El mercurio es un metal plateado, líquido a temperatura ambiente. Existe en tres formas: mercurio elemental, compuestos inorgánicos de mercurio y compuestos orgánicos de mercurio.
Los compuestos orgánicos de mercurio pueden ser peligrosos cuando se ingieren en alimentos y bebidas. La relación entre el mercurio y el embarazo es especialmente preocupante. Consumir metilmercurio sin saberlo durante el embarazo podría dañar a su bebé.
¿Dónde se encuentra el mercurio?
El mercurio se encuentra en la naturaleza. La evaporación de las masas de agua, la desgasificación de la corteza terrestre y las emisiones de los volcanes liberan mercurio en el medio ambiente. La minería, la quema de combustibles fósiles y muchos procesos industriales también liberan mercurio. El mercurio existe en la atmósfera principalmente como vapor de mercurio elemental.
El mercurio procedente de la industria y otras actividades humanas se acumula en masas de agua como los océanos, los arroyos y los lagos. Los peces y otros animales consumen este mercurio, que se acumula en sus cuerpos. El consumo de estos peces durante el embarazo puede causar un daño importante a tu bebé. El mercurio pasa al bebé a través de la placenta. También pasa a través de la leche materna, aunque en menor cantidad.
Las cremas para aclarar la piel son otro peligro. Algunas de ellas contienen mercurio, que se absorbe a través de la piel. El uso de estas cremas puede provocar daños en los riñones.
Otras fuentes potenciales de mercurio son los relojes antiguos, los barómetros y los espejos. Las pilas de botón y las joyas de cristal también pueden contener mercurio.
El metilmercurio y otros compuestos del mercurio son peligrosos. Se absorben en los intestinos y se acumulan en el cuerpo. El metilmercurio se absorbe principalmente a través de los alimentos que se consumen. Otro compuesto, el dimetilmercurio, se absorbe de la piel.
El mercurio es malo para el embarazo?
Los efectos del mercurio y el embarazo se conocen desde 1959. Los bebés dañados nacieron en los alrededores de la bahía de Minamata, en Kyushu (Japón), y los investigadores identificaron la exposición al metilmercurio como la causa. Los bebés nacidos de mujeres que consumieron marisco de la bahía contaminada experimentaron varios problemas, que afectaron principalmente al sistema nervioso.
El metilmercurio es la forma de mercurio más consumida por los humanos. Es absorbido por los intestinos y entra en el torrente sanguíneo. El metilmercurio en la sangre durante el embarazo viaja desde la placenta hasta el bebé y llega al cerebro y otros tejidos.
El mercurio y el embarazo son una combinación desafortunada. Los bebés aún no nacidos están en un periodo crucial de desarrollo y son muy sensibles a los daños del mercurio. Su cerebro y su sistema nervioso son los más afectados.
Los niños nacidos tras el consumo de mercurio durante el embarazo presentan una combinación de defectos conocida como enfermedad congénita de Minamata:
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Retraso mental
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Estrabismo (estrabismo)
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Inestabilidad del cuello
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Convulsiones (ataques)
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Falta de equilibrio
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Microcefalia (cabeza pequeña)
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Falta de coordinación de los ojos
Los efectos del mercurio en los bebés también pueden ser sutiles. Las mujeres con niveles más altos de mercurio tuvieron hijos con puntuaciones más bajas en las pruebas de atención, lenguaje y memoria, y mostraron una menor coordinación, velocidad y procesamiento táctil.
Cómo evitar el mercurio
Lo más probable es que consumas mercurio al comer pescado contaminado con mercurio. La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos publica una lista de pescados que son seguros para que los consumas durante el embarazo.
El pescado azul (arenque, caballa, salmón, sardinas, trucha y otros) suele tener niveles más altos de contaminantes como el mercurio. Las mujeres que estén planeando un embarazo y las embarazadas o lactantes no deben consumir más de dos raciones (140 gramos, o 4½ onzas cada una) de pescado azul a la semana. Los niños pequeños, las mujeres embarazadas y las que están intentando quedarse embarazadas no deben comer marlín, tiburón o pez espada porque contienen altos niveles de mercurio. El mercurio de estos pescados permanece en el cuerpo y puede dañar al bebé en el útero.
El pescado acumula mercurio en sus músculos. Recortar la grasa o quitar la piel no reducirá tu exposición al mercurio si comes estos pescados.
Los peces pequeños, como las sardinas, y los moluscos, como las vieiras, contienen menos mercurio. Los peces más grandes y longevos, como el tiburón, el marlín, el pez espada, el atún y la caballa real, tienen los niveles más altos de mercurio porque lo han estado acumulando durante mucho tiempo.
El pescado es una parte valiosa de tu dieta durante el embarazo. Tiene varios nutrientes que os benefician a ti y a tu bebé, especialmente al sistema nervioso y al desarrollo cognitivo de tu bebé. Sin embargo, debes tener cuidado de elegir pescados que no estén muy contaminados por mercurio y limitarte a cantidades de consumo seguras.
El mercurio también se encuentra en las bombillas fluorescentes y los termómetros. Si rompes accidentalmente alguno de ellos, ese mercurio se derramará sobre las superficies cercanas. El uso de una aspiradora para limpiar el mercurio derramado lo dispersa en el aire. Pide a un adulto no embarazado que se deshaga del mercurio derramado recogiéndolo en una hoja de papel.
Los empastes dentales a veces están hechos de mezclas de mercurio (amalgamas). Si necesitas un tratamiento dental durante el embarazo, pide a tu dentista que no utilice empastes que contengan mercurio. Si tienes empastes antiguos con mercurio, evita realizar cualquier trabajo en ellos durante el embarazo.
Puede estar expuesta al mercurio en su lugar de trabajo (especialmente en consultorios dentales, minas, plantas eléctricas o químicas, u otros). Solicite un trabajo que le permita evitar la exposición al mercurio mientras dure su embarazo.
El mercurio y la lactancia materna
El cerebro y los nervios en desarrollo de un bebé son muy susceptibles de ser dañados por el mercurio. El desarrollo del cerebro continúa después del nacimiento, y el mercurio es peligroso en este momento. Si estás amamantando, el mercurio de tu cuerpo se transfiere a la leche materna y es consumido por tu bebé.
Conclusión
La fuente más común de mercurio en su dieta es el marisco, por lo que debe tener cuidado de consumir sólo los tipos y cantidades de pescado recomendados. Sin embargo, el pescado es bueno para la salud: no lo evites del todo. El pescado es una importante fuente de proteínas y constituye una alternativa a la carne roja. También aporta varios nutrientes vitales para el desarrollo cerebral de los niños: ácidos grasos omega-3 y omega-6, colina, yodo, hierro y zinc, entre otros.
El mercurio es peligroso durante el embarazo y la lactancia. Desgraciadamente, está vinculado al pescado y otros mariscos, que son alimentos saludables por sí mismos. La elección del pescado que consumes puede aportarte valiosos nutrientes y mantener a tu bebé a salvo.