TDAH en adultos de raza negra, indígena y de color

Más adultos estadounidenses están siendo diagnosticados con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) que nunca, con un aumento del 36% sólo entre 2008 y 2013. Sin embargo, cuando se trata de diferentes grupos étnicos y culturales, las cifras no siempre están equilibradas. Un amplio estudio reveló que los negros, indígenas y personas de color (BIPOC) tenían muchas menos probabilidades de ser diagnosticados con TDAH que los blancos.

Los investigadores no pudieron descartar la posibilidad de que realmente haya más TDAH entre los adultos blancos. Sin embargo, son muchos los factores que impulsan la desigualdad a la que pueden enfrentarse las personas de color a la hora de recibir un diagnóstico adecuado. Otras barreras, a menudo culturales, también pueden disuadirles de buscar tratamiento para el TDAH.

Disparidad en el diagnóstico

Un estudio diverso abarcó grupos raciales y culturales, incluyendo negros, nativos americanos, isleños del Pacífico, latinos, asiáticos americanos y blancos. Todos los grupos, excepto los nativos americanos, informaron de un aumento de los diagnósticos de TDAH en los últimos 10 años, pero todavía con una tasa de detección mucho más baja que la de los blancos.

En el caso de los BIPOC, hay pruebas de sobretratamiento -es decir, diagnósticos innecesarios o incluso perjudiciales- y también de infratratamiento. Esto también desequilibra los diagnósticos precisos. Las razones de la desigualdad son complejas y pueden diferir entre grupos étnicos y culturas.

Algunos de los muchos factores que pueden entrar en juego son

Escaso acceso a una evaluación y un tratamiento de calidad. Los escasos recursos de la comunidad, los seguros inadecuados y la carga económica pueden desempeñar un papel importante en el hecho de que los BIPOC no busquen o no puedan buscar tratamiento para el TDAH.

No hay suficientes profesionales culturalmente competentes. La competencia cultural significa que el proveedor de atención médica entiende y trabaja eficazmente con personas de sistemas de creencias y culturas diferentes a la suya. Por ejemplo, pueden detectar cómo varía el "comportamiento normal" en otras sociedades para poder detectar y manejar mejor el TDAH.

La competencia cultural también requiere sintonizar con detalles personales como los antecedentes familiares, los niveles de educación y conocimiento, y los recursos disponibles.

Las prácticas y los rasgos culturales varían enormemente. Un profesional debe entender el lenguaje de su paciente, tanto el hablado como el no hablado. Esto incluye:

  • Cómo ve el grupo étnico o cultural a las personas con autoridad. Por ejemplo, muchas personas de las culturas latinas y asiáticas evitan el contacto visual como muestra de respeto.

  • En algunas culturas, es necesario entrar en calor cuando se habla de temas delicados antes de "sumergirse". Esto puede hacer que parezcan menos directos y requiere paciencia.

  • El lenguaje corporal desempeña un papel importante en la forma en que las diferentes culturas se comunican y muestran sus emociones. Puede abarcar desde la forma de hablar hasta los gestos que hacen. El profesional sanitario debe saber interpretarlos.

Asimismo, el enfoque del profesional tiene que ser claro y fácil de entender. Deben responder a las necesidades y expectativas de los BIPOC.

Diagnóstico erróneo y desconfianza. Los negros han soportado durante mucho tiempo patrones de abuso y diagnósticos incorrectos por parte del gobierno y la comunidad médica. Una profunda falta de confianza se ha convertido en parte de la cultura.

Estigma cultural en torno a las enfermedades mentales. El diagnóstico correcto del TDAH se ha relacionado con otros diagnósticos psiquiátricos. Sin embargo, las creencias culturales y el miedo a ser juzgado pueden ser una gran barrera para buscar ayuda y seguir con el diagnóstico y el tratamiento exitoso.

Por ejemplo, muchos estadounidenses de raza negra piensan que el comportamiento del TDAH no es un problema de salud mental, sino una cuestión disciplinaria. En un nivel más profundo, tienden a tener una visión "de supervivencia" de que la atención de la salud mental es una muleta, y es un signo de debilidad buscarla.

El punto de vista de "rezar para que desaparezca". Muchos grupos raciales y étnicos tienen fuertes creencias religiosas, incluida la comunidad negra. La sólida fe de estos grupos tiende a superar ampliamente la confianza en la medicina.

TDAH infantil no tratado. Aunque es un tema propio, el TDAH infantil no tratado puede proyectar una larga sombra hasta la edad adulta. Las investigaciones demuestran que aumenta el riesgo de padecer depresión, trastornos por consumo de sustancias (SUD) y otros trastornos del comportamiento.

La falta de un tratamiento adecuado para el TDAH puede afectar a la salud general de la persona, a su calidad de vida y a su estabilidad familiar.

Cómo encontrar el equilibrio en el futuro

Para reconocer, diagnosticar y tratar el TDAH en todos los orígenes raciales y étnicos, los investigadores han establecido varios objetivos y prácticas que pueden trascender la raza, las creencias y los sistemas culturales. Todo el mundo necesita tener acceso a un tratamiento de alta calidad para el TDAH.

  • El sector sanitario tiene que esforzarse por realizar un cribado imparcial, cuidadoso y bien estructurado. Esto incluye un registro adecuado de los síntomas para rastrear mejor los patrones de las afecciones relacionadas y los posibles resultados de los distintos tratamientos.

  • La comunidad médica debe encontrar formas de abordar y salvar las diferencias culturales para que la gente sea más propensa a buscar y acceder a la atención de salud mental. Esto incluye adquirir una firme comprensión de las diferencias sociales, biológicas y psicológicas entre los BIPOC y trabajar en enfoques culturalmente sensibles para identificar y tratar el TDAH en todas las poblaciones.

Consejos para la búsqueda de tratamiento

Si formas parte de una comunidad BIPOC y quieres buscar diagnóstico y tratamiento para el TDAH, la orientación de profesionales de la salud mental que también son BIPOC puede ser la más útil. Algunos consejos para empezar:

  • Lo ideal es contar con el apoyo de tu familia y amigos a la hora de buscar cualquier tratamiento médico. Si el TDAH es una etiqueta negativa en tu comunidad, no dejes que eso lo frene. Podrías quedarte callado sobre el tema por ahora.

  • Ten en cuenta que el TDAH suele ser cosa de familia. Si es un problema para ti, es probable que lo sea para otro miembro de la familia. Si mantienes el tema fuera de los límites, te arriesgas a que otra persona no reciba la ayuda que necesita. Puede ser una situación complicada, así que haz lo que puedas y sigue tus instintos.

  • Encuentra formas de difundir el conocimiento y acabar con el estigma. Si la gente entiende más sobre el TDAH y lo que te ocurre, puede estar más dispuesta a ofrecerte apoyo a ti, y a los demás. Cuando surjan oportunidades, intenta ayudar a los escépticos a ver la enfermedad mental no como algo de lo que bromear o desechar, sino como un problema de salud general. Es un problema de la mente y el cerebro, no de otra parte del cuerpo. Pero como el cerebro controla el comportamiento, es fundamental tratarlo cuando algo no funciona bien. Las personas sufren cuando evitan el tratamiento -ya sea para abordar el comportamiento o tomar medicamentos, o ambos- que puede traer alivio y ofrecer una mayor calidad de vida.

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