Espondilitis anquilosante (EA): Síntomas, causas, diagnóstico, tratamiento y pronóstico

En este artículo

Qué es la espondilitis anquilosante?

La espondilitis anquilosante (EA) es un tipo raro de artritis que provoca dolor y rigidez en la columna vertebral. Esta enfermedad, que dura toda la vida y que también se conoce como enfermedad de Bechterew, suele empezar en la parte baja de la espalda. Puede extenderse hasta el cuello o dañar las articulaciones de otras partes del cuerpo.

"Anquilosis" significa huesos fusionados u otros tejidos duros. "Espondilitis" es la inflamación de los huesos de la columna vertebral. Los casos graves pueden dejar la columna vertebral encorvada.

La EA no tiene cura. Pero la medicación y el ejercicio pueden aliviar el dolor y ayudar a mantener la espalda fuerte.

 

Síntomas de la espondilitis anquilosante

La EA suele comenzar en las articulaciones sacroilíacas, donde la columna vertebral se conecta con la pelvis. Puede afectar a los lugares donde tus tendones y ligamentos se unen a los huesos. Incluso puede hacer que las vértebras se fusionen.

Puedes tener dolor o rigidez en tus:

  • La parte baja de la espalda

  • Nalgas

  • Hombros

  • Manos

  • Caja torácica

  • Caderas

  • Muslos

  • Pies

  • Tacones

Puede que te des cuenta:

  • Dolor que empeora por la mañana o después de estar sentado durante mucho tiempo

  • Una columna vertebral rígida que se curva hacia delante

  • Cansancio

  • Hinchazón en las articulaciones

  • Dificultad para respirar profundamente

Los síntomas pueden variar de una persona a otra. Su estado también puede cambiar más rápido o más lento que el de otra persona.

 

Complicaciones de la espondilitis anquilosante

La EA puede causar dolor e inflamación en todo el cuerpo, incluso en:

  • Columna vertebral. En casos raros, sus vértebras pueden debilitarse, haciéndolas más propensas a fracturarse o romperse. Las vértebras dañadas pueden presionar o irritar un grupo de nervios en la parte inferior de su médula espinal llamado cauda equina. Puede tener problemas para controlar los intestinos o la vejiga, problemas sexuales o pérdida de reflejos.

  • Ojos. Alrededor del 40% de las personas con EA tienen un problema ocular llamado uveítis. Es un tipo de inflamación ocular que es dolorosa y puede nublar la vista y hacerla sensible a la luz brillante. Si tienes uveítis, tu médico podría comprobar si tienes AS aunque no tengas ningún otro síntoma.

  • Válvula del corazón. En raras ocasiones, la EA puede agrandar la aorta, la arteria más grande del cuerpo. Esto puede cambiar la forma de su válvula aórtica, permitiendo que la sangre se filtre de nuevo a su corazón. El corazón no bombea tan bien, lo que puede provocar cansancio y falta de aire.

Las personas con EA también son más propensas a padecer ciertos tipos de cáncer. Entre ellos se encuentran el cáncer de huesos y de próstata en los hombres y el de colon en las mujeres, así como los cánceres relacionados con la sangre en ambos sexos.

Causas de la espondilitis anquilosante

Los investigadores no están seguros de qué desencadena la EA, pero creen que está ligada a los genes. La mayoría de las personas con EA tienen un gen que produce una proteína llamada HLA-B27. Los médicos creen que esta proteína indica al sistema inmunitario que ataque a algunas bacterias comunes del organismo y desencadena los síntomas de la EA.

Factores de riesgo de la espondilitis anquilosante

Ciertas cosas que no puedes controlar podrían aumentar tu riesgo de EA:

  • Sexo. Los hombres son más propensos que las mujeres a tener EA, y les ataca antes y con más fuerza. Las mujeres suelen tener una forma más leve de EA llamada espondiloartritis axial no radiográfica.

  • Edad. La EA suele empezar en la adolescencia y en la juventud. Alrededor del 80% de los casos comienzan antes de que la persona cumpla los 30 años, y el 95% a los 45 años.

Diagnóstico de la espondilitis anquilosante

La EA puede ser difícil de detectar porque muchas personas tienen dolor de espalda, su principal síntoma. El diagnóstico puede ser aún más complicado para las mujeres, ya que la enfermedad es mucho más frecuente en los hombres.

Además, no existe una prueba única para confirmar la EA. El médico puede basarse en los síntomas, la exploración física y los análisis de sangre.

También puede hacerle una radiografía o una resonancia magnética. Pero esto no siempre ayuda, porque el daño articular puede no aparecer de inmediato en las pruebas de imagen.

Tratamientos de la espondilitis anquilosante

Los medicamentos ayudan a algunas personas. Pero mantenerse activo es una de las claves para controlar la EA.

Ejercicio. Cuanto menos se siente o se acueste, mejor se sentirá. El ejercicio le ayuda a mantenerse más erguido y a mantener la columna vertebral ágil. Mantenerse activo puede incluso eliminar el dolor sin necesidad de medicación.

Fisioterapia. Tendrás que practicar una buena postura, aprender a estirar los músculos tensos y mantener la columna vertebral estable, y utilizar otras técnicas que pueden reducir el dolor. Puedes hacerlas en casa, pero la mayoría de la gente se beneficia más si trabaja con un fisioterapeuta profesional o con un grupo.

Medicación

Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) recetados, como la indometacina (Indocin), ayudan a la mayoría de las personas que tienen EA. Pero pueden provocar hemorragias estomacales, problemas cardíacos y otros efectos secundarios.

Si la enfermedad es grave, el médico puede indicarle que pruebe medicamentos más potentes, como los biológicos. Éstos se elaboran con elementos como las proteínas. Pero pueden provocar efectos secundarios graves, como infecciones.

Estilo de vida y remedios caseros para la espondilitis anquilosante

Algunas cosas que haces a diario pueden ayudarte a sentirte mejor.

  • Saca tiempo para hacer ejercicio todos los días, aunque sea unos minutos cada vez. Hacer ejercicio en el agua ayuda a muchas personas que tienen EA.

  • Mantén un peso saludable para que tus articulaciones no estén sometidas a tanta tensión. Una dieta rica en ácidos grasos omega-3 podría ayudar. Observa los patrones si crees que ciertos alimentos pueden desencadenar cambios en cómo te sientes.

  • No fume. Las personas que fuman tabaco suelen tener síntomas que empeoran a medida que envejecen.

  • Controle el estrés con cosas como masajes, yoga, meditación y asesoramiento.

  • Aplique calor a las articulaciones rígidas y a los músculos tensos, y utilice el frío en las zonas inflamadas.

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