Dieta vs. Ejercicio: La verdad sobre la pérdida de peso

Dieta vs. Ejercicio: La verdad sobre la pérdida de peso

De los archivos del médico

Por Alia Hoyt

Lo admito: Una vez fui una de "esas mujeres" para las que la pérdida de peso tras el embarazo fue relativamente rápida e indolora. Nunca he sido una delgada como una modelo, pero tras el nacimiento de mis dos primeros hijos mi cintura anterior se recuperó sin apenas esfuerzo. Sí, ya sé cómo quieres llamarme, y no te culpo. Así que relájate y ríete cuando te diga que los kilos decidieron instalarse de forma permanente tras el nacimiento de mi tercer hijo. Ni el recuento de calorías ni el ejercicio físico sirvieron de nada, lo que me hizo caer en picado más que las tazas de té de Disney World.

Una mañana, a través de The Dr. Oz Show, descubrí a Shaun T, entrenador físico y creador del entrenamiento INSANITY (de fama infomercial). Su programa me intrigó, pero lo que realmente mantuvo mi atención fue la forma en que insistió en la nutrición. La mayoría de los programas de ejercicio prometen resultados extremos con sólo seguir los pasos. Pero él insistía en que sólo se pueden conseguir grandes resultados si también se modifican los hábitos alimenticios. Como hacer ejercicio como un maníaco apenas había hecho mella en mis hoyuelos, decidí probar su método. Sayonara, alimentos fritos y procesados. Me esperaba una revisión nutricional.

Rumor: La nutrición y el ejercicio son igual de importantes cuando se intenta perder peso

Dieta y ejercicio. Dependiendo de con quién hables, estas palabras son sucias o sagradas. No hay duda de que ambas son de vital importancia para la buena salud, pero ¿tienen el mismo peso cuando se trata de perder peso?

El veredicto: Todo el ejercicio del mundo no te ayudará a perder peso si tu alimentación no es la adecuada

Sabes cuando sales a gastar dinero y unos pocos dólares aquí o allá parecen no ser gran cosa? Entonces, ¿recibes el extracto de tu tarjeta de crédito y la suma total de tus grandes gastos se hace dolorosamente evidente? Eso es lo que ocurre con las calorías, las grasas, el sodio y otros datos nutricionales, pero estas cosas son mucho más difíciles de detallar y seguir que los dólares y los céntimos. El resultado final es que comemos mucho más de lo necesario... incluso cuando hacemos dieta.

"Comen demasiados alimentos procesados ricos en calorías, grasas, sal y azúcar, y bajos en fibra, vitaminas, minerales y fitonutrientes. Comen muy pocas frutas y verduras frescas y, cuando las comen, eligen las peores, como las patatas, la lechuga iceberg, el zumo de manzana, etc."

La ciencia respalda repetidamente esta afirmación. Un estudio reciente publicado por Plos One siguió a los miembros de una tribu de cazadores-recolectores del norte de Tanzania. Los investigadores obtuvieron datos sobre la actividad física, el metabolismo y la nutrición, y los compararon con el promedio de Jack y Jill que se complacen con la dieta occidental común. Lo que descubrieron fue que los miembros de la tribu son comparables en todos los aspectos excepto en sus hábitos de nutrición. En lugar de las dietas cargadas de grasa y calorías que solemos disfrutar, sólo comen alimentos enteros y naturales. Las conclusiones del estudio son simples y comunes. Básicamente, puedes seguir corriendo 5Ks o sudando al ritmo de los Oldies, pero es muy probable que los resultados sean decepcionantes a menos que cambies qué y cuánto estás comiendo. Para estar sano y mantenerse así, la tendencia tiene que continuar, no sólo durante una semana o un mes, sino a largo plazo. Misión nutricional: No es tan imposible

"Hay un millón de razones por las que las personas que hacen dieta fracasan, y los motivos varían de una persona a otra", explica Somer. "La gente miente sobre lo que come, subestimando su consumo de calorías en unas 700 u 800 calorías al día". Muchas personas que hacen dieta también malinterpretan el ejercicio. "Creen o dicen que hacen mucho más ejercicio del que realmente hacen", explica Somer.

La buena noticia es que todos estos errores de cálculo son manejables con un poco de esfuerzo. En primer lugar, sé sincero contigo mismo. ¿Realmente haces el ejercicio que crees que haces? Si no es así, aumente la intensidad. A continuación, los expertos recomiendan abandonar la basura procesada y sustituirla por alimentos reales e integrales. Somer sugiere dedicar al menos el 75 por ciento de la dieta a un menú rico en frutas y verduras frescas, granos 100 por ciento integrales, legumbres, frutos secos, productos lácteos sin grasa y mariscos. "Cargue al menos tres cuartas partes de cada plato con plantas de colores", sugiere Somer. "Lleva la comida contigo para no dejarte tentar por los autoservicios y las máquinas expendedoras".

No hay un plan de nutrición que sirva para todos. "Debes diseñar una dieta con la que puedas vivir de por vida, no un truco de solución rápida que siempre resulta en una recuperación de peso", dice Somer. "Respétate y quiérete a ti mismo para alimentar a tu cuerpo sólo con alimentos que lo alimenten y nutran, no con alimentos que socaven la salud". Así que pregunta, investiga y encuentra un plan saludable y respaldado por un médico que te atraiga. ¿Será difícil? Al principio, sí. Cualquier cambio importante en el estilo de vida suele serlo. ¿Merece la pena? Haz el trabajo y abróchate los viejos vaqueros ajustados. Entonces tendrás la respuesta.

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