Sobreesfuerzo: Qué es y cómo tratarlo

El sobreesfuerzo puede producirse cuando uno se esfuerza demasiado físicamente. Es la tercera causa más común de lesiones accidentales en Estados Unidos. 

Puede causar inflamación, lo que provoca dolor y malestar. Si no se aborda, el sobreesfuerzo puede provocar desgarros o estiramientos excesivos en músculos, tendones y ligamentos.

Los tipos más comunes de lesiones por sobreesfuerzo son en los hombros, la espalda y las rodillas. Sin embargo, también puedes sufrirlas en otras partes del cuerpo.

Cómo se producen los sobreesfuerzos

Hay algunas formas diferentes en las que puedes sobreesforzar tus músculos. El sobreesfuerzo puede ocurrir en casa o en el trabajo. Cada vez que levantes algo o realices una actividad física inusual, debes prestar atención a cómo estás moviendo tu cuerpo.

Las industrias más comunes para las lesiones por sobreesfuerzo son la industria de los servicios y el comercio, junto con el transporte y los servicios públicos. Sin embargo, los acontecimientos y las actividades que pueden provocar un sobreesfuerzo son diferentes para cada persona. Debes escuchar a tu cuerpo y conocer tus límites. 

Postura inadecuada. Si realiza una tarea física o levanta algo con una mala postura, puede correr más riesgo de lesionarse.

Trabajar en un espacio inadecuado. Si no tienes suficiente espacio para moverte adecuadamente para la tarea que estás realizando, puedes lesionarte.

Llevar demasiado peso. Ten cuidado si no estás acostumbrado a llevar cargas pesadas. Cuando llevas algo que está por encima de tu capacidad, corres el riesgo de hacer un sobreesfuerzo.

Utilizar herramientas desgastadas. Cuando las herramientas se desgastan, es posible que tengas que sujetarlas de forma inadecuada o utilizar más fuerza. 

Movimiento repetitivo. Hacer el mismo movimiento una y otra vez sin suficiente tiempo de descanso te pone en mayor riesgo de sobreesfuerzo.

El impacto del sobreesfuerzo en tu salud

Las lesiones por sobreesfuerzo más comunes afectan al cuello y a la espalda, y suelen contribuir a la aparición de dolores crónicos en la parte superior e inferior de la espalda. Si sufres una lesión por sobreesfuerzo, puedes tener un mayor riesgo de volver a lesionarte, incluso después de haberte curado. Esto puede afectar a tu vida personal y profesional de las siguientes maneras:

  • Es posible que tengas que ausentarte del trabajo para permitir la curación.

  • Mientras trabaja en un trabajo físico, puede necesitar realizar una función laboral diferente mientras se cura.

  • Debe practicar una forma segura mientras practica deportes y se ejercita. 

El uso de técnicas adecuadas de levantamiento y trabajo puede mantenerte sano para que puedas disfrutar de la actividad física en todos los ámbitos de la vida.

Señales de sobreesfuerzo

Puede estar cerca del sobreesfuerzo mientras realiza una tarea si:

  • Se siente mareado

  • Sentirse adolorido

  • Sentir demasiado calor

  • Sudar demasiado

  • Tener el pulso alto

  • Tener dolor abdominal

  • Experimentar aleteo en el corazón 

  • Tener dolor en el pecho

Si experimenta la sensación de un corazón agitado durante más de 30 minutos, o dolor en el pecho, llame al 911 de inmediato. 

Cómo prevenir el sobreesfuerzo

Hay muchas cosas que puedes hacer tanto en casa como en el juego y en el trabajo para prevenir el sobreesfuerzo.

Calentamiento. Antes de realizar una actividad física, estira y mueve el cuerpo para calentar los músculos.

Haz pequeños descansos. Cuando realices movimientos repetitivos o levantes mucho peso, haz muchas pequeñas pausas. Incluso una pausa de 20 segundos para estirar los músculos que estás utilizando puede ser útil.

Levantar correctamente.  Al levantar cualquier cosa, es importante mantener una postura y una forma adecuadas. Sigue estos pasos para evitar el sobreesfuerzo:

  • Colóquese cerca de lo que está levantando.

  • Coloca los pies bien separados para tener una base sólida.

  • Dobla las rodillas en lugar de las caderas y la espalda.

  • Aprieta los músculos del núcleo para ayudarte a levantar el objeto.

  • Utilice los músculos de las piernas para levantar, no la espalda.

  • No tuerzas tu cuerpo mientras sostienes algo pesado. Gira todo el cuerpo, incluidos los pies. Tu nariz y los dedos de los pies deben apuntar siempre en la misma dirección mientras levantas.

  • Al bajar un objeto pesado, flexiona con las rodillas para ponerlo en cuclillas en lugar de abatirlo por las caderas.

Pide ayuda. Cuando se trate de un objeto voluminoso o pesado, pida a alguien que le ayude. O, si no hay nadie disponible, intente hacer varios viajes para llevar los objetos pesados en lugar de intentar cargarlos todos a la vez.

Eleva las mesas de trabajo a la altura de la cintura. Si su mesa de trabajo está demasiado baja, puede correr el riesgo de sufrir un sobreesfuerzo por agacharse demasiado. Eleve su mesa de trabajo a la altura adecuada para evitarlo.

Mantenga sus herramientas o adquiera otras nuevas. Utilice herramientas en buen estado para evitar sobreesfuerzos.

Utilice el equipo disponible para mover objetos pesados. Si está disponible, utilice herramientas destinadas a la asistencia en el levantamiento. Puede tratarse de cualquier cosa, desde un cinturón de elevación que le proporcione un mayor apoyo del núcleo, hasta maquinaria que levante los objetos por usted y los lleve a donde deben ir.

Evita cargar cosas demasiado pesadas. El límite de carga de cada persona es diferente. Si no transporta regularmente objetos pesados o hace ejercicio, lo que puede cargar con seguridad puede ser menos que otra persona. Escuche a su cuerpo y pida ayuda cuando la necesite.

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