Cuando tu bebé se resfría o le duele el estómago, no puedes recurrir a tu propio botiquín para tratarlo. Los medicamentos para adultos son muy peligrosos para los bebés. Guarda en el cuarto de baño de la habitación del bebé una provisión separada de medicamentos aptos para bebés y otros productos necesarios. Las provisiones deben incluir:
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Termómetro rectal: Si tu recién nacido siente calor, tendrás que tomarle la temperatura, y la mejor manera de hacerlo en bebés menores de 3 meses es con un termómetro rectal.
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Jeringa de bulbo: Los bebés no pueden sonarse la nariz por sí mismos, así que tendrás que hacerlo por ellos. Ten siempre a mano una jeringa de pera para succionar el exceso de mucosidad.
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Gotas nasales para bebés: Las gotas salinas son otra forma segura de despejar la nariz congestionada de tu bebé.
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Crema para la dermatitis del pañal (crema de óxido de zinc).
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Aceite para bebés para las zonas muy secas y con parches en la piel y el cuero cabelludo si se desarrollan.
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Gotas para aliviar los gases: Cuando los recién nacidos lloran sin control y nada parece calmarlos, a veces el problema son los gases. Unas gotas de antigás pueden aliviar las molestias de la barriga.
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Crema para heridas: En caso de que tu bebé se haga un rasguño o un corte, ten a mano una pomada para heridas. Para los recién nacidos es mejor una crema de primeros auxilios o un antibiótico de bacitracina. En el caso de los bebés menores de 6 meses, consulta con tu pediatra antes de utilizar cremas de primeros auxilios. Algunas cremas de primeros auxilios contienen un ingrediente que provoca una reacción en algunos bebés.
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Reductor de la fiebre como el paracetamol infantil o el ibuprofeno. Habla con tu pediatra para ver qué te sugiere tener en el botiquín.
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Muchos de los artículos de la sección infantil de la farmacia están pensados para bebés de más de 6 meses, así que pregunta al farmacéutico en caso de duda.