La masturbación es una parte muy natural y saludable de la infancia. Y puede empezar a una edad más temprana de lo que se cree.
"Es el comienzo de una experiencia de aprendizaje para toda la vida sobre su cuerpo y, más adelante, sobre el sexo y la sexualidad", dice David Swanson, PsyD, psicólogo infantil y familiar que ejerce en Los Ángeles y autor de HELP -- My Kid Is Driving Me Crazy: The 17 Ways Kids Manipulate Their Parents, and What You Can Do About It.
Por qué se masturban los niños
Los niños pequeños se tocan principalmente por dos razones. La primera es por placer. "En las primeras etapas que comienzan entre los 3 y los 5 años, los niños están explorando sus cuerpos. Aprenden lo que les hace sentir bien, y seguirán tocándose", explica Swanson. La segunda razón es la reducción del estrés y la relajación.
La masturbación se convierte en un objetivo alrededor de los 10 años. Los chicos, en particular, intentan llegar al punto del orgasmo, y alrededor de los 11 o 12 años, pueden empezar a buscar material pornográfico. "Los padres deben tener cuidado con lo que los niños pueden acceder en Internet", dice Swanson.
¿Qué debe hacer si encuentra a su hijo tocándose? Tenga en cuenta que las reacciones son importantes. Cuando los adultos se enfadan o les dicen a sus hijos que masturbarse está mal, les crea mucha tensión, dice Swanson. "Hay que enseñar a los niños que está bien explorar su cuerpo".
Hablar de la masturbación
Cuando te enfrentes a la exploración sexual de tu hijo, Swanson tiene estos consejos para abordar la conversación.
Tranquilícese. Las reacciones cargadas de los padres ante la masturbación suelen generar vergüenza. Salga de la habitación si está molesto, y luego vuelva para abordar el comportamiento con calma.
Asuntos privados. Los niños pequeños tienen que aprender cuándo y dónde es aceptable masturbarse. Diles: "Ahora mismo estás aprendiendo sobre tu cuerpo. No es algo de lo que debas avergonzarte; es algo natural. Pero insisto en que lo hagas en privado". A los 6 años, los niños deberían tener claro este punto.
La imagen perfecta. Aleja a tu preadolescente de las imágenes sexuales de adultos, que pueden afectar negativamente a la forma en que ven a otras personas. Dígale: "Entiendo que tengas curiosidad y quieras aprender, así que podemos comprar un libro que hable de sexo". Entonces compre uno que sea apropiado para su edad y, después de que su hijo lo lea, responda a las preguntas que le surjan.