Aferrarse a los acontecimientos negativos aumenta tu nivel de estrés y, en general, disminuye tu disfrute de la vida. El resultado es sentirse resentido, enfadado y molesto. Es importante que aprendas a adaptarte, a corregir tus errores y a crecer a partir de los acontecimientos negativos. Un componente clave para poder hacer esto es ser capaz de perdonarse a sí mismo por cualquier error o mala acción que haya hecho.
Qué es el autoperdón frente a la autocompasión?
Es fácil confundir el autoperdón con la autocompasión. La autocompasión es diferente pero similar al autoperdón. Las tres características de la autocompasión son:
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Amabilidad con uno mismo. La vida no es perfecta, así que ¿por qué habría de serlo la gente? Cuando las cosas se ponen difíciles y no salen según lo previsto, las personas que practican la autocompasión lo recuerdan. Reconocen la inevitabilidad de la imperfección y se cuidan y aman a sí mismas.
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Humanidad compartida. Todo el mundo experimenta contratiempos en la vida. Todo el mundo sentirá emociones difíciles o tendrá que resolver problemas cuando surjan situaciones inesperadas. Darse compasión significa no pensar que eres la única persona en el mundo que experimenta estas cosas.
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Claridad y atención plena. Tener emociones negativas puede hacer que las personas se sientan incómodas. Por lo general, exageran o minimizan estas emociones. Ser capaz de sentarse claramente con estas emociones y verlas por lo que son es un signo de autocompasión.
La autocompasión es diferente del autoperdón en el sentido de que el autoperdón es una forma de reconciliar la forma en que te ves a ti mismo después de experimentar culpa, vergüenza y decepción. Estos sentimientos se producen cuando haces algo que te hace cuestionar la imagen que tienes de ti mismo. Por lo tanto, es una faceta de la autocompasión.
Estrategias para el autoperdón
Puede que a veces hagas algo que desafíe tu propia percepción de ti mismo. Y puede ser difícil reconciliarse consigo mismo cuando hace algo que le afecta negativamente a usted o a los demás. Aquí tienes algunos consejos para practicar internamente el autoperdón:
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Piensa en el pasado. Piensa en un momento de tu vida en el que te sentiste seguro y te preocupaste por alguien. Recuerda de quién se trata: puede ser un amigo, un pariente, un profesor, un mentor, una figura espiritual o una mascota. Visualiza la sensación de estar a su lado y de estar protegido. Permítete sentirte seguro. A continuación, junto con tu protector, enumera todas tus cualidades positivas.
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Recuerda el acontecimiento. A continuación, reconoce los hechos que rodean a lo que necesitas perdonarte. Recuerda el hecho concreto y cómo te hizo sentir. Fíjate en lo que es difícil de afrontar. Haz una lista de lo sucedido y clasifícalo todo en tres categorías diferentes: faltas morales, falta de habilidad y todo lo demás. Las faltas morales exigen culpa o remordimiento, y la falta de habilidad requiere una corrección, como comprometerse a no volver a hacer un determinado acto.
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No evites el sentimiento de culpa. No sentirse bien por hacer algo malo es sano y natural. Si borramos los malos sentimientos de hacer algo malo, ¿qué nos queda? Sin embargo, hay una diferencia entre la vergüenza y la culpa. La vergüenza va acompañada de sentimientos defensivos como la negación, la evitación y la violencia. No es útil decirte a ti mismo que eres una mala persona en el fondo y sentirte culpable. Al hacerlo, puedes pensar que no puedes cambiar. Sin embargo, sentir culpa por tus acciones puede ayudarte a no repetirlas.
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Asume la responsabilidad. No puedes perdonarte a ti mismo si no asumes lo que has hecho tanto a ti como a la persona a la que has perjudicado. Hazles saber que asumes la responsabilidad de lo que hiciste y háztelo saber a ti también. Aprende a aceptar plenamente que hiciste lo que hiciste.
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Intenta reparar el daño. Puede ser difícil que te perdones de verdad si sientes que no has hecho lo necesario para reparar el daño. Tal vez esto signifique ofrecer ayuda financiera, reparar la propiedad o simplemente pedir perdón a alguien.
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Ten empatía por algo más que por ti mismo. Se ha descubierto que las personas tienen problemas con el autoperdón cuando también tienen empatía con la otra parte implicada. Es normal que las personas luchen con esta tensión. Sin embargo, sin tener empatía tanto con uno mismo como con la otra persona, este autoperdón puede estar vacío y no significar mucho.
Estos consejos son difíciles de incorporar, pero también lo es tener un verdadero autoperdón. Lo más probable es que sea un largo viaje que tendrá valles y picos. Puede que nunca liberes del todo los sentimientos negativos que tienes. El autoperdón no tiene por qué ser algo autocomplaciente, sino una valoración clara de tu capacidad para hacer el mal y el bien.