El mayor beneficio para tu inversión en productos agrícolas
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Si estás intentando incorporar más frutas y verduras a tu dieta, asegúrate de sacarles el máximo partido. La forma de prepararlas puede suponer una gran diferencia en su aporte nutricional. El tipo de calor adecuado puede sacar los nutrientes de algunas, pero tendrás que comer otras crudas para obtener los mayores beneficios.
Ajo crudo
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Esta es una planta poderosa. Es rica en selenio, un antioxidante que puede ayudar a controlar la presión arterial alta y posiblemente a reducir las posibilidades de padecer algunos tipos de cáncer. Puedes mezclarla en salteados de verduras, guisos o salsa de tomate para la pasta, pero obtendrás más nutrientes si la comes cruda o la añades justo antes de que el plato se termine de cocinar.
Fruta fresca
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Se trata de un tentempié saludable, rico en fibra, bajo en grasas y calorías, y repleto de vitaminas. Algunos tipos pueden incluso reducir la probabilidad de padecer diabetes de tipo 2. Las mejores opciones son los arándanos, las uvas y las manzanas. Pero no se puede decir lo mismo del zumo de fruta del supermercado. Carece de la fibra de la fruta entera y tiene mucho azúcar añadido.
Prepara una salsa de tomate
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La pasta mezclada con una rica salsa de tomate es un clásico fácil y bueno para ti. La cocción de tomates frescos cortados en dados ayuda a su cuerpo a tomar y utilizar el licopeno, una sustancia química natural que puede hacer que sea menos probable que tenga enfermedades del corazón y algunos tipos de cáncer.
Cocinar zanahorias
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Estas populares verduras también tienen sustancias químicas naturales, llamadas carotenoides. Son los que hacen que las zanahorias sean anaranjadas, y pueden ayudar a proteger tus ojos y posiblemente a reducir tus posibilidades de padecer algunos cánceres. Al igual que el licopeno, el calor hace que los carotenoides sean más fáciles de utilizar por tu cuerpo, así que cocina al vapor o tuesta ligeramente las zanahorias frescas para sacarles el máximo partido.
Cocinar el brócoli al vapor
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Si crees que el brócoli crudo es duro o insípido, una rápida cocción al vapor puede ablandarlo sin eliminar muchos de sus nutrientes. A diferencia de hervirlo o freírlo en aceite, la cocción al vapor le permite conservar la mayor parte de un compuesto saludable llamado glucosinolato. Eso le da su olor característico y puede ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer.
Usar la presión con las setas
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Estos hongos son muy bajos en calorías y ofrecen un sabor único junto con fibra y antioxidantes. Puedes cortarlas crudas para añadirlas a una ensalada, pero si prefieres la textura de las setas cocidas, cuécelas al vapor o caliéntalas en una olla a presión. La cocción rápida puede aumentar la cantidad de antioxidantes de algunos tipos de setas.
Hornea boniatos
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Son ricos en fibra, vitaminas A y C, y calcio y magnesio que te ayudan a tener unos huesos fuertes y sanos. Pero la forma de cocinar el boniato puede cambiar la cantidad de almidón y azúcar que contiene. La mejor manera de preparar una de estas gemas, naturalmente dulces, es hornearla y servirla con la piel. Pero prescinda de la mantequilla.
La forma de cocinar es importante
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Al hervir las verduras, tanto el agua como el alto calor pueden drenar algunos nutrientes. Sin embargo, al saltearlas o rehogarlas se conservan más. Y una rápida pasada por el microondas permite que la verdura conserve aún más vitaminas.
¿Y qué hay de la cocción al vapor?
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Esta puede ser una buena manera de mantener los nutrientes de los productos frescos sin añadir la grasa del aceite o la mantequilla. Y, además, puedes disfrutar del líquido de la cocción al vapor como un caldo vegetal lleno de todos los nutrientes de las verduras que has cocinado. Pero el intenso calor del vapor puede destruir algunos nutrientes de ciertas verduras, como la col rizada, los pimientos y las coles de Bruselas. Puedes utilizarlos en una ensalada crujiente y saludable.
Cuidado con el tiempo
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Cuando uses el calor en cualquier verdura fresca, querrás mantener todo el sabor, el aspecto, la textura y los nutrientes que puedas. Cocínalas sólo hasta que estén tiernas pero todavía crujientes, no blandas. Si vas a hacer muchas, puede ser una buena idea preparar pequeñas tandas en lugar de grandes montones. Así te aseguras de que todos se cocinen a la misma temperatura.
Cuidado con los zumos
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Hacer zumos de fruta cruda es una forma muy moderna de obtener toneladas de nutrientes diferentes en un solo vaso, y hay muchos lugares donde comprar uno cuando estás de viaje. Pero ten cuidado con esa delicia fresca y espumosa. Las pieles de las frutas que no se han lavado bien pueden tener bacterias que causan diarrea. Es mejor que limpies, cortes y exprimas cuidadosamente tus propios zumos.