Por Stacy Simon
Si el cáncer está presente en su familia, puede considerar el asesoramiento genético como una forma de conocer la probabilidad de que también le afecte a usted. Los asesores genéticos pueden ayudarle a averiguar si corre el riesgo de padecer cáncer u otras enfermedades, y si tiene sentido hacerse las pruebas genéticas.
Quizá le sorprenda saber que sólo entre el 5% y el 10% de los cánceres están relacionados con los genes con los que se nace. El riesgo familiar también puede incluir los hábitos de vida compartidos o el entorno, así como los genes transmitidos de padres a hijos. Por este motivo, la mayoría de las personas no necesitan pruebas genéticas. Suelen hacerse cuando ciertos tipos de cáncer se dan en una familia y se cree que la causa es un problema con un gen.
Algunas pruebas genéticas para el cáncer son para personas que tienen una condición hereditaria que los pone en riesgo de cáncer. Otras pruebas genéticas comprueban mutaciones como las de los genes BRCA1 y BRCA2 (relacionados con el cáncer de mama y de ovario), BRIP1 (cáncer de ovario), CHEK2 (cáncer de mama y colorrectal), PALB2 (cáncer de mama y de páncreas) y RAD51C y RAD51D (cáncer de ovario).
Cómo encontrar asesoramiento genético para el cáncer
Si cree que un asesor genético podría ayudarle, su médico puede remitirle a uno de su zona. O puede buscar en el sitio web de la Sociedad Nacional de Asesores Genéticos.
En su primera cita, el asesor le preguntará sobre los antecedentes sanitarios de su familia y sus preocupaciones. Le hablará de las pruebas que existen y de lo que pueden mostrar, y le ayudará a decidir si quiere hacerse las pruebas genéticas.
Podría considerar la posibilidad de hacerse una prueba genética si:
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Tiene varios familiares cercanos (madre, padre, hermanas, hermanos o hijos) con cáncer.
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Muchas personas de un lado de tu familia han tenido el mismo tipo de cáncer.
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Diferentes cánceres en su familia se han vinculado a un problema con un solo gen (como algunos tipos de cáncer de mama, ovario, colorrectal y páncreas).
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Un miembro de la familia tiene más de un tipo de cáncer.
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Los miembros de la familia han tenido cáncer a una edad más temprana de lo normal para ese tipo de cáncer.
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Los familiares cercanos tienen cánceres vinculados a síndromes cancerígenos hereditarios.
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Un miembro de la familia tiene un cáncer raro.
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Perteneces a un grupo étnico de mayor riesgo. (Por ejemplo, la herencia judía asquenazí está relacionada con los cánceres de ovario y de mama).
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Un hallazgo médico está relacionado con un cáncer hereditario (como tener muchos pólipos en el colon).
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Uno o más miembros de la familia ya se han sometido a pruebas genéticas que han encontrado un problema.
Qué hace un asesor genético
Si decide hacerse una prueba genética para comprobar el riesgo de cáncer, un asesor genético puede ayudarle a entender los resultados. Las pruebas suelen dar respuestas limitadas sobre el riesgo de ciertos cánceres.
Aunque las pruebas genéticas muestren un riesgo de padecer un determinado tipo de cáncer, no pueden predecir si usted padecerá definitivamente ese cáncer. El asesoramiento genético le ayudará a entender los resultados. A continuación, podrá tomar medidas para reducir el riesgo de cáncer en la medida de lo posible.
Los asesores genéticos tienen una formación específica y, a menudo, títulos de postgrado en su campo. Algunos médicos, enfermeras de oncología de práctica avanzada, trabajadores sociales y psicólogos con formación especial también pueden realizar asesoramiento genético.
Un asesor genético también puede informarle de cómo sus resultados podrían aplicarse a otros miembros de la familia que comparten sus genes, incluidos sus padres, hermanos e hijos. Algunas personas querrán saber si tienen un mayor riesgo, pero otras no. Deberá tomar la decisión que más le convenga y tener en cuenta cómo gestionar la información: a quién se lo cuenta, cuándo y cómo.