Acné Keloidalis Nuchae: Síntomas, tratamiento y más

El acné queloidal, también conocido como foliculitis queloidal, es una afección inflamatoria crónica o de larga duración. Puede dar lugar a lesiones, o llagas, que aparecen en la nuca y pueden convertirse en cicatrices.

El acné queloidal puede ser provocado por un traumatismo, una fricción o una infección. Siga leyendo para saber más sobre el acné queloideo nuchae, cómo tratarlo, prevenirlo y mucho más.

Qué es el acné queloidal nuchae?

El acné queloidal nuchae o foliculitis queloidal es una afección cutánea crónica o de larga duración que puede dar lugar a cicatrices que se desarrollan en el cuello. Es más común en hombres jóvenes de ascendencia africana y suele comenzar después de la adolescencia. 

Las mujeres también pueden desarrollar esta afección, pero es 20 veces más frecuente en los hombres que en las mujeres.

El acné queloidal se desarrolla en las zonas del cuello donde crece el vello. Se pueden ver pelos enredados, pelos encarnados y tallos de pelo rotos que bordean las cicatrices y ampollas que aparecen cuando se tiene esta afección.

Las cicatrices que se desarrollan como resultado del acné keloidalis nuchae suelen ser de tipo queloide, lo que significa que son rígidas y elevadas.

Cómo se desarrolla

El acné queloidal se desarrolla cuando las células inflamatorias se introducen en los folículos pilosos del cuello, lo que provoca daños en la pared del folículo y en la glándula sebácea o secretora de grasa. 

Esto rompe el folículo y pone en marcha el proceso inflamatorio. Esto acaba provocando el engrosamiento y la cicatrización del tejido cutáneo (fibrosis).

Síntomas

El acné queloideo nuchae suele comenzar con erupciones inflamadas llamadas pápulas. Se presentan con eritema, o enrojecimiento, y pueden acabar convirtiéndose en pústulas, que son ampollas o granos que contienen pus. Las pápulas también pueden convertirse en masas sensibles y llenas de pus, llamadas abscesos, debido a la infección.

Con el tiempo, la inflamación dará lugar a la formación de cicatrices queloides y las pápulas se fusionarán en grandes placas, que son zonas amplias y elevadas en la piel.

Causas

Se desconocen las causas exactas del acné keloidalis nuchae. Sin embargo, las investigaciones sugieren que las lesiones de la piel y las reacciones inmunológicas son las principales razones por las que se puede desarrollar esta afección.

Las lesiones de la piel provocadas por lo siguiente también pueden ser factores de riesgo para desarrollar acné queloidal:

  • Corte de pelo

  • Fricción

  • Irritación

  • Traumatismo

Cortarse el pelo en una barbería es un factor de riesgo con el que debes tener especial precaución, ya que las personas con la enfermedad pueden contagiarte. En concreto, la infección puede contagiarse a través de la sangre, ya que las lesiones activas de acné keloidalis nuchae sangran durante los cortes de pelo y las herramientas de afeitado suelen compartirse en la barbería.

El uso de ciertos tipos de tocados también puede causar acné queloidal. Las investigaciones han demostrado que los futbolistas afroamericanos que llevaban casco para protegerse eran más propensos a desarrollar la enfermedad.

Además, los andrógenos, u hormonas masculinas, pueden desempeñar un papel en el desarrollo de esta enfermedad. Rara vez aparece antes de la pubertad y después de los 55 años. Los andrógenos pueden potenciar la capacidad de las glándulas sebáceas para producir grasa, lo que facilita que los folículos pilosos se irriten e inflamen.

Diagnóstico

Su médico determinará si tiene acné keloidalis nuchae examinándole. También se pueden realizar estudios de laboratorio para buscar bacterias. Si su médico encuentra bacterias, le recetará los antibióticos necesarios.

También se puede realizar una biopsia para ver si realmente tiene acné queloidal o otra enfermedad como cáncer, psoriasis o un tipo grave de acné llamado acné conglobata.

Tratamiento

Existen múltiples formas de tratar el acné queloidal nuchae. Tradicionalmente, se centraba en el control y la prevención de la afección. También existe la opción de eliminar el absceso y las cicatrices a través de la cirugía y el injerto de piel si es necesario. 

Recientemente, las terapias con láser y luz también han surgido como formas populares de tratar esta afección.

Gestión y prevención del acné queloidal. Para prevenir y controlar esta afección, puede usar ropa que no toque el cuello, ya que la irritación de la ropa puede empeorar la afección.

Además, debe evitar los cortes de pelo frecuentes y dejar de usar accesorios como cadenas para el cuello.

También puede utilizar limpiadores antimicrobianos, esteroides, retinoides y/o antibióticos en su acné keloidalis nuchae para prevenir la infección y disminuir la inflamación.

Cirugía. Si el acné queloideo nuchae ha progresado hasta una fase avanzada, puede considerar la posibilidad de someterse a una cirugía o a injertos de piel para tratar la afección. Esto requiere largos periodos de curación.

La intervención quirúrgica para el acné queloideo nuchae conlleva varios riesgos. Un estudio demostró que 17 de los 31 pacientes que se sometieron a una intervención quirúrgica para eliminar el acné queloideo nuchae presentaron una leve recidiva.

Terapias con láser y luz. En los últimos años, las terapias con láser y luz han surgido como alternativas a la cirugía. Parece que funcionan disminuyendo la inflamación y/o destruyendo el folículo piloso.

Las formas más comunes de terapias con láser y luz incluyen tratamientos con un tipo específico de láser, llamado Nd:YAG de 1064 nm, y una luz tUVB. Las investigaciones sugieren que el láser Nd:YAG de 1064 nm y el láser de diodo 810 son especialmente eficaces en el tratamiento del acné keloidalis nuchae, con buenas respuestas que oscilan entre el 82% y el 95% de eficacia. 

El tUVB fue menos eficaz, con respuestas que oscilaron entre el 34% y el 49%.

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