Seguridad en playas y piscinas: Toxinas ambientales y problemas químicos

Seguridad en el verano: Cómo proteger a su familia de los riesgos ambientales para la salud

Por R. Morgan Griffin De los archivos del médico

Mientras se prepara para dejar que sus hijos exploren el aire libre este verano, es posible que tenga algunas preocupaciones persistentes. Qué sustancias químicas y toxinas ambientales pueden acechar en la piscina, el lago o la playa locales? ¿Cómo puede proteger a su familia de ellos?

La buena noticia es que hay formas de reducir su exposición a los productos químicos y las toxinas ambientales de riesgo. Aquí tienes consejos de seguridad al aire libre sobre cómo mantener a tus hijos sanos en el agua.

Piscinas

Cuando muchos de nosotros crecíamos, el verano no empezaba realmente hasta que se abría la piscina local. Aunque te guste la idea de que tus propios hijos se pasen el día nadando, también te puede preocupar. Esa agua azul cristalina puede no estar tan limpia como parece. La calidad del agua puede verse afectada por tóxicos biológicos (como las bacterias) o químicos (como el cloro). En una esquina, están las enfermedades del agua de recreo. Entre ellas, Cryptosporidium, Giardia y E. coli. Muchos de estos gérmenes se propagan a través de las heces, y una persona puede contaminar toda una piscina. Cada verano, estas infecciones hacen que miles de personas enfermen.

En la otra esquina, está el cloro. Aunque puede eliminar la mayoría de los gérmenes transmitidos por el agua, también es un tóxico químico que plantea sus propios riesgos. El cloro puede unirse al sudor o a la orina en las piscinas y formar cloraminas, que pueden provocar escozor en los ojos, irritación nasal y problemas respiratorios. Algunos estudios han descubierto que una exposición intensa a las piscinas con cloro puede aumentar el riesgo de asma en los niños. Aunque el mayor peligro proviene de las piscinas interiores mal ventiladas, incluso las piscinas exteriores pueden causar problemas.

Entonces, ¿qué se puede hacer? ¿Cómo puede equilibrar el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua con los riesgos de productos químicos como el cloro? He aquí algunos consejos.

Si utiliza una piscina local, debe

  • Preguntar a la dirección cómo se higieniza y ventila la piscina.

  • Consulte a un pediatra sobre la seguridad de la exposición al cloro para su hijo.

  • Nade en una piscina sólo si el agua parece clara y no turbia: debería poder ver hasta el fondo. Aunque una piscina clara podría albergar gérmenes, el agua turbia es un indicio de que la piscina no está bien mantenida.

  • Toca las paredes de la piscina antes de entrar: no deben estar viscosas ni pegajosas.

  • Escuche para asegurarse de que el equipo de filtrado está encendido.

  • Desconfíe de un olor a cloro muy fuerte: es señal de cloraminas y de una mala ventilación.

  • Dile a tus hijos que no traguen el agua de las piscinas: en realidad es mejor que no se la lleven a la boca.

  • Protege a los demás diciéndoles a tus hijos que se duchen antes de meterse en una piscina, y no dejándoles nunca meterse en una piscina cuando estén enfermos, sobre todo con un virus estomacal.

  • Evita nadar en una piscina muy clorada todos los días.

Si tiene su propia piscina en casa, debe

  • Asegurarse de que las piscinas cubiertas tienen una buena ventilación: el simple hecho de abrir las ventanas y las puertas puede suponer una gran diferencia en la calidad del aire.

  • Mantenga su piscina libre de hojas e insectos.

  • Si utiliza cloro, asegúrese de no usar más del necesario.

Si te interesa, busca alternativas al cloro para tu propia piscina, o al menos formas de reducir la cantidad que utilizas. Entre los métodos alternativos de limpieza de piscinas están la luz ultravioleta, el peróxido de hidrógeno y el yodo potásico. ¿Cuál es el inconveniente? Muchos de estos métodos no han sido probados de forma independiente, por lo que no se sabe si funcionan bien. Desde luego, no asuma sin más que cualquier cosa que se llame alternativa "natural" al cloro es preferible.

Playas

Una forma de evitar el enigma de la piscina insalubre frente al exceso de cloro es nadar en masas de agua naturales. Pero aún puede haber riesgos de toxinas ambientales o tóxicos químicos. ¿Cómo saber si el agua del océano, del lago, del estanque o de la piscina en la que chapotean tus hijos es realmente segura?

No es fácil averiguarlo por sí mismo, pero Sonya Lunder, MPH, analista principal del Grupo de Trabajo Ambiental en Washington, D.C., sugiere empezar con una llamada telefónica. "Llama al departamento de salud local", dice. "Ellos deberían estar pendientes de los problemas de calidad del agua locales y deberían darte alguna orientación".

La Agencia de Protección Ambiental tiene algunos consejos generales para nadar con seguridad.

  • No te bañes después de una lluvia intensa: las lluvias pueden hacer que las aguas residuales se filtren en lagos y océanos

  • Esto debería ser obvio, pero si ves basura en el agua, o si huele mal, no te metas

  • Aléjate de posibles fuentes de contaminación, como tuberías o zanjas de escorrentía

  • No tragues el agua... y con los niños muy pequeños, trata de mantener sus cabezas por encima del agua.

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