No tiene por qué soportar los síntomas de la espasticidad: hay tratamientos que pueden ayudar. Los medicamentos orales y las inyecciones son los más comunes. Pero combinarlos con terapias complementarias o alternativas suele ser la mejor manera de aliviar los síntomas y ganar más independencia. Esto es lo que debes saber.
Terapia física
Un fisioterapeuta es un especialista que puede mostrarte ejercicios y movimientos específicos para fortalecer los músculos y ayudarte a ganar flexibilidad y movilidad. Comprobarán tu tono muscular, resistencia, fuerza y coordinación. También te preguntarán sobre cualquier reto cotidiano que te cause la espasticidad.
Su fisioterapeuta:
Estirará sus músculos suavemente a lo largo del tiempo para alargarlos. Esto mejora la flexibilidad, evita la contracción y aumenta la amplitud de movimiento.
Fortalecerá los músculos debilitados por la espasticidad. Normalmente se centra en los músculos que realizan el movimiento contrario al del músculo que está espástico.
Harás estos movimientos por tu cuenta o con un familiar o amigo en casa.
Un fisioterapeuta también puede ponerte aparatos ortopédicos, férulas o yesos que ayuden a estabilizar los músculos o las articulaciones y a aumentar el movimiento y la flexibilidad.
Terapia ocupacional
Los terapeutas ocupacionales son expertos en los cambios que puedes hacer en tu vida diaria para mantenerte cómodo y ayudarte a ser más independiente. Se centran más en los músculos pequeños. Pueden enseñarte diferentes maneras de hacer cosas como vestirte, comer y ducharte. También pueden recomendar dispositivos de ayuda para su casa que faciliten el uso de lo que ya existe.
Pueden sugerir:
Ayudas para vestirse. Por ejemplo, calzadores de mango largo, descalzadores y cordones elásticos para mantener los zapatos en su sitio sin tener que atarlos.
Artículos de aseo personal. Las asas de fácil agarre para los productos de aseo y las esponjas de mango largo para el baño son dos opciones.
Ajustes de posición. Por ejemplo, bajar la barra del armario o dejar en la encimera los electrodomésticos que usas mucho.
Terapia del habla
La espasticidad a veces afecta a lo bien que hablas y tragas. Un logopeda, también llamado patólogo del lenguaje, puede ayudar a entrenar los músculos que necesitas para hablar y comer.
Hidroterapia
La hidroterapia utiliza el agua para promover la relajación de sus músculos. Un fisioterapeuta puede ayudar a guiarte a través de los estiramientos en el agua. Los estudios sugieren que la hidroterapia puede ayudar a reducir la cantidad de medicamentos que necesitas para tratar tu espasticidad.
Estimulación eléctrica
Esta terapia utiliza pulsos eléctricos para estimular los músculos débiles que se oponen a los espásticos más fuertes. Lo más frecuente es que los terapeutas la utilicen para ayudar a flexionar los tobillos para caminar y para estirar los dedos espásticos.
Electroacupuntura
Consiste en enviar corrientes eléctricas a través de finas agujas para estimular puntos de acupuntura específicos del cuerpo. Por lo general, se necesitan sesiones de una hora dos o tres veces por semana durante al menos varias semanas antes de ver resultados.
Biorretroalimentación
La biorretroalimentación funciona enviando una señal -generalmente un sonido- a través de un monitor eléctrico cuando un músculo espástico se relaja. El monitor eléctrico lo detecta a través de electrodos o sensores dactilares. La esperanza es que el cerebro aprenda lentamente a relajar el músculo espástico a propósito y a reducir la gravedad de la espasticidad.