrado incluso que comer y beber puede beneficiar la experiencia del parto. 

Un estudio descubrió que algunas personas con embarazos de bajo riesgo cuya alimentación y bebida estaban menos restringidas experimentaron tiempos de parto más cortos. Además, no tuvieron complicaciones en el parto, como aspiración o vómitos. 

Otro estudio descubrió que las personas a las que sólo se les permitía comer trozos de hielo -el antiguo precedente- durante el parto tenían más probabilidades de sufrir cesáreas no planificadas que las pacientes con políticas menos estrictas de comer y beber durante el parto. Comer y beber también aumentó su comodidad y satisfacción durante el parto, beneficiando su experiencia general. 

Un estudio analizó si beber algo rico en carbohidratos durante el parto reduciría las tasas de cesárea, pero los resultados no fueron concluyentes. Sin embargo, sí observaron que la bebida ayudaba a calmar el hambre de los sujetos, lo que repercutía en su energía y resistencia.

Quién no debe comer o beber durante el parto?

Las personas con embarazos de alto riesgo o las que probablemente necesiten anestesia general no deben comer ni beber durante el parto. Esto incluye a cualquiera que:

  • Es tener una cesárea planificada

  • Está en riesgo de tener una cesárea de emergencia

  • Ha tenido una cesárea anteriormente

  • Está dando a luz a varios bebés

  • Tiene problemas de salud que afectan al embarazo

Estos riesgos harán que comer y beber durante el parto sea potencialmente peligroso. Si estás embarazada, consulta a tu médico con antelación para saber si estos riesgos se aplican a ti.

Preguntas para tu médico

Ante estos nuevos puntos de vista sobre la alimentación y la bebida durante el parto, las políticas de los hospitales variarán. Pregunta a tu hospital de antemano sobre su política de comidas y bebidas para conocer sus normas. También es importante que hables con tu ginecólogo sobre lo que debes comer en cada momento del parto.

Preguntar a tu médico si tienes un alto riesgo de que te hagan una cesárea, te pongan anestesia general o cualquier otro problema de salud puede ayudarte a decidir si puedes comer o beber durante el parto. Tu médico debe ser la persona que mejor conoce los detalles de tu embarazo y sabrá qué es lo mejor para tu plan de parto específico.

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