Cómo llevar su dieta saludable de viaje
De los archivos del médico
Por el doctor Jay Williams
Como experto en estilo de vida, paso mucho tiempo en la carretera viajando tanto a mis clientes como con mis clientes. Muchas veces, los lugares son exóticos y no hay duda de que la comida es igualmente seductora - pero no siempre en línea con mis prácticas de alimentación saludable. Me parece que comer alimentos misteriosos en una zona horaria diferente puede inclinar la balanza de cualquier plan de alimentación bien intencionado. Pero aunque a menudo es más difícil comer de forma saludable cuando se está de viaje, no es imposible.
BUENO: Investiga con antelación
Hay innumerables recursos en línea que te ayudarán a investigar las opciones de comida saludable en el lugar al que viajas. Solo tienes que buscar en Google la zona de tu hotel y podrás encontrar blogs de viajes y listas de mercados y restaurantes saludables cercanos. (Créeme, si yo puedo encontrar un bar de zumos en medio de Nicaragua, tú puedes encontrar uno en cualquier sitio).
Otra sugerencia es comprobar que tu habitación de hotel tiene una mininevera. De este modo, puedes comprar en un mercado local alimentos saludables para el desayuno y aperitivos, como pan integral y mantequilla de frutos secos, verduras y fruta para picar, así como leche de almendras o de soja para tomar con el café.
Considere también la posibilidad de alquilar una vivienda con cocina (o una pequeña cocina) en lugar de un hotel. No sólo tendrás opciones de alimentación más saludables, sino que podrás ahorrar mucho tiempo y dinero al no tener que comer en un restaurante. Comprueba en VRBO o en Vacation Rentals las opciones en el lugar que desees.
MEJOR: Llegue preparado con opciones saludables
La preparación no es sólo para los Boy Scouts. Si sigues una dieta especial o quieres comer de forma inteligente en tu viaje, empaca algunos artículos extra. Esto evitará que te desvíes demasiado de tu típica dieta saludable mientras viajas. He aquí algunos "paquetes imprescindibles" sin los que no subiría a un avión:
Avena instantánea: Es ligera y fácil de preparar: todo lo que necesitas es una taza y agua caliente. Compra algunas opciones sabrosas bajas en azúcar, o si quieres hacerla tú mismo, prueba a mezclar avena de cocción rápida, arándanos secos sin azúcar, un poco de coco rallado, canela y un poco de stevia en polvo. Divídelo en bolsas Ziploc individuales para cada día de tu viaje.
Proteína en polvo y una mini batidora de mano: Lleva tu proteína en polvo favorita para hacer batidos para el desayuno. Siempre puedes encontrar un plátano en tu hotel y utilizar el hielo de la máquina del vestíbulo para hacer un pequeño brebaje parecido a un batido. Eso sí, no metas la batidora de mano en el equipaje de mano. (Yo lo aprendí por las malas).
Semillas de chía y vitaminas/suplementos: Cuando se viaja, es difícil ingerir todas las vitaminas y omegas, así que empacar suplementos verdes y bolsas ligeras de semillas de chía o harina de lino para espolvorear en tu avena o en tu batido de proteínas te dará esos nutrientes extra necesarios y ayudará a mantener tu sistema inmunológico funcionando correctamente mientras viajas.
LO MEJOR: Elige de forma inteligente cuando comas fuera de casa
Salir a comer fuera requiere recordar que la salud nunca se toma vacaciones. He estado en restaurantes exóticos con opciones deliciosas en los que he hecho algunas excepciones (probar la cocina local forma parte de la experiencia del viaje). Disfruta de algunas desviaciones sin sentirte culpable, siempre y cuando retomes tu plan de alimentación saludable durante el resto del viaje.
Aquí tienes algunas sugerencias más que te ayudarán a mantenerte fiel a tu dieta cuando estés de viaje:
Cuando pidas en un restaurante, empieza siempre con una ensalada grande. Trata de elegir verduras en lugar de lechuga para obtener un mayor contenido de nutrientes. Yo busco guarniciones de verduras o cereales que pueda añadir a la ensalada. Y siempre que puedas, opta por el aliño aparte. Las sopas locales pueden ser divertidas y llenadoras. Evita las versiones a base de crema.
Acompaña lo anterior con guarniciones de judías, carne magra o un aperitivo divertido (y pequeño). Aléjate de las salsas; suelen tener crema, son altas en sodio/MSG o contienen otras sustancias misteriosas que te dejarán con una sensación de poca emoción por haberlas consumido.
No hablas el idioma? Antes de salir de casa hago "tarjetas de versión saludable" traducidas a la jerga de mi destino. Prepara algo que puedas entregar al camarero (y que él pueda entregar al chef) y que diga "No te pongas la salsa", "Bajo en grasas, por favor", "Nada frito" o "Sin lácteos". Añade un agradecimiento y una sonrisa.
Cuando pidas un cóctel en otro país, ten cuidado: la cantidad de alcohol varía. Por ejemplo, la bebida estándar de Austria contiene 6 gramos de alcohol, mientras que una bebida en Japón contiene 19,75 gramos, tres veces más potente.