Qué puede hacer para prevenir el cáncer y por qué funciona

Deja el tabaco

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Cada calada de tabaco contiene 250 sustancias químicas nocivas. Casi 70 de ellas provocan cáncer. Y no sólo el cáncer de pulmón. Los cigarrillos están relacionados con otros 12 tipos, como el de estómago, vejiga, riñón, boca y garganta. Cuanto antes lo dejes, mejor. Pide consejo a tu médico sobre los métodos para dejar de fumar.

Coma más brócoli

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Las frutas y verduras tienen un gran poder anticancerígeno porque son ricas en nutrientes y fibra, y bajas en grasa. Prueba el brócoli, las coles de Bruselas, la col rizada, los berros y otras verduras crucíferas. Protegen contra el daño del ADN que puede convertir las células en cancerosas. O coma bayas de colores. Los estudios demuestran que tienen sustancias químicas que combaten el cáncer y evitan el daño a las células.

Recorte unos cuantos kilos

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El peso extra alrededor de la cintura podría suponer una mayor probabilidad de padecer cáncer, especialmente de mama, colon, útero, páncreas, esófago y vesícula biliar. Los investigadores dicen que una de las razones puede ser que las células grasas liberan sustancias que favorecen el crecimiento de las células cancerosas.

No te pases con el alcohol

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Si te tomas demasiados martinis al día, las probabilidades de padecer cáncer aumentan. El alcohol está relacionado con el cáncer de boca, mama, hígado y esófago, entre otros. Cuanto más beba, mayor será el riesgo. Si bebe, hágalo con moderación. Las mujeres deben limitarse a una bebida al día, y los hombres a dos.

Reduzca el consumo de perritos calientes

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Piénsatelo dos veces antes de echar unos a la parrilla. Los estudios demuestran que las carnes procesadas, como los perritos calientes, el beicon y las salchichas, tienen unas sustancias químicas llamadas nitritos y nitratos que pueden estar relacionadas con el cáncer. Y las investigaciones sugieren que el exceso de carne roja, como el bistec y las hamburguesas, podría suponer un riesgo a largo plazo de cáncer colorrectal. Elige alternativas más seguras para tu comida al aire libre, como pechuga de pollo o pescado.

Salga del sofá

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Pasas demasiado tiempo holgazaneando? La prevención del cáncer es una razón más para ponerse en movimiento. El ejercicio combate la obesidad y reduce los niveles de hormonas como el estrógeno y la insulina, que se han relacionado con el cáncer. Intenta hacer 30 minutos de ejercicio aeróbico -del tipo que hace que tu corazón bombee- la mayoría de los días de la semana.

Ponte protector solar

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Tomar el sol puede darte un aspecto saludable, pero bajo la superficie, los rayos UV causan daños en la piel que podrían provocar cáncer. Como puedes quemarte en sólo 15 minutos, ponte crema solar antes de salir. Elige un producto de amplio espectro con un FPS de 30 o superior. Vuelve a aplicarlo cada vez que sudes o nades. Y cuando estés al sol, lleva un sombrero de ala ancha y gafas de sol envolventes.

Practica el sexo seguro

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Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) no son su única preocupación durante las relaciones sexuales sin protección. Algunas de estas infecciones también aumentan tus probabilidades de tener cáncer. Alrededor del 70% de los cánceres de cuello de útero comienzan con los tipos 16 y 18 del virus del papiloma humano (VPH). Algunos tipos de hepatitis pueden causar cáncer de hígado. Para estar segura, utiliza un preservativo de látex cada vez que tengas relaciones sexuales.

Vacunarse

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Cuando se trata de vacunas, piense más allá de la vacuna anual contra la gripe. Algunas pueden proteger también contra el cáncer. Ciertas vacunas contra el VPH previenen los cánceres de cuello uterino, vulva, vagina y ano. El momento de vacunarse es entre los 9 y los 26 años. La vacuna contra la hepatitis B previene el virus que causa el cáncer de hígado. Forma parte del calendario de vacunación infantil.

Evita los productos químicos tóxicos

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Las sustancias químicas denominadas carcinógenas dañan el ADN de las células y aumentan la probabilidad de padecer cáncer si las tocas, comes o respiras. El amianto, el radón y el benceno son algunas de las sustancias con las que algunas personas entran en contacto en el trabajo o en casa. Las sustancias químicas de los herbicidas, los plásticos y algunos productos domésticos también pueden ser peligrosos. No se pueden evitar todas las sustancias químicas, pero hay que saber cuáles se encuentran en los productos que se utilizan y cambiarlos por otros más seguros si se puede.

Conozca su historial familiar

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Has heredado algo más que los ojos de tu madre o la sonrisa de tu padre. También pueden haber compartido sus posibilidades de padecer enfermedades como el cáncer. Algunos genes que los padres transmiten a sus hijos tienen defectos. No reparan el ADN dañado como deberían, lo que permite que las células se conviertan en cáncer. Infórmate sobre el historial médico de tu familia y pregunta a tu médico si un test genético es una buena idea para ti.

Manténgase al día con las revisiones

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Las pruebas de cribado detectan el cáncer a tiempo, a veces incluso antes de que empiece. La colonoscopia suele detectar pólipos en el colon y el recto antes de que se conviertan en cáncer. La prueba de Papanicolaou localiza células precancerosas y cancerosas en el cuello uterino de la mujer. Las mamografías y la tomografía computarizada de baja dosis (LDCT) buscan cánceres de mama y de pulmón en fase inicial. Pregunte a su médico cuándo debe empezar a hacerse estas pruebas y con qué frecuencia las necesita.

Tome los medicamentos si los necesita

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Algunos medicamentos reducen las probabilidades de padecer ciertos cánceres. El tamoxifeno (Nolvadex, Soltamox) y el raloxifeno (Evista) pueden reducir el riesgo de cáncer de mama, pero pueden tener efectos secundarios graves. La aspirina puede proteger contra el cáncer colorrectal y de próstata. Sin embargo, hay que tener cuidado con los suplementos que prometen mantenerle libre de cáncer. Muchos no han sido probados, y algunos tienen efectos secundarios.

Tenga cuidado con la terapia hormonal

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Puede aliviar los síntomas de la menopausia, como los sofocos y la fatiga, y proteger los huesos. Pero la terapia hormonal puede aumentar sus posibilidades de padecer cáncer de mama y dificultar su detección. Pregunte a su médico sobre los riesgos antes de probar este tratamiento.

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