Lupus y diagnóstico adicional. Qué tan común, qué tan grave y por qué?
Por Nicklya Harris-Ray
El lupus es una enfermedad dolorosa que se caracteriza porque el sistema inmunitario del cuerpo ataca a sus propios órganos y tejidos. Se trata de una enfermedad autoinmune.
La inflamación que conlleva el lupus puede afectar a los siguientes sistemas del cuerpo:
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riñones
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articulaciones
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cerebro
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pulmones
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corazón
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células sanguíneas
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piel
Qué tan común: 1,5 millones de estadounidenses padecen lupus y más de 5 millones en todo el mundo, según The Lupus Foundation of America. Es más frecuente en mujeres en edad fértil; sin embargo, los hombres, los adolescentes y los niños también pueden padecerlo. El 90% de las personas que padecen la enfermedad son mujeres, y la mayoría de las que son diagnosticadas desarrollan la enfermedad entre los 15 y los 44 años. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estiman que hay una incidencia de 16.000 nuevos casos al año.
Gravedad: Dado que el lupus puede simular otras enfermedades, puede ser difícil de diagnosticar. El signo más característico del lupus es una erupción facial en forma de alas de mariposa en ambas mejillas. Se da en muchas personas, pero no en todas.
Las personas también pueden experimentar síntomas como dolor, pérdida de cabello, problemas cognitivos, fatiga y discapacidades físicas. Otras personas desarrollan dolor en las articulaciones, enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares. Para algunas personas, los síntomas pueden no ser evidentes.
Por qué: Como enfermedad autoinmune, el lupus se desarrolla cuando el sistema inmunitario ataca partes sanas del cuerpo. El lupus se desarrolla a partir de modificadores del entorno y de la genética. Algunas personas nacen con ciertos factores de riesgo. Parece haber una tendencia heredada que puede desarrollarse cuando se desencadena por algo en el entorno. Estos desencadenantes pueden ser los fármacos, la luz solar o las infecciones.
Los tratamientos ayudan a controlar los síntomas, pero no hay cura. La causa de la mayoría de los casos de lupus es desconocida. Los tratamientos incluyen AINE, que tratan la hinchazón, la fiebre, la inflamación y el dolor. Pueden adquirirse sin receta médica, pero una versión más potente puede obtenerse con ella. También se recetan fármacos antipalúdicos porque afectan a los síntomas inmunológicos y pueden reducir el número de brotes. Los corticosteroides, como la prednisona, ayudan a combatir la inflamación del lupus. Es frecuente el uso de esteroides en el control de enfermedades que afectan al cerebro y a los riñones. En los casos graves de lupus puede administrarse un fármaco inmunosupresor que reprime el sistema inmunitario. También pueden administrarse productos biológicos para los síntomas del lupus. Hasta que no haya una cura, el lupus sigue siendo una enfermedad inquietante que cambia la vida.