Correr es un buen ejercicio cardiovascular que hace trabajar todos los grupos musculares principales y eleva el ritmo cardíaco y el bombeo de la sangre.
Los CDC recomiendan que los adultos realicen al menos 150 minutos de actividad moderada a la semana. Puedes hacer una media de 30 minutos 5 días a la semana. Si prefieres una actividad más vigorosa, como correr, puedes aspirar a 75 minutos semanales. Esto supone una media de sólo 15 minutos 5 días a la semana.
Acerca de correr
Cuando empiezas a correr, tu cuerpo pasa de un estado de reposo a uno activo. Tu respiración se hace más profunda y pesada. Tu pulso se acelera a medida que la sangre bombea más rápido por tu cuerpo para enviar oxígeno a tus músculos y a tu cerebro.
Al marcar el ritmo, el cuerpo libera unas hormonas llamadas endorfinas. Éstas contribuyen al "subidón del corredor" del que hablan muchos corredores después de un entrenamiento intenso. Las endorfinas ayudan a que tus músculos no sientan dolor durante la carrera y mejoran tu estado de ánimo.
Qué músculos se utilizan al correr?
Cuando corres, tus músculos te impulsan en un movimiento hacia adelante. No son sólo tus piernas las que hacen el trabajo. Todo tu cuerpo participa en el esfuerzo de correr.
Al principio de la zancada, cuando el pie toca el suelo, los cuádriceps -los grandes músculos de la parte delantera del muslo- realizan la mayor parte del trabajo. A medida que el cuerpo avanza, el esfuerzo se traslada a los músculos gastrocnemios. Éstos se encuentran en la parte superior de la pantorrilla.
Los estudios demuestran que los brazos no contribuyen al movimiento hacia delante. Pero tus brazos están ocupados contrarrestando el impulso de tu mitad inferior. La mayoría de los músculos se activan durante la carrera, pero los cuádriceps y los gastrocnemios son los que más trabajan.
Beneficios de correr
Mayores niveles de endorfinas. Las endorfinas crean una sensación general de bienestar. Puede que te sientas bien mientras corres o que estés de mejor humor después. Puedes tener un claro subidón de corredor o simplemente un mejor estado de ánimo general. Cada persona es diferente.
Dormir mejor. Cuando se aumenta la energía y se bombea la sangre con un ejercicio vigoroso como correr, se consigue un sueño más reparador. Una mejor calidad del sueño puede conducir a:
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Un metabolismo más rápido
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Mejora de la función de los órganos
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Más energía física
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Claridad mental
Menor riesgo de depresión. Una de las condiciones de salud mental más comunes -la depresión- puede convertirse en una espiral descendente de síntomas agotadores e incluso empeorar las enfermedades físicas. Correr puede disminuir los efectos de la depresión en tu vida.
Mejor densidad ósea. Se sabe que el impacto físico de correr aumenta la densidad ósea. Si tienes riesgo de sufrir adelgazamiento de los huesos (u osteoporosis), correr reduce la posibilidad de que te rompas los huesos con la edad.
Músculos más fuertes. Cuando corres, todos los grupos musculares principales se activan. Las piernas trabajan para moverte hacia delante. Los brazos proporcionan equilibrio. El núcleo se encarga de mantenerte fuerte y estable.
Más resistencia. Correr supone un reto para tu cuerpo que muchas otras actividades no suponen. Cuando corres, aumentas tu resistencia para cosas cotidianas para las que de otro modo no tendrías energía.
Riesgos de correr
Correr es seguro siempre que mantengas una buena forma y tengas cuidado con tu entorno. Con cualquier actividad física, existe un riesgo de lesión. La mayoría de las lesiones al correr provienen del uso excesivo. Esto incluye:
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Rodilla de corredor. Puede tener dolor por el roce de la rótula con el fémur.
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Dolor en el tendón de Aquiles. Se trata de un dolor que va desde el talón hasta la parte inferior de la pantorrilla. Esta zona puede estar rígida o sobrecargada por el movimiento repetitivo de correr.
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Dolores de espinilla. La fuerza con la que los pies golpean el suelo puede provocar dolor en la parte delantera de las piernas. Los dolores de espinilla suelen ser causados por una inflamación cuando no permites que tu cuerpo descanse.
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Fracturas por estrés. Puedes tener desde pequeñas roturas en el hueso que te causen molestias y dolor.
Asegúrate de escuchar a tu cuerpo y bajar el ritmo cuando lo necesites. Esto puede significar que te tomes días o semanas de descanso en tu rutina de correr para evitar lesiones.
Habla con tu médico antes de empezar un plan de carrera. Ellos pueden hablar de cualquier condición de salud y de tu salud en general. Si eres principiante, tómatelo con calma y empieza a correr con tranquilidad.