Bulldogs franceses: Todo lo que necesita saber

Los bulldogs franceses se reconocen por su pequeña estatura y sus grandes orejas. Tienen un carácter afectuoso y son maravillosos compañeros y buenos perros de familia. Sin embargo, pueden ser propensos a problemas de salud canina y requieren algunos cuidados especiales. Hable con un veterinario o un criador para obtener información completa sobre los bulldogs franceses antes de decidir si es el tipo de perro adecuado para usted. 

Características de los bulldogs franceses

Los Bulldogs Franceses, a veces llamados Frenchies, son fáciles de reconocer. Tienen una apariencia distintiva que es una gran parte de su atractivo, junto con su personalidad extrovertida. No tienen un historial de enfermedades específicas de la raza. Sin embargo, suelen tener problemas ortopédicos y respiratorios. La vida media de un bulldog francés es de 10 a 12 años.

Características físicas. Los bulldogs franceses son perros pequeños, aunque de constitución sólida. El estándar de la raza especifica que el peso máximo del bulldog francés es de 28 libras. Tienen una cabeza grande y cuadrada, con un hocico corto y ojos grandes. Sus grandes orejas en forma de murciélago son su característica más distintiva.

Los bulldogs franceses de calidad de exposición son de color blanco, crema, leonado o alguna combinación de esos colores. Si busca un Frenchie de compañía que no tenga que cumplir las estrictas directrices de los perros de exposición, puede encontrarlos con pelaje negro, fuego, hígado o color merle. Todos los Bulldogs franceses tienen un pelaje corto y suave sobre una piel suelta y arrugada.

Personalidad. La personalidad del bulldog francés es amistosa y afectuosa, lo que los convierte en buenos perros de familia. Fueron criados para ser perros falderos adaptados a la vida en la ciudad. Les encanta la gente y suelen ser buenos con los niños. Se les describe como juguetones y cómicos.

Los Frenchies pueden o no llevarse bien con otros animales domésticos. Algunos Frenchies pueden ser territoriales y no querer a otros perros o gatos en su casa. Hable con un adiestrador de perros sobre cómo introducir un bulldog francés a sus otras mascotas.

No ladran mucho, pero son protectores de sus hogares y familias. Darán la voz de alarma si creen que algo va mal. A pesar de su lealtad a sus dueños, suelen calentar a la gente nueva con facilidad.

Son muy juguetones, pero su nivel de energía es moderado, por lo que se conforman con descansar mucho. Sólo necesitan una cantidad moderada de ejercicio. Demasiado ejercicio puede incluso ser duro para sus delicadas articulaciones. Son fáciles de entrenar y están ansiosos por complacer.

El cuidado de los Bulldogs Franceses

Los bulldogs franceses no requieren un aseo especializado, pero sí otros cuidados debido a sus características físicas.  

Aseo. Los Frenchies tienen un pelaje corto y suave que no requiere un aseo complicado, por lo que mudan sólo una cantidad moderada. Como no son perros que corran y desgasten las uñas de los pies de forma natural, suelen necesitar un corte de uñas regular. Sus grandes orejas y sus caras arrugadas requieren una limpieza regular y cuidadosa. Si la suciedad y los residuos quedan atrapados en sus orejas o en los pliegues de la piel, pueden causar irritaciones o infecciones.

Los bulldogs franceses son propensos a los problemas dentales, por lo que debe cepillar sus dientes con regularidad. Su veterinario puede realizar limpiezas dentales completas cuando sea necesario. Recorte las uñas de su mascota según sea necesario o llévela a un peluquero para que se lo haga un profesional.

Dieta. Puede alimentar a los bulldogs franceses con comida de calidad, a menos que tengan un problema de salud conocido que requiera una alimentación especial. Su veterinario puede recomendarle la comida adecuada. Son propensos al sobrepeso, así que no sobrealimente a los Frenchies.

Ejercicio. La mayoría de los bulldogs franceses no necesitan hacer mucho ejercicio. Uno o dos paseos cortos al día son suficientes, aunque es posible que tenga que sacarlos al aire libre más a menudo si no tiene un patio. Si tiene un patio, asegúrese de que es seguro y de que su perro no puede escaparse si lo deja salir solo. Los Frenchies no deben saltar sobre los muebles, ya que esto puede causar daños en las articulaciones.

Su Frenchie será más feliz con temperaturas suaves. Al igual que muchas razas de nariz corta, pueden tener dificultades respiratorias que les permiten sobrecalentarse fácilmente, lo que puede provocar una emergencia médica. No deben estar mucho tiempo al aire libre con temperaturas elevadas y no deben hacer un esfuerzo excesivo durante el ejercicio. Cuando haga calor, esté atento a los signos de sobrecalentamiento, como el jadeo y la sed excesiva. Si su perro muestra síntomas como babeo, mareo, cambios en el color de las encías, letargo o colapso repentino, llame al veterinario inmediatamente. Son signos de un golpe de calor, que es una emergencia médica.

Atención veterinaria. Como todos los perros, hay que llevar al bulldog francés a las visitas regulares del veterinario. Son propensos a infecciones como la rabia, el parvovirus o la tos de las perreras, por lo que debes mantener sus vacunas al día. Los exámenes veterinarios anuales pueden detectar problemas de salud antes de que se conviertan en problemas graves.

Todos los perros son susceptibles de contraer pulgas, garrapatas y gusanos del corazón. Habla con tu veterinario sobre los riesgos de pulgas y garrapatas en tu zona y las medidas que debes tomar para evitarlos. Tu veterinario puede recetar preventivos contra el gusano del corazón que tu perro puede tomar una vez al mes, así como formas inyectables que duran de 6 a 12 meses.

Problemas de salud a tener en cuenta con los Bulldogs Franceses

Como muchos perros de raza, los bulldogs franceses son propensos a una serie de problemas de salud. La mayoría de los problemas surgen cuando un Frenchie tiene 2 o 3 años de edad. Los tipos de problemas de salud que afectan a los Frenchies pueden ser crónicos. Su perro puede necesitar cuidados especializados durante el resto de su vida. Este es un factor importante a tener en cuenta si está pensando en adquirir un bulldog francés. 

Problemas ortopédicos. Los Frenchies tienden a experimentar:

  • Luxación de rótula. Las rótulas de tu perro pueden dislocarse y afectar a su capacidad para caminar. Existe una cirugía para corregir el problema y evitar un daño articular permanente. 

  • Displasia de cadera. Se trata de una enfermedad genética en la que la articulación de la cadera del perro no se desarrolla correctamente. Con el tiempo, la condición puede conducir a problemas de movilidad para un Frenchie. Puedes evitar que la displasia de cadera empeore limitando el ejercicio y manteniendo a tu perro en un peso saludable.

  • Enfermedad del disco intervertebral (IVDD). Esta enfermedad de la columna vertebral hace que los discos entre las vértebras sobresalgan en el espacio de la médula espinal. Los efectos son dolor, daños en los nervios y parálisis. Esto puede ser una emergencia médica y requiere un tratamiento inmediato por parte de un veterinario especializado en IVDD. Los síntomas incluyen dificultad para caminar, incapacidad para soportar su propio peso, reticencia a moverse, cambios de postura, gritos o gemidos de dolor o incontinencia. Los síntomas pueden aparecer repentinamente después de algo tan normal como saltar del sofá. Si su perro tiene síntomas de DIV, póngase en contacto con un veterinario inmediatamente. Sin un tratamiento rápido, su perro corre el riesgo de sufrir daños permanentes en la columna vertebral. Si su perro presenta signos tempranos de DIV, puede retrasar la progresión de la enfermedad evitando que salte y manteniendo un peso saludable.

Afecciones de la piel. Algunas condiciones de la piel que los Frenchies pueden experimentar incluyen:

  • Alergias. Los bulldogs franceses pueden padecer alergias que provocan picores en la piel e irritación en las patas, así como estornudos y ojos llorosos. Su veterinario puede sugerirle medicamentos para controlar los síntomas de la alergia.

  • Dermatitis de los pliegues de la piel o pioderma. Los bonitos pliegues que rodean la cabeza y el cuello de un Frenchie pueden irritarse o desarrollar infecciones bacterianas. Es posible que veas la irritación o que notes que nuestro perro se rasca o lame la zona. Puedes prevenirlo manteniendo la piel limpia y seca. Si notas una infección en la piel, tu veterinario puede sugerir un tratamiento adecuado.  

Problemas de oídos y ojos. Los problemas auditivos y visuales que los bulldogs franceses suelen experimentar incluyen:

  • Otitis Externa. Los Frenchies tienen canales auditivos estrechos que pueden albergar bacterias que conducen a infecciones del oído. Además, los Frenchies pueden ser propensos a las infecciones fúngicas causadas por organismos como la levadura que crecen en exceso en el oído. Los síntomas de una infección de oído incluyen enrojecimiento, olor o secreción de sus oídos. Pueden sacudir la cabeza o darse una pata en las orejas. El veterinario puede recetar medicamentos para eliminar la infección. Limpiar sus oídos regularmente ayuda a prevenir futuras infecciones. 

  • Ojos de alfiler. Al igual que los humanos, los perros pueden contraer una infección ocular común llamada conjuntivitis, también conocida como conjuntivitis. El enrojecimiento, la hinchazón o la secreción son signos de conjuntivitis. El veterinario puede recetar un medicamento para curar la infección.

  • Problemas con la córnea. Los ojos grandes y saltones de los bulldogs franceses son extra vulnerables a las lesiones. Puedes reducir las posibilidades evitando la exposición a la arena, el polvo u otros residuos finos. Los síntomas de una lesión ocular pueden incluir que su mascota se frote o manosee excesivamente el ojo, mantenga los párpados cerrados o entrecierre los ojos. Las lesiones oculares requieren una atención rápida para evitar daños permanentes. Si cree que su perro tiene una lesión ocular, debe ser visto por un veterinario de inmediato.

Problemas respiratorios. Los Frenchies suelen sufrir el síndrome de las vías respiratorias braquicéfalas. Como todos los perros con hocico corto, los bulldogs franceses tienen algún grado de BAS. La forma de su cara hace que su paladar blando sea demasiado largo y obstruya su tráquea. También suelen tener las fosas nasales estrechas, lo que dificulta la respiración. Su perro puede mostrar signos de apnea del sueño, intolerancia al ejercicio o náuseas y vómitos frecuentes. La cirugía puede corregir el problema. 

Consideraciones especiales para los bulldogs franceses

Cuando hace calor en el exterior, ten siempre presente que tu Frenchie se sobrecalienta. Si su perro comienza a jadear y tiene mucha sed, diríjase al interior rápidamente. Si aparece algún otro síntoma, como mareos, letargo o colapso repentino, su perro puede tener un golpe de calor. Se trata de una urgencia médica que requiere la atención inmediata de un veterinario.

Los Frenchies son una de las razas de perros que no pueden remar con seguridad. Sus grandes cabezas hacen que puedan volcarse hacia delante y ahogarse si intentan nadar. Por su propia seguridad, nunca deje a los Frenchies sin supervisión cerca del agua.

La cría de bulldogs franceses requiere conocimientos y habilidades especiales. Muchos machos no pueden aparearse con las hembras. Los criadores recurren a la inseminación artificial cuando quieren producir cachorros. Además, las hembras de bulldog francés tienen dificultades para dar a luz sin asistencia médica. Muchas necesitan cirugías de cesárea para dar a luz.

Historia de los Bulldogs Franceses

Los bulldogs franceses no son en realidad de Francia, al menos no originalmente. La raza se originó en Nottingham, Inglaterra, a finales del siglo XIX, cuando los criadores comenzaron a criar selectivamente bulldogs para crear pequeños perros falderos. Muchos trabajadores de la zona tenían los bulldogs del tamaño de un juguete, incluidas las mujeres que hacían encaje a mano para venderlo. Durante la Revolución Industrial, las encajeras emigraron a Francia en busca de trabajo y se llevaron a sus perros.

Los pequeños, simpáticos y leales perros se pusieron de moda en París. Enseguida se hicieron populares entre los comerciantes y la clase trabajadora. Con el tiempo, la alta sociedad se fijó en los perritos y pronto estuvieron por todas partes.

Con el tiempo, el aspecto de los perros cambió y surgieron diferentes tipos de bulldogs franceses. Con el paso de las generaciones, perdieron la mordedura característica de los bulldogs ingleses. Los viajeros americanos los llevaron a Estados Unidos, donde se popularizó el rasgo característico de las orejas de murciélago.

Si quiere traer a casa un bulldog francés, hable con su veterinario sobre cómo preparar a un nuevo perro. Su veterinario puede recomendarle un criador de renombre en su zona para que pueda estar seguro de encontrar un perro sano que sea su nuevo mejor amigo. 

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