Conoce los límites
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Antes de que inicies una petición para sustituir el refrigerador de agua de la oficina por un barril de cerveza, seamos claros: el alcohol sólo es saludable en pequeñas cantidades: aproximadamente 1 bebida al día para las mujeres (5 onzas de vino, 12 onzas de cerveza o 1,5 onzas de licor) y 2 para los hombres. A partir de ahí, los beneficios se vuelven más difusos y los riesgos aumentan.
Ayuda a tu corazón
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Si estás en buena forma, el consumo moderado de alcohol hace que tengas entre un 25% y un 40% menos de probabilidades de sufrir un ataque al corazón, un derrame cerebral o el endurecimiento de las arterias. Esto puede deberse en parte a que pequeñas cantidades de alcohol pueden elevar sus niveles de HDL (colesterol "bueno"). En cambio, el consumo excesivo de alcohol aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
Te hace más activo
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Los bebedores moderados son mucho más propensos a hacer ejercicio que las personas que no beben. Y puede que incluso obtengan más efectos saludables de ello. Por otro lado, cuanto más ejercicio se hace, más probable es que se beba de vez en cuando. Los científicos no saben exactamente de dónde viene este vínculo.
Previene los cálculos renales
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Los bebedores moderados habituales tienen menos probabilidades de padecer cálculos renales: un 41% menos de probabilidades para los que beben cerveza y un 33% para los que beben vino. Parte de la razón puede ser que el alcohol, al igual que la cafeína del café y el té, hace que se orine con más frecuencia. Esto ayuda a eliminar los pequeños cristales que forman los cálculos. Sin embargo, si bebes demasiado, puedes deshidratarte, lo que aumenta el riesgo de padecer cálculos renales y otros problemas de salud.
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Los buenos amigos son buenos para ti. Y las personas que se toman una o dos copas juntas -en lugar de, por ejemplo, refrescos- suelen pasar más tiempo hablando. También es más probable que compartan sonrisas y que todos participen en la conversación. Pero no te pases: por algo se llama "hora feliz".
Da un impulso a tu vida sexual
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La intimidad te ayuda a lidiar con el estrés, y un poco de alcohol puede mover las cosas. En un estudio, las mujeres que tomaban una o dos copas de vino tinto al día decían tener más deseo, excitación y satisfacción sexual que las que no lo hacían. Las que bebieron más no informaron de ningún cambio. Una copa también puede ayudar a elevar los niveles de testosterona de un hombre, lo que hace que tanto los hombres como las mujeres sean más juguetones. Pero los hombres que beben demasiado pueden perder el deseo y la capacidad de mantener relaciones sexuales.
Ayuda a tu cerebro
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Una o dos copas un par de veces a la semana pueden hacer que tengas menos probabilidades de padecer la enfermedad de Alzheimer. De hecho, la dieta MIND, diseñada específicamente para reducir el riesgo de padecer la enfermedad, tiene al vino como uno de sus 10 grupos de alimentos "saludables para el cerebro". También reduce el riesgo de infarto y de enfermedad cardíaca, dos factores que pueden acelerar los efectos del Alzheimer.
Equilibra el azúcar en la sangre
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Ese cóctel de la hora feliz o esa copa de vino con la cena pueden hacer que tengas menos probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2. Los científicos no están seguros de por qué exactamente, pero podría ser que una o dos bebidas ayuden a tu cuerpo a lidiar con los niveles altos de azúcar en la sangre de una manera saludable.