Conseguir que los niños coman más verduras

Un medio plato de verduras y frutas

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Conseguir que los niños coman más verduras no tiene por qué ser una lucha. Puedes probar un montón de formas creativas de introducirlas y servirlas.

Mete a los niños en la cocina

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Llévalos a un mercado de agricultores o a una tienda de comestibles y haz que elijan una verdura. Deja que lo laven, lo pelen y lo corten y que ayuden a elegir cómo cocinarlo y darle sabor. Los niños estarán más dispuestos a comer lo que han ayudado a preparar.

Ofrezca verduras con sus alimentos favoritos

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Si a tu hijo ya le gusta la pizza normal, mira a ver si se anima a añadir un único ingrediente vegetal. A algunos niños no les gusta mezclar alimentos, sobre todo si se trata de uno que consideran perfecto. Pero algunos estarán dispuestos a experimentar. Prepara cuencos con verduras para la noche de la pizza, la noche de los tacos o la noche de la ensalada y deja que la familia se vuelva loca. Los niños pueden sentirse tentados por todas las opciones y la diversión práctica.

Haz que las verduras sean divertidas

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Para un niño pequeño, hacer caras con verduras cortadas puede ayudar a llevarlas del plato a la boca. Llamar "árboles" al brócoli o "cerebros" a la coliflor puede hacerlos mucho menos intimidantes. Hacer que los alimentos sean de tamaño reducido también puede hacer que sean más fáciles de comer para los niños.

No te enfrentes a las verduras

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Cuando te sientas frustrado porque tu hijo no quiere probar una verdura, puede ser tentador enfadarse o forzarle a limpiar su plato. Pero resiste la tentación. Obligar a un niño a comer algo puede hacer que lo evite más adelante, incluso de adulto. Si apartan el plato, no reacciones de una manera u otra. Pero tampoco renuncies a servirle verduras para siempre.

Ofrezca una verdura nueva más otra conocida

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No abrume a su hijo sirviéndole un plato entero de alimentos que no reconoce ni le gustan. Pídale que pruebe una verdura nueva cada vez. Haz que la primera ración sea pequeña. Asegúrate también de servir otros alimentos conocidos que ya les gusten, con la esperanza de que incluyan al menos una verdura. Así podrás animarles a probar el nuevo alimento, pero ambos sabréis que tendrán algo que comer si no les gusta.

No te rindas

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Si has ofrecido brócoli o espinacas a tu hijo varias veces y ha puesto cara de asco, no te rindas. Los gustos de los niños cambian a medida que crecen. Puede que tengan que probar un nuevo alimento una docena de veces antes de que les guste.

Aprovecha la presión de los compañeros

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Tiene su hijo un amigo que es un comensal aventurero? Invítelo a cenar y sírvale algunas verduras nuevas. La presión de los compañeros puede funcionar en el buen sentido, y es posible que su hijo esté más dispuesto a probar un nuevo plato si su amigo se atreve a probarlo primero.

Verduras asadas

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A veces a los niños no les gustan las verduras porque están demasiado blandas o tienen un sabor demasiado fuerte. Prueba a asarlas para conseguir un sabor y una textura que les guste a los niños. Quedarán blandas por dentro y crujientes por fuera, como las patatas fritas. Además, el asado resalta el dulzor natural de las verduras, de modo que su sabor no es tan intenso como cuando están crudas. Prueba a rociarlas con aceite de oliva y espolvorearlas con queso parmesano antes de meterlas en el horno.

Servir verduras y salsa

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Una salsa saludable, como el hummus, puede hacer que las verduras crudas sean más atractivas para los niños (no sirva salsas a base de crema agria o mayonesa). Ofrezca una variedad de zanahorias pequeñas, guisantes y otras verduras con un tazón de sabrosa salsa. Además del humus, busca una receta saludable de aderezo ranchero que utilice yogur natural bajo en grasa en lugar de mayonesa. A los niños les gusta el acto de mojar y les gusta comer los alimentos con los dedos.

Tenga verduras por todas partes

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Si las verduras están al alcance de la mano, es más probable que tu hijo las coma cuando tenga hambre. Corta zanahorias, brócoli y pimientos y asegúrate de que estén al alcance cuando prepares la cena. Si piden un tentempié antes de la cena, haz que sea su única opción. Ten siempre verduras limpias y cortadas en la nevera, donde sean fáciles de ver cuando tu hijo busque la comida.

Da un buen ejemplo

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Es difícil convencer a un niño de que coma coles de Bruselas si tú no te acercas a ellas. Así que come tú verduras y asegúrate de que tu hijo te observa. Si no eres un gran aficionado a las verduras, haz que la abuela o la niñera asuman el papel de reforzadores de las mismas. A veces los niños hacen más caso a otras personas que a papá y mamá.

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