Por Stacy Simon
Un trasplante de células madre, también llamado trasplante de médula ósea, es una forma de poner células madre sanas en el cuerpo de su hijo para que pueda crecer nueva médula ósea. Pueden necesitar uno si tienen un determinado tipo de cáncer, trastorno sanguíneo, enfermedad inmunológica o síndrome de la médula ósea. Algunos ejemplos son la leucemia, el linfoma, el neuroblastoma y la anemia de células falciformes.
El cuerpo necesita células madre para luchar contra las infecciones. El trasplante permite a los médicos utilizar altas dosis de quimioterapia para destruir la médula ósea, donde se inician algunas enfermedades pero también donde se forman nuevas células madre. Tras la quimioterapia, el trasplante de células madre devuelve a la médula ósea las células sanas que forman la sangre.
Hay dos tipos de trasplante de células madre, el autólogo y el alogénico. El tipo al que se someterá su hijo depende de su estado de salud específico y de la existencia de un donante. Éste puede ser cualquier voluntario cuyas células sean "compatibles" con las de su hijo. Suele ser un hermano o hermana.
-
Autólogo. Este tipo utiliza las propias células madre de tu hijo. Se recogen, se congelan y se almacenan en un laboratorio especial. Después de la quimioterapia, y en algunos casos de la radiación, los médicos utilizan una vía intravenosa para devolverlas a la sangre.
-
Alogénica. En este tipo, el donante es otra persona. Cuanto más se asemejen las células del donante a las de tu hijo, menos posibilidades habrá de que haya problemas con el procedimiento.
Cronología del proceso de trasplante
Un trasplante de células madre es un proceso complejo que puede durar meses.
El día del trasplante se llama "Día 0". Los días anteriores al Día 0 son "Día -30", "Día -29", y así sucesivamente. Los días posteriores son "Día +1", "Día +2", etc.
Preparación
Su hijo necesitará varias citas con sus equipos de trasplante y cuidados en las semanas previas al Día 0.
-
El médico principal de trasplantes o un miembro del equipo de trasplantes le hablará del procedimiento y de sus beneficios y riesgos.
-
A su hijo se le harán análisis de sangre, radiografías y otras exploraciones de imagen.
-
Se recogerán y almacenarán las células madre de su hijo o del donante de su hijo.
-
Es posible que se inserte una vía intravenosa central para administrar a su hijo quimioterapia y medicamentos. Su hijo estará sedado para este procedimiento.
Puede haber recursos disponibles para ayudar a su hijo y a su familia a manejar cualquier estrés durante este tiempo. Pida información a uno de los médicos o enfermeras de su hijo o a un trabajador social del hospital.
Ingreso en el hospital
Su hijo ingresa en el hospital entre 1 y 3 semanas antes del día 0 para comenzar la terapia de acondicionamiento.
Este tratamiento prepara el sistema inmunitario de su hijo para el trasplante. Puede incluir quimioterapia, inmunoterapia y radiación. Depende de las necesidades médicas de su hijo y del tipo de trasplante que vaya a recibir.
La terapia de acondicionamiento tiene varios objetivos:
-
Eliminar las células cancerosas en los niños con cáncer
-
Para matar las células normales de la médula ósea para que la nueva médula pueda tomar el relevo
-
Para amortiguar el sistema inmunitario de los niños que reciben células de otro donante, para que no las rechace
Día 0
El día del trasplante, su hijo recibirá medicamentos para ayudar a su cuerpo a aceptar las nuevas células madre. Recibirán ambas cosas por vía intravenosa.
No duele y permanecerán despiertos durante el proceso. Ocurrirá en la habitación del hospital con miembros de los equipos de trasplante y de cuidados allí para vigilarlos.
Efectos secundarios
La mayoría de los niños tienen efectos secundarios de la terapia de acondicionamiento y del trasplante. Estos pueden incluir:
-
Fiebre
-
Llagas en la boca
-
Náuseas y vómitos
-
Diarrea
-
Fatiga
-
Cambios de peso
El equipo de atención estará atento a cualquier problema y lo tratará si es necesario.
Riesgo de infección
La terapia de acondicionamiento debilita el sistema inmunitario para que el trasplante pueda funcionar, pero eso aumenta la posibilidad de infección. Para prevenir o tratar esto, su hijo recibirá medicamentos y productos sanguíneos por vía intravenosa.
Si recibe células madre de un donante, también recibirá medicamentos para prevenir la enfermedad de injerto contra huésped (EICH), que puede ocurrir si el cuerpo rechaza el nuevo sistema inmunitario. Sin embargo, estos medicamentos también aumentan las probabilidades de infección.
Injerto
Después del trasplante, su hijo permanecerá en el hospital durante aproximadamente un mes mientras el equipo de atención busca signos de injerto. Esto es cuando las células madre trasplantadas están produciendo suficientes glóbulos blancos para ayudar a proteger contra las infecciones.
Para ello, observarán tanto el número de glóbulos blancos como el de neutrófilos, un determinado tipo de glóbulo blanco que combate los hongos y los gérmenes bacterianos.
Volver a casa desde el hospital
La mayoría de los niños pueden volver a casa desde el hospital aproximadamente un mes después del injerto, siempre que no haya infección u otra complicación. También deberían poder comer bien y tomar sus medicamentos en casa.
Seguirán teniendo una alta probabilidad de infección durante 3 meses a un año. La escuela y otros lugares podrían estar prohibidos. Tendrán revisiones varias veces a la semana para asegurarse de que todo va bien.
Para la mayoría de los niños, las cosas empiezan a volver a la normalidad alrededor del día +100. Es entonces cuando deberían poder tomar menos medicación y tener menos revisiones. El equipo médico les ayudará a retomar sus actividades habituales.