Scanxiety': Cómo afrontar la ansiedad ante las exploraciones de cáncer

Por Emily Delzell

Tanto si se utiliza para el diagnóstico como para ver si el tumor se ha reducido con el tratamiento o ha vuelto a aparecer después de haberlo terminado, las exploraciones son un hecho cuando hay cáncer. Para la mayoría de las personas, también lo es la "ansiedad por las exploraciones", un término que la gente de la comunidad oncológica utiliza para describir el nerviosismo en torno al momento de estas pruebas.

Hay buenas razones para estar nervioso ante una exploración oncológica. Los resultados le ayudan a saber qué ocurre con su enfermedad, por lo que hay incertidumbre. Es posible que se sienta tenso, enfadado o molesto. También es posible que se sienta cansado al saber que, cuando termine esta exploración, pronto necesitará otra. Su familia y sus amigos también pueden estar preocupados, y saber eso puede aumentar sus sentimientos.

Las exploraciones para detectar el cáncer también pueden ser físicamente incómodas. A veces hay que soportar ruidos fuertes mientras se está en la máquina de exploración. O puede temer la idea de otro pinchazo o de tener que beber mucho líquido para prepararse para la exploración.

Efectos físicos

La ansiedad, incluida la relacionada con las exploraciones de cáncer, forma parte de la manera en que su cuerpo responde a las amenazas. Libera adrenalina y otras hormonas que te preparan para "luchar o huir". Esto puede provocarle náuseas o dificultar su sueño en los días previos al procedimiento o mientras espera los resultados.

Es posible que esté sudando, temblando o que sienta que su ritmo cardíaco se dispara. Es posible que apriete las manos o la mandíbula, o que mantenga una tensión que haga que le duelan los músculos.

La necesidad de una exploración también puede traerle malos recuerdos de su diagnóstico de cáncer. En algunos casos, puede imitar el TEPT, o trastorno de estrés postraumático. Esto puede manifestarse en forma de pensamientos "intrusivos", que se arrastran y son difíciles de descartar. También puedes estar de mal humor, tener pesadillas o tener recuerdos de acontecimientos estresantes.

Formas de aliviar la ansiedad por exploración

No se trata de intentar deshacerse de una emoción, sino de trabajar con ella. Prueba estas formas de aliviar la tensión.

Aprende cómo reaccionas. Todo el mundo es diferente. Puede que a ti te moleste el estómago antes de la exploración, mientras que otra persona se enfada con un ser querido por nada. Cuando sepas cómo reaccionas, podrás detectar tus signos de angustia y tomar medidas para aliviarlos.

Establece límites de tiempo a las preocupaciones conscientes. No dejes que la ansiedad se apodere de tus pensamientos sin parar. Elige 10 minutos una o dos veces al día para centrarte en tus miedos. Cuando esos pensamientos surjan en otros momentos, recuérdate suavemente que debes pensar en ellos en el momento programado. Si lo necesitas, escribe tus miedos para poder pensar en ellos entonces.

Intenta permanecer en el momento presente. La ansiedad se centra en lo que va a ocurrir en el futuro y en lo que puede significar. Así que mantén tu mente en el aquí y ahora. Concéntrate en lo que estás haciendo en el presente, ya sea cocinar una comida, hablar con un amigo o pasear al perro.

Utiliza técnicas de relajación. Unos sencillos ejercicios de respiración profunda pueden calmar el ritmo cardíaco y aliviar la ansiedad. Hay muchas formas de hacerlo. Con la meditación, te centras en tu respiración o en una palabra para traer tus pensamientos al presente. La visualización le ayuda a imaginar un lugar tranquilo. El ejercicio es un calmante probado para el estrés. Las aplicaciones pueden ayudarle a aprender técnicas sencillas de respiración profunda y meditación. Algunos centros oncológicos ofrecen talleres de ejercicios de relajación.

Programe una cita para la exploración a primera hora. Esto puede reducir la espera y darle menos tiempo para sentirse ansioso.

Busque el apoyo de personas que le reconforten. Algunas personas pueden aumentar su ansiedad, mientras que otras le tranquilizan y le ayudan a mantener la calma. Pase tiempo con aquellas personas que alivian su estrés. Pídales que le acompañen a su cita, para que le hagan buena compañía o le reconforten.

Distráigase. Encuentre formas de apartar su mente de la ansiedad. Vea películas o música, escuche un podcast que merezca la pena, lea el último bestseller o comience un nuevo proyecto.

Haz que tu exploración sea lo más cómoda posible. Hable con el técnico sobre lo que va a ocurrir para saber qué puede esperar. Pida una manta, una cubierta para los ojos o el uso de auriculares para escuchar música. Esto puede hacer que una exploración ruidosa y confinada sea menos estresante. Si la exploración implica un pinchazo de aguja o cualquier otra cosa dolorosa, pida a su médico que le proporcione medicamentos anestésicos o de otro tipo.

Hable con su médico para decidir cuándo y cómo recibirá los resultados. Pida a su médico que la espera de los resultados sea lo más breve posible. Hable también de cómo le gustaría recibirlos: en una llamada telefónica, por correo electrónico o en una visita en persona. Si va a hablar de los resultados en persona, programe la cita para lo antes posible después de la exploración.

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