TDAH: Lo que los padres deben saber

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos cerebrales infantiles más comunes. Aproximadamente 1 de cada 20 niños será diagnosticado. Sin embargo, muchos padres de niños con TDAH dicen que no sabían mucho sobre esta enfermedad hasta que su hijo fue diagnosticado. E incluso entonces, la información que recibían de sus médicos era demasiado técnica para ellos o no se ajustaba a las necesidades de su hijo.

Lo que se lee en Internet puede ser más fácil de seguir, pero no siempre se basa en una ciencia sólida. Puede ser difícil distinguir la diferencia entre realidad y ficción cuando haces tu propia investigación sobre salud en Internet. Los mitos sobre el TDAH abundan en Internet. Estos son algunos de ellos: No es una enfermedad real. Todos los niños con TDAH son hiperactivos. Los niños superan el TDAH con el tiempo.

Si te sientes abrumado por un nuevo diagnóstico de TDAH y no sabes a quién acudir, esta guía puede ayudarte. Aprenderás lo básico sobre el TDAH y sus tratamientos y descubrirás cómo separar la realidad de la ficción. Aprender todo lo que puedas sobre el TDAH puede ayudarte a ser un mejor defensor de tu hijo y a ponerlo en el camino correcto del tratamiento.

TDAH: Una visión general

El TDAH es un trastorno cerebral que aparece por primera vez en la infancia. Es una condición médica real que afecta a la forma en que la mente de un niño se desarrolla y funciona.

En general, los niños con TDAH tienen dificultades con la función ejecutiva, es decir, con las habilidades que les ayudan a planificar, organizar y controlar sus comportamientos y emociones. Sin embargo, el TDAH es un poco diferente en cada niño. Algunos niños tienen problemas de concentración y atención. Otros no pueden quedarse quietos ni controlar sus impulsos. Algunos niños tienen tanto hiperactividad como falta de atención. Estos síntomas pueden interferir en la escuela, las amistades y la vida familiar. 

Los médicos todavía están aprendiendo sobre las causas del TDAH y las mejores formas de tratarlo. Ya saben que es hereditario. Si su hijo tiene TDAH, hay una probabilidad de 1 entre 4 de que usted o el otro progenitor de su hijo también lo tengan. Algunos padres reciben el diagnóstico al mismo tiempo que su hijo.

Estos son algunos de los otros factores que podrían influir en el desencadenamiento del TDAH:

  • Los traumatismos craneales

  • Nacimiento prematuro

  • Bajo peso al nacer

  • Exposición al alcohol o al humo del tabaco en el útero

  • Exposición a sustancias químicas o al plomo en la primera infancia

El diagnóstico del TDAH es un trabajo de equipo. Un profesional de la salud mental hará una evaluación basada en la información que le proporcionen usted y el médico, los profesores y otros cuidadores de su hijo. Su hijo también se someterá a pruebas para medir su atención y otros síntomas del TDAH.

El tratamiento consiste en una combinación de terapia y medicación. Los medicamentos llamados psicoestimulantes pueden ayudar a reducir la hiperactividad y otros síntomas. La terapia conductual ayuda a los niños a trabajar en habilidades como el control de los impulsos y la organización.

Separar la realidad de la ficción

Ya tienes lo básico, pero cuando te enfrentas a un nuevo diagnóstico, para ti o para tu hijo, es una buena idea aprender todo lo que puedas sobre la enfermedad. Pero ten cuidado cuando investigues en Internet. No puedes creer todo lo que lees en Internet.

Si buscas "TDAH" en la red, encontrarás al menos algunas, y probablemente muchas, afirmaciones falsas. A continuación se exponen algunos de los mitos más comunes que circulan sobre el TDAH y las verdades reales que hay detrás de ellos.

Mito: Los niños pueden padecer TDAH por comer demasiado azúcar o ver demasiada televisión.

Realidad: No hay pruebas de que la dieta de un niño o sus hábitos televisivos desempeñen ningún papel en el TDAH. Tampoco hay relación entre las vacunas y el TDAH. De hecho, nada de lo que hayas hecho o dejado de hacer como padre podría desencadenar la enfermedad.

Mito: Los niños en edad preescolar son demasiado jóvenes para tener TDAH.

Realidad: La mayoría de los niños con TDAH son diagnosticados entre los 3 y los 7 años. A veces es difícil distinguir el comportamiento normal de un preescolar del TDAH. Por eso es importante obtener un diagnóstico de un pediatra o de un profesional de la salud mental que trabaje con niños con TDAH.

Mito: Los niños que no pueden concentrarse o prestar atención son simplemente perezosos.

Realidad: El TDAH es una enfermedad real. Los niños que lo padecen tienen dificultades para concentrarse o prestar atención debido a diferencias reales en el funcionamiento de sus cerebros en comparación con los de otros niños. No son perezosos ni testarudos.

Mito: Todos los niños con TDAH son hiperactivos.

Realidad: Los niños con el tipo de TDAH de falta de atención pueden tener problemas para prestar atención sin tener síntomas relacionados con la hiperactividad. Los niños con este tipo de TDAH pueden tardar más en ser diagnosticados porque sus síntomas son más sutiles.

Mito: Los medicamentos pueden curar el TDAH.

Realidad: No existe cura para el TDAH. Los medicamentos y la terapia ayudan a aliviar los síntomas, pero es posible que los niños tengan que seguir estos tratamientos a largo plazo.

Mito: Los niños superan el TDAH.

Realidad: Los síntomas pueden mejorar con el tiempo a medida que los niños aprenden a manejarlos. Pero alrededor del 80% de los niños siguen teniendo TDAH cuando son adultos.

Dónde encontrar buena información y asesoramiento

Cuando hagas tu propia investigación sobre el TDAH, utiliza fuentes fiables para asegurarte de que la información que encuentras es precisa. Empiece por el pediatra de su hijo, que puede remitirle a un psicólogo o psiquiatra infantil para que le haga pruebas. Cualquiera de estos profesionales puede ofrecerte información creíble sobre el TDAH. Pregúntales dónde te recomiendan que vayas para obtener más información.

Desconfía de los sitios web que prometen una cura. El TDAH no tiene cura, aunque la medicación y la terapia pueden reducir los efectos de la enfermedad en la vida de tu hijo. Evite también las fuentes que sugieren que el TDAH no es real.

Los sitios web del gobierno, las organizaciones nacionales de TDAH, las universidades y los centros médicos suelen ser las fuentes de información más precisas.

Estos son algunos buenos sitios para comenzar su búsqueda de información sobre el TDAH en Internet:

  • Academia Americana de Pediatría

  • Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC)

  • Niños y adultos con trastorno por déficit de atención/hiperactividad (CHADD)

  • Instituto Nacional de Salud Mental

Un grupo de apoyo es otro lugar para aprender sobre el TDAH. Puedes encontrar estos grupos a través del pediatra de tu hijo o de CHADD. Allí conocerás a otros padres de niños que tienen TDAH y aprenderás qué estrategias les funcionan. Muchos de ellos estarán más avanzados en su viaje como padres del TDAH. Puedes encontrar en ellos ricas fuentes de información y experiencia.

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