Hábitos que pueden ayudarle a reducir el riesgo de cáncer de mama

Equilibra tu dieta

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Tus elecciones alimentarias pueden ayudarte a reducir las probabilidades de padecer cáncer de mama, aunque los científicos están investigando más para saber cómo afecta la dieta a la enfermedad. Céntrese en las verduras, las frutas, las legumbres y los cereales integrales, que deben constituir dos tercios de su plato. Reserve el otro tercio para las proteínas magras, como la carne de ave o el pescado. Más de 5 tazas al día de alimentos de origen vegetal es una buena pauta.

Limita el alcohol

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Si eres una mujer que toma dos o tres raciones al día de vino, cerveza o licor, tu riesgo es un 20% mayor que la que no bebe. Los expertos dicen que si quieres beber, no tomes más de una copa al día. Eso sólo aumenta ligeramente tus posibilidades de padecer cáncer de mama.

No fumes

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El consumo de tabaco está relacionado con un mayor riesgo de cáncer de mama, especialmente en mujeres jóvenes que no han pasado por la menopausia. La cantidad de tabaco, la edad a la que se empezó a fumar y el tiempo que se sigue fumando influyen en la probabilidad de contraer la enfermedad. Si es fumadora, pregunte a su proveedor de atención médica sobre las formas de ayudarle a dejar de fumar.

Conozca su tipo de tejido

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La composición de todos los pechos es diferente. Si los tuyos tienen menos carne grasa y más glándulas mamarias y tejido de soporte, se llaman "densos". Esto puede aumentar el riesgo de cáncer de mama y hacer que las células anormales sean más difíciles de detectar en las exploraciones. Las mamografías son una forma de medir su tipo de tejido. Si tiene mamas densas, tome otras medidas para reducir sus probabilidades de padecer cáncer de mama. Es posible que tenga que someterse a pruebas de detección más a menudo o utilizar pruebas de detección más avanzadas.

Haz tus entrenamientos

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La actividad física regular puede reducir el riesgo de cáncer de mama. Los expertos dicen que debes hacer 150 minutos de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicios más duros y vigorosos en el transcurso de una semana. También puedes hacer un poco de ambos.

Vigila la báscula

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Cuando llevas una dieta equilibrada y haces ejercicio, eso puede ayudarte a mantener un peso saludable, lo que también disminuye la posibilidad de padecer cáncer de mama. Los kilos de más, sobre todo si los has ganado en la edad adulta, están relacionados con un mayor riesgo de padecer la enfermedad. Esto es especialmente cierto para las mujeres que han pasado por la menopausia.

Considere su método anticonceptivo

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Los métodos anticonceptivos hormonales, como las píldoras y algunos DIU, están relacionados con una probabilidad ligeramente mayor de padecer cáncer de mama. Pero también pueden protegerte contra otros tipos de tumores. Tu médico puede ayudarte a pensar en cómo se comparan las cosas que aumentan tus probabilidades de tener cáncer de mama con la fiabilidad y los beneficios para la salud de los diferentes tipos de anticonceptivos y decidir qué es lo mejor para ti.

¿Qué pasa con la THS?

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Algunas mujeres toman terapia hormonal sustitutiva para aliviar los síntomas de la menopausia o prevenir las fracturas óseas. Pero el riesgo de cáncer de mama aumenta cuando se toma el tipo combinado (estrógeno y progesterona) o si se toma el tipo de estrógeno solo durante muchos años. Si la menopausia le afecta seriamente, hable con su médico sobre sus opciones. Si decide tomar esta medicación, querrá la dosis efectiva más baja durante el menor tiempo posible.

Asegúrese de obtener fibra

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Puedes encontrar este nutriente en los cereales integrales, las verduras, las frutas y las legumbres. Las mujeres que consumen muchos de estos alimentos tienen un menor riesgo de padecer cáncer de mama, según varios estudios. Los científicos no están seguros de cómo funciona para prevenir los tumores, pero están investigando más para entender por qué. Una dieta rica en fibra también puede ayudar a tu salud de otras maneras, como la reducción de las probabilidades de padecer diabetes y enfermedades cardíacas.

Mantén la oscuridad

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Las mujeres expuestas a mucha luz por la noche -ya sea porque trabajan por turnos o porque viven en zonas bien iluminadas- pueden tener un mayor riesgo de padecer cáncer de mama. Los investigadores creen que el vínculo es una hormona llamada melatonina, que tu cuerpo produce cuando cae la oscuridad para que te sientas con sueño. Si puedes, intenta controlar la cantidad de luz que te rodea por la noche. Herramientas como las cortinas opacas, un antifaz para dormir y bombillas de bajo consumo en tu baño pueden ayudarte.

¿Consigues la vitamina D?

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Tu cuerpo produce su propia vitamina D cuando la luz del sol golpea tu piel. Pero una forma más fiable de obtener suficiente es a través de alimentos como el salmón, las ostras, las sardinas y los alimentos enriquecidos como la leche y el zumo de naranja. Cuando no se obtiene una cantidad suficiente de este nutriente, puede aumentar el riesgo de cáncer de mama. También puedes obtenerlo en forma de suplemento, pero habla con tu médico antes de tomarlo.

Revisa tus artículos de aseo

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Muchos cosméticos, lociones y productos para el cabello tienen parabenos, que pueden actuar como un estrógeno débil en tu cuerpo. Algunos científicos creen que estas sustancias químicas podrían desencadenar un cáncer de mama hormonalmente positivo, pero la investigación no está nada clara. Si te preocupa el riesgo, puedes comprar artículos fabricados sin esta sustancia.

Infórmate

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Hay mucha información errónea sobre el cáncer de mama. Para abordar algunos mitos comunes: La mamografía es una importante herramienta de cribado y no provocará la propagación de un tumor. No aumentará el riesgo si se afeita las axilas o usa antitranspirante. El uso de un sujetador -con aros o de otro tipo- no afecta a sus probabilidades.

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