Por Crystal Hammon
Si tiene cáncer de ovario en fase avanzada, su dieta puede ser un poderoso aliado en su tratamiento, ya que le proporciona las calorías que necesita para obtener energía y regula su metabolismo y su sistema inmunitario. La nutrición por sí sola no curará el cáncer, pero puede ayudarle a controlar los síntomas, evitar complicaciones y reducir los efectos secundarios de los tratamientos.
Al principio de su tratamiento, es posible que desee buscar asesoramiento nutricional. Un dietista acreditado puede ayudarle a controlar los síntomas y mantenerle en el camino de los objetivos nutricionales saludables antes, durante y después de su tratamiento.
Manténgase nutrido con una dieta equilibrada
Procura consumir alimentos variados y coloridos que aporten energía y te ayuden a mantener un peso saludable. Toma porciones pequeñas cuando comas alimentos que contengan muchas calorías sin aportarte muchos nutrientes.
Empieza con los alimentos que te gustan y prueba a añadir o quitar alimentos para conseguir una dieta equilibrada. Si, por ejemplo, no le gustan las verduras, vea si puede ir aumentando poco a poco su consumo. Beba de seis a ocho vasos de agua al día para evitar el estreñimiento que pueden provocar algunos medicamentos para el cáncer de ovario.
Alimentos densos en nutrientes
Verduras enteras. En cada comida, intenta llenar la mitad de tu plato con una colorida mezcla de verduras de color verde oscuro o naranja, como brócoli, espinacas, zanahorias y boniatos. Otras que debes incluir en tu menú son las judías y las verduras con almidón, como las patatas y el maíz.
Fruta entera. Toma de una a dos tazas de fruta al día. Para obtener la mayor cantidad de nutrientes y fibra, coma fruta entera y evite los zumos.
Granos enteros. Al menos la mitad de los cereales de su dieta deben ser integrales. Busque productos que sean 100% cereales o que tengan los cereales como primer ingrediente de la lista. Intente consumir de 5 a 8 onzas de cereales integrales, dependiendo de sus objetivos calóricos.
Proteínas vegetales o animales. Las proteínas son una parte importante de su dieta porque transportan oxígeno y ayudan a su cuerpo a recuperarse. Esfuércese por consumir de 5 a 7 onzas de proteína magra cada día de una variedad de fuentes. Además de la carne, las aves de corral y los huevos, sus opciones incluyen el marisco, los frutos secos, las semillas y la soja, así como las alubias y las lentejas.
Lácteos y alternativas a los lácteos. Alimentos como la leche baja en grasa, el yogur y el queso contienen calcio, potasio, vitamina D y proteínas. Estos nutrientes favorecen la salud de los huesos, los dientes y la presión arterial. Intenta consumir 3 tazas de lácteos al día. Si eres intolerante a la lactosa, cambia los productos lácteos por los de bajo contenido en lactosa o sin ella.
Alimentos con hierro. La quimioterapia puede reducir el número de glóbulos rojos que transportan oxígeno. Puede contrarrestar este efecto comiendo carne de vacuno magra y otros alimentos ricos en hierro, como huevos, verduras de hoja verde, semillas de sésamo y frutos secos.
Aceite insaturado. Aunque es conveniente que tu dieta sea baja en grasas, muchos aceites son buenas fuentes de ácidos grasos importantes. Un rango saludable es entre 20 y 30 gramos cada día. Los aceites insaturados son los de canola, maíz, oliva y girasol. También puedes obtener aceites del marisco, las aceitunas, los aguacates, los frutos secos y las semillas.
¿Bajo en grasas? La ciencia está mezclada
Las investigaciones en curso hacen que a veces cambien las orientaciones sobre qué tipo de dieta es mejor para las personas que se recuperan del cáncer. En un estudio, por ejemplo, las personas con cáncer de ovario que siguieron una dieta baja en grasas con muchas verduras, frutas y fibra tuvieron una tasa de mortalidad un 27% menor.
Las dietas bajas en grasas están relacionadas con la reducción de la grasa visceral si se trata de adultos con sobrepeso u obesidad. Se trata de la grasa que se encuentra en el interior del vientre y que se acumula alrededor de los órganos. La pérdida de este tipo de grasa favorece el metabolismo, el sistema que utiliza el cuerpo para convertir los alimentos en energía. Las dietas bajas en grasa también pueden ayudarle a mantener la masa muscular. Muchas personas con cáncer de ovario en fase avanzada tienen un alto riesgo de perder masa muscular y fuerza.
Pero otros estudios sugieren que obtener más calorías de las proteínas y las grasas y menos calorías de los carbohidratos podría ser mejor si se tiene un cáncer de ovario avanzado. Según algunas investigaciones, reducir los carbohidratos podría interrumpir el crecimiento de las células cancerosas que dependen de la glucosa y la insulina.
Todo sobre la soja
Es posible que hayas oído que debes evitar los productos de soja si tienes una forma de cáncer relacionada con los niveles hormonales. Este mito proviene de los fitoestrógenos que se encuentran comúnmente en los productos de soja. Los fitoestrógenos son compuestos naturales que se asemejan al estrógeno del cuerpo. Esta similitud les permite desempeñar un papel en la señalización hormonal. Algunos científicos creen que podrían interferir en los tratamientos contra el cáncer.
A los investigadores les intriga el posible papel de los fitoestrógenos para ayudar o dificultar los tratamientos contra el cáncer. Algunos estudios sugieren que la ingesta de fitoestrógenos puede limitar el crecimiento celular de ciertos tumores y activar algunas formas de tratamiento del cáncer, como la quimioterapia, la terapia hormonal y la radiación.
Algunas investigaciones interesantes muestran que los fitoestrógenos podrían proteger a las células sanas de los efectos dañinos de los tratamientos contra el cáncer. Pero estos estudios no eran lo suficientemente amplios como para sacar conclusiones. Necesitamos más investigaciones para saber si los fitoestrógenos tienen potencial como terapia.
Mientras tanto, la mayoría de los investigadores creen que los alimentos de soja, como el tofu y la leche de soja, son seguros para las personas con antecedentes de cáncer de ovario. Siéntase libre de comer alimentos de soja si los disfruta, pero no hay razón para aumentar su consumo.
¿Qué pasa con los suplementos dietéticos?
Los suplementos dietéticos, las multivitaminas, las medicinas naturales y los productos botánicos son muy populares. Pero no está claro que sean útiles para quienes padecen cáncer de ovario en fase avanzada. Algunos suplementos pueden ser perjudiciales si se toman durante un largo periodo de tiempo. Y algunos productos, como la hierba de San Juan, pueden dificultar algunas formas de quimioterapia. Hable con su médico antes de tomar cualquier suplemento.
Consejos para controlar las náuseas y la pérdida de apetito
Por muy sana que fuera su dieta antes del diagnóstico de cáncer, puede ser difícil comer bien durante el tratamiento. Si siente dolor, ansiedad o depresión, puede perder el interés por la comida. Muchas personas con cáncer de ovario en fase avanzada tienen fatiga y náuseas, se llenan muy rápido y tienen problemas para tragar. Estos síntomas pueden estar causados por los tratamientos o por su enfermedad. He aquí algunos consejos para controlar estos problemas:
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Bebe agua, leche baja en grasas, zumos de frutas, batidos y bebidas sin azúcar.
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Prueba los batidos de leche y los batidos a base de yogur. Añade nata o leche entera para aumentar el número de calorías.
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Sus papilas gustativas pueden cambiar a lo largo del tratamiento. Los alimentos que no le sientan bien en un momento dado pueden saber mejor más adelante. Puede que ciertos alimentos no tengan ningún sabor o que sean tan salados o dulces que no los quiera. Mantenga la mente abierta y esté dispuesto a dar otra oportunidad a ciertos alimentos.
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La quimioterapia puede hacer que algunos alimentos tengan un sabor metálico. Los alimentos y bebidas ácidas o agrias pueden disimularlo.
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Potencia el sabor añadiendo salsas o hierbas frescas o secas.
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Si le resulta difícil tragar, haga un puré con la comida. Coma cada plato por separado para ayudar a sus papilas gustativas a distinguir el sabor y el color de cada alimento. Añade líquido para que los alimentos sean más fáciles de tragar.
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Si los olores de la cocina le quitan el apetito, intente comer la comida fría.
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Calma tu estómago revuelto con un té de jengibre.
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Pregunte a sus proveedores de atención médica sobre los medicamentos para las náuseas.
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Resista el impulso de saltarse las comidas cuando esté mareado o se llene rápidamente. Una pequeña cantidad de comida en el estómago a veces puede hacer que te sientas mejor y ayudarte a evitar la desnutrición.