La increíble alcachofa

De los archivos del doctor

Según la leyenda, la alcachofa se creó cuando el dios griego Zeus, que se sentía atraído por la alcachofa, la convirtió en un cardo tras ser rechazado. A pesar de este espinoso comienzo, los antiguos consideraban la alcachofa llena de beneficios para la salud, utilizándola como afrodisíaco, diurético, refrescante del aliento e incluso desodorante.

Las alcachofas que comemos son en realidad los capullos de una flor morada que puede crecer más de un metro de altura. Debido a su duro exterior, las alcachofas requieren una cuidadosa preparación. Pero sus esfuerzos tendrán su recompensa nutricional: esta verdura es una buena fuente de ácido fólico, fibra dietética y vitaminas C y K. Las alcachofas también están repletas de antioxidantes; son el número 7 en la lista de los 20 alimentos más ricos en antioxidantes del USDA.

No hay que confundirla con la alcachofa de Jerusalén o la alcachofa china (ninguna de ellas tiene relación con la alcachofa común), esta hortaliza es originaria del Mediterráneo. Pero Castroville, California, donde se recogen las tres cuartas partes de todas las alcachofas que se cultivan en el estado, se proclama el "Centro de la Alcachofa del Mundo". Se comen los extremos tiernos de las hojas después de hervirlas o cocerlas al vapor, aunque la mejor parte es el sabroso corazón.

Y la próxima vez que busques algo delicioso y nutritivo para complacer a una multitud hambrienta, prueba esta receta de alcachofas con espinacas gratinadas.

Espinacas gratinadas con alcachofas

Rinde 8 porciones

1 Pimiento rojo mediano picado

1 cebolla mediana picada

1 cucharadita de aceite de oliva

3 dientes de ajo picados

2 cajas de 10 onzas de espinacas picadas congeladas, descongeladas y escurridas

8 oz de queso crema bajo en grasa, ablandado

8 onzas de crema agria sin grasa

2 latas de 14 onzas de corazones de alcachofa en agua, escurridos, enjuagados y cortados en cuartos

1/3 de taza de tomates secos picados (secos, sin aceite)

1/4 de taza de queso parmesano

1/4 de taza de pan rallado

1 cucharadita de pimentón

sal y pimienta al gusto

1. Precalentar el horno a 350 grados.

2. Saltear el pimiento rojo y la cebolla en aceite de oliva durante 5 minutos; añadir el ajo y continuar la cocción de 2 a 3 minutos.

3. Añada las espinacas, el queso crema y la crema agria. Combinar y calentar hasta que se mezclen.

4. Incorporar los corazones de alcachofa y los tomates secos.

5. Verter en un molde de 9x9 pulgadas ligeramente rociado o en un plato de 1 cuarto de galón para gratinar.

6. Mezclar el queso, el pan rallado y el pimentón. Espolvorear uniformemente sobre las espinacas.

7. Hornear 30-40 minutos o hasta que esté dorado.

Por porción: 185 calorías, 10 g de proteínas, 23 g de carbohidratos, 7 g de grasa (4 g de grasa saturada), 21 mg de colesterol, 5 g de fibra, 402 mg de sodio. Calorías procedentes de la grasa: 34%.

Hot