La cirugía de pérdida de peso puede suponer una gran diferencia para las personas con diabetes de tipo 2. Para algunas personas, los niveles de azúcar en sangre vuelven a la normalidad después de la cirugía. La diabetes puede curarse, lo que significa que se necesita menos medicación o ninguna.
Las investigaciones muestran mejoras en la diabetes de tipo 2 tras la cirugía de pérdida de peso. Un estudio a largo plazo realizó un seguimiento de 400 personas con diabetes de tipo 2. Seis años después de la cirugía bariátrica, el 62% no mostraba signos de diabetes. También tenían mejores niveles de presión arterial, colesterol y triglicéridos.
En comparación, sólo entre el 6% y el 8% de las personas que tomaron medicamentos, pero no se sometieron a la cirugía, mostraron resultados similares.
Si estás pensando en ello, y estás dispuesto a hacer grandes cambios para mantener los resultados, querrás saber si es adecuado para ti.
¿Es usted un buen candidato?
En primer lugar, su médico tendrá en cuenta:
Su IMC es de 30 o más?
Tiene diabtes tipo 2 o síndrome metabólico?
Ha intentado perder peso y mantenerlo sin éxito?
Si es así, te harán un chequeo detallado y te harán preguntas para ver si estás preparada física y emocionalmente para la operación y los grandes cambios que tendrás que hacer. (Tendrás que comer mucho menos y hacer que una dieta sana y el ejercicio formen parte de tu vida para siempre).
Dependiendo de su caso particular, también pueden intervenir otros médicos. Por ejemplo, si tienes una enfermedad cardíaca, tu cardiólogo tendría que aprobarte para la cirugía.
Tipos de cirugía de pérdida de peso
Hay diferentes tipos de operaciones. Algunas le ayudan a perder peso reduciendo el tamaño de su estómago para que se sienta lleno después de comidas pequeñas. Otras modifican el modo en que el cuerpo absorbe las calorías, los nutrientes y las vitaminas. Y otras hacen ambas cosas.
Conozca lo que implica cada uno de ellos:
1. Bypass gástrico (también llamado bypass gástrico en Y de Roux)
El cirujano hace una pequeña bolsa estomacal dividiendo la parte superior del estómago del resto. Cuando comes, la comida va a la pequeña bolsa y evita la parte superior del intestino delgado. El resultado: Te llenas más rápido y absorbes menos calorías y nutrientes.
Ventajas:
Hasta el 80% de las personas no muestran signos de diabetes después de la cirugía. Además, las personas suelen perder entre el 60% y el 80% del peso extra.
Contras:
El cuerpo no puede absorber tantas vitaminas y minerales como antes, lo que podría acarrear problemas de salud, incluida una afección llamada síndrome de dumping. Además, la cirugía no es reversible.
2. Manga gástrica (también llamada gastrectomía en manga)
El cirujano extirpa una gran parte de tu estómago. Con menos espacio para la comida, te sientes lleno más rápido. Esta operación también reduce la grelina, la hormona que te hace sentir hambre.
Pros:
Más del 60% de las personas no muestran signos de diabetes después de la cirugía. Además, las personas suelen perder el 50% de su peso extra. También se realiza por laparoscopia.
Contras:
No se puede revertir esta cirugía más adelante. Además, tu cuerpo no puede absorber tantas vitaminas y minerales como antes, lo que podría provocar problemas de salud.
3. Banda gástrica ajustable
El cirujano coloca una banda inflable alrededor de la parte superior del estómago. Forma una pequeña bolsa donde va la comida. La pequeña bolsa se llena rápidamente, por lo que te sientes lleno mucho más rápido.
Ventajas:
El médico no tiene que cortar el estómago ni mover los intestinos, como en otras cirugías. Esa es una de las razones por las que tiene menos complicaciones. Además, se puede ajustar o quitar la banda más adelante. Entre el 45 y el 60% de las personas que se someten a esta cirugía acaban sin diabetes.
Contras:
A veces hay problemas con la banda. Puede deslizarse o desgastarse, por lo que podrías necesitar otra cirugía para arreglarla. Además, con esta operación perderás menos peso que con otras (entre un 40% y un 50%).
Otro tipo de operación de banda gástrica, llamada "banda gástrica vertical", no se hace tanto como en el pasado porque hay opciones más nuevas y eficaces.
4. Derivación biliopancreática con switch duodenal
Esta cirugía no es habitual, en parte porque es la más complicada. El médico extirpa una gran parte del estómago y también cambia la forma en que los alimentos pasan a los intestinos.
Pros:
Es la cirugía más eficaz para las personas con diabetes. Además, las personas suelen perder entre el 60% y el 70% del peso que les sobra.
Contras:
Es más probable que tengas complicaciones con este tipo de cirugía. Necesitarás más días en el hospital para recuperarte. Además, tendrás más problemas para digerir los alimentos y absorber las calorías que con cualquiera de las otras cirugías, por lo que es el tipo más probable de provocar problemas de salud.
Como cualquier operación importante, todas las cirugías de pérdida de peso (también llamadas "cirugías metabólicas y bariátricas") tienen riesgos potenciales. Entre ellos están las hemorragias, las infecciones y las fugas en el sistema digestivo.
5. Dispositivo de implante eléctrico
El cirujano implanta un dispositivo eléctrico justo debajo de la piel del abdomen. El dispositivo ayuda a controlar las señales del nervio vago, que conecta el estómago y el cerebro, reduciendo la sensación de hambre.
Ventajas:
La implantación del dispositivo se considera una cirugía menor y se puede retirar fácilmente una vez que se haya conseguido la pérdida de peso. El dispositivo también se puede controlar a distancia.
Contras:
Los pacientes pueden experimentar dolor, acidez, problemas para tragar, eructos, náuseas y dolor en el pecho.
6. Balón gástrico
Los balones gástricos o intragástricos son dispositivos temporales que se colocan en el estómago a través de la boca durante un máximo de 6 meses. Ayudan a perder peso al ocupar espacio en el estómago. No se puede comer tanto.
Ventajas: El balón gástrico es un procedimiento fácil, es temporal, reversible y menos costoso que la cirugía. No hay ningún tipo de corte. Se inserta por endoscopia. Además, está disponible para personas que no pueden optar a la cirugía de pérdida de peso.
Contras: Se han registrado al menos una docena de casos de perforación del estómago a causa del balón gástrico. Algunos pacientes han informado de una orina de color verde azulado, un signo de desinflado del balón.
¿Lo cubrirá el seguro?
Muchas compañías de seguros sí cubren la cirugía de pérdida de peso, ya que los estudios demuestran que la cirugía de pérdida de peso podría ayudar a tratar la diabetes tipo 2.
Es posible que su compañía de seguros le pida que se someta primero a un programa de pérdida de peso. Esto demostrará que ha intentado perder peso antes de elegir la cirugía.
Si no tiene cobertura, la cirugía puede costar entre 11.500 y 26.000 dólares. Puedes deducirlo de tus impuestos federales.
Después de la cirugía
La mejor manera de mantener el peso es seguir con la dieta y el plan de ejercicios.
Tendrá que comer comidas más pequeñas. Elige entre media taza y una taza de verduras y alimentos ricos en proteínas por ración. Prueba los cortes magros de carne, el pescado, las judías, el queso bajo en grasa y el yogur.
Es una buena idea trabajar con un nutricionista mientras cambias tus hábitos alimenticios, especialmente si tu cuerpo no absorbe los nutrientes tan bien como lo hacía antes de la cirugía. Asegúrate de consumir la cantidad suficiente de todas las vitaminas y minerales que necesitas.
Después de perder mucho peso, puede considerar la posibilidad de someterse a una cirugía plástica para recuperar la piel suelta. Se trata de un procedimiento independiente que usted y sus médicos pueden considerar.