La inmunoterapia es un tratamiento que utiliza el propio sistema inmunitario de la persona para combatir enfermedades como el cáncer. El tratamiento funciona estimulando el sistema inmunitario para que trabaje más para atacar a las células cancerosas, para que el otro tratamiento que está recibiendo funcione mejor y para "entrenar" a su cuerpo a recordar las células cancerosas de modo que esté preparado para atacarlas si el cáncer vuelve a aparecer.
En las últimas décadas, la inmunoterapia ha cobrado importancia en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer, como el carcinoma de células renales metastásico, el melanoma avanzado, el cáncer de colon metastásico y ciertos cánceres de mama, pulmón y vejiga, así como los linfomas.
Pero tiene riesgos y no es para todo el mundo. Conozca algunos datos clave antes de decidirse a empezar.
¿Quién debe recibir inmunoterapia?
Para someterse a este tratamiento deberá gozar de buena salud, es decir, no tener problemas de salud importantes aparte del cáncer. Antes de empezar, su médico le hará pruebas para comprobar que sus órganos vitales, como el corazón y los pulmones, funcionan como deberían. También le harán un escáner cerebral. La inmunoterapia no ayuda al cáncer que se ha extendido al cerebro.
¿Cuáles son los riesgos?
Los médicos creen que la inmunoterapia es segura. Aun así, someterse al tratamiento puede provocar efectos secundarios. La forma en que te sientas dependerá del fármaco que estés tomando, pero los síntomas más comunes son:
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Erupciones cutáneas
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Fatiga
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Diarrea
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Náuseas
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Llagas en la boca
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Cambios en la presión arterial
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Acumulación de líquidos
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Síntomas similares a los de la gripe, como escalofríos, fiebre y dolores de cabeza
La mayoría de estos problemas desaparecen cuando termina su tratamiento. Hasta entonces, su médico puede ayudarle a controlarlos.
Algunos fármacos de inmunoterapia también pueden causar problemas más graves. Por ejemplo, las personas que toman dosis elevadas del fármaco de inmunoterapia interleucina-2 (IL-2) tienen más posibilidades de sufrir daños renales, ataques cardíacos, hemorragias intestinales y trastornos neurológicos. Por ello, será fundamental que le informe a su médico de cómo le hace sentir la inmunoterapia.
Hable con su médico sobre los posibles riesgos de este tratamiento, cómo se comparan con los beneficios que obtendría del medicamento y cómo manejaría cualquier efecto secundario.
¿Cómo recibiré el tratamiento?
Sólo algunos centros médicos cuentan con personal con la formación adecuada para administrar los medicamentos de inmunoterapia y conocer los efectos secundarios a los que hay que prestar atención. Habla con tu médico sobre dónde tendrías que ir para recibir el tratamiento. Si no está cerca, vea si puede hablar con un trabajador social del centro sobre el tipo de arreglos que tendrá que hacer durante su atención.
La frecuencia del tratamiento depende del fármaco. Por ejemplo, si su médico quiere que reciba IL-2, podría recibir hasta 14 dosis, con un intervalo de 8 horas, durante 5 días. Permanecerá en el hospital para que su médico pueda vigilar su salud. Algunas personas pueden permanecer hasta 10 días.
Se pueden tomar otros fármacos de inmunoterapia sin necesidad de hospitalización. Algunas personas que reciben un fármaco más nuevo llamado nivolumab (Opdivo) podrían recibir una dosis por vía intravenosa cada 2 semanas.
Dado que los científicos están estudiando muchos fármacos nuevos de inmunoterapia, su médico también puede sugerirle que participe en un ensayo clínico. Se trata de un estudio en el que se prueba un nuevo fármaco para comprobar su eficacia. Es posible que su médico conozca un ensayo clínico que sea adecuado para usted.
Cómo sé si la inmunoterapia es adecuada para mí?
Sólo algunos cánceres responden al tratamiento. Si le ofrecen la inmunoterapia, es posible que tenga muchas preguntas para su médico o no.
He aquí algunas cosas que tal vez quiera preguntar:
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Cuáles son los pros y los contras?
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Cuáles son los objetivos de este tratamiento.
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Tendré algún otro tratamiento?
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Podré seguir yendo a trabajar, estar activo y hacer mi vida cotidiana?
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Si tengo efectos secundarios, ¿cómo puedo afrontarlos?
Es normal sentirse ansioso al comenzar un nuevo tratamiento contra el cáncer. Quieres asegurarte de que estás tomando la decisión correcta para tu salud. Es posible que decidas pedir una segunda opinión antes de decidirte. A menos que tenga que empezar este tratamiento de inmediato, tómese el tiempo necesario para hablar con su médico, investigue el medicamento que le gustaría empezar y obtenga la opinión de personas de su confianza.