Una vez es divertido, dos veces es divertidísimo, y cualquier cosa más que eso suele ser simplemente molesta. Todos los hemos tenido, pero ¿sabes realmente de dónde vienen? Son el hipo, y son esos pequeños y extraños sonidos que pueden escapar de tu boca sin previo aviso.
Sin embargo, el hipo empieza mucho más abajo en el cuerpo: en el diafragma, el músculo en forma de cúpula que se encuentra entre los pulmones y el estómago. Normalmente, el diafragma tira hacia abajo cuando se inhala para dejar entrar el aire en los pulmones, y luego se relaja cuando se exhala para que el aire pueda volver a fluir fuera de los pulmones para salir por la nariz y la boca.
Pero si algo irrita el diafragma, puede sufrir un espasmo que le obligue a aspirar repentinamente el aire hacia la garganta, donde golpea la laringe. Eso hace que tus cuerdas vocales se cierren de repente, creando el característico sonido "¡hic!".
Por qué se produce el hipo?
El hipo puede ocurrir por muchas razones: algunas son físicas y otras emocionales. Eso es porque la irritación real ocurre en el nervio que conecta el cerebro con el diafragma. Algunas causas comunes son:
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Comer demasiado o demasiado rápido
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Sentirse nervioso o excitado
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Tomar bebidas gaseosas o demasiado alcohol
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Estrés
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Un cambio brusco de temperatura
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Tragar aire al chupar un caramelo o un chicle
Hipo a largo plazo
El hipo suele ser temporal, pero en raros casos puede quedarse... durante un tiempo. Suele deberse a un daño o agravamiento de los nervios conectados al diafragma. Todo, desde un pelo tocando el tímpano hasta un dolor de garganta, puede afectar a estos nervios y, en casos más graves, un tumor, un bocio o un quiste en el cuello pueden dañarlos.
El hipo que dura un tiempo también puede deberse a trastornos del sistema nervioso central como la encefalitis o la meningitis, o a trastornos metabólicos como la diabetes o la insuficiencia renal. Los fármacos como los esteroides o algunos tranquilizantes también pueden desencadenar un hipo de larga duración.
E incluso ciertos procedimientos, especialmente los que requieren anestesia, pueden provocar hipo. Si llevas más de dos días con hipo, o si éste es tan intenso que interfiere con la alimentación, la respiración o el sueño, o te causa angustia, debes pedir cita con tu médico.
Además, habla con tu médico inmediatamente si tienes algún tipo de dolor de estómago, fiebre, dificultad para respirar, vómitos o toses con sangre con el hipo.
Cómo hacer que cesen
Si esperas que colgándote boca abajo o haciendo que un amigo te asuste conseguirás que se te quite el hipo, sentimos decepcionarte. Pero no hay pruebas científicas de que estos remedios funcionen.
Sin embargo, algunos expertos creen que aguantar la respiración o respirar dentro de una bolsa de papel podría funcionar; ambas técnicas hacen que el dióxido de carbono se acumule en los pulmones, lo que podría relajar el diafragma.
Si todo lo demás falla, y el hipo continúa durante varios días o más, el médico puede probar diferentes medicamentos para ver si pueden poner fin a ese incómodo hipo. Buena suerte.