No es raro que los hermanos se peleen por el cuidado de sus padres mayores. Planificar las necesidades de los padres puede ser complicado, sobre todo cuando cada uno tiene una opinión diferente sobre lo que hay que hacer. La situación se vuelve más compleja cuando las necesidades de los padres en cuestión parecen estar por encima de lo que sus hijos pueden proporcionar. Pueden surgir enfrentamientos y escalar rápidamente los conflictos entre hermanos que pueden haber estado en suspenso durante años.
Cuando esto ocurre, es necesario resolver el conflicto. Pero esto no sería posible sin averiguar el origen o la causa del malentendido. A continuación, te mostramos algunas cuestiones comunes que causan disputas familiares sobre el cuidado de los padres y cómo puedes resolverlas.
Desacuerdos sobre la cantidad de cuidados que necesitan los padres
Los hermanos adultos no tienen la misma opinión sobre los cuidados. Usted puede tener la impresión de que uno de sus padres está bien atendido en casa, mientras que su hermano considera que la mejor opción es el cuidado en una institución. Esto ocurre sobre todo cuando los miembros de la familia viven en lugares geográficos diferentes y pasan diferente tiempo con sus padres ancianos.
Solución. Este problema puede resolverse de dos maneras. El primero es conseguir que un experto evalúe la situación para tener la mejor perspectiva. Considere la posibilidad de organizar una visita de un gestor de cuidados geriátricos a la casa de su progenitor para que realice una evaluación de la seguridad. También debe consultar al proveedor de atención médica primaria de su progenitor sobre el desarrollo de problemas físicos y el deterioro de las condiciones de salud. Con la aclaración de los profesionales, estarás en mejor posición para definir el siguiente paso y reducir el conflicto que se avecina.
La segunda opción sería investigar las opciones de cuidado de ancianos una vez que establezca las necesidades de cuidado de sus padres. Decida si sus padres estarían mejor atendidos en una comunidad de mayores. Si su ser querido se queda en casa, todos deben ponerse de acuerdo sobre quién se encargará de los cuidados y cómo contribuirá cada uno de ustedes a esos cuidados. La ayuda de los hermanos puede ir desde las visitas diarias hasta la ayuda económica. Si alguno de ustedes decide ofrecer cuidados a tiempo completo, asegúrense de familiarizarse con los deberes de un cuidador de ancianos para asegurarse de que hacen lo correcto.
Sólo un hermano hace todo el trabajo pesado
El conflicto entre hermanos puede surgir porque todos te dejan hacer todo el trabajo de cuidado solo. Es probable que esto ocurra si vives con tu padre o madre mayor o cerca de él, o si tienes la relación emocional más estrecha. Cuando tus hermanos no contribuyen a ofrecer ninguna ayuda, pueden surgir sentimientos de resentimiento, aislamiento y soledad, lo que lleva a la incomprensión.
Solución. Es posible que tus hermanos no sepan lo difícil que es para ti cuidar de alguien si no se lo cuentas. A veces, las inevitables dinámicas familiares pueden hacer que te conviertas en el cuidador de la familia. Hablar de ello con tus hermanos puede darles una vía de apoyo.
Si tus hermanos viven lejos y nunca han tenido una relación estrecha contigo o con tus padres, puede que no te proporcionen apoyo en persona. Pero puedes sugerirles que proporcionen apoyo en forma de visitas periódicas, apoyo emocional, finanzas, comidas y programación de citas.
Algunos hermanos no participan en la toma de decisiones
Un hermano ha asumido las funciones de cuidador y le ha dejado a usted y a los demás miembros de la familia en la incertidumbre? Su participación, de una u otra manera, ha limitado su acceso a su ser querido mayor? Esto podría ser una fuente de conflicto entre usted y sus hermanos. Si no le permiten participar en la toma de decisiones sobre el cuidado de su progenitor, la situación puede crear resentimiento y conflictos.
Solución. La situación requiere una comunicación abierta con tus padres, hermanos y, si es necesario, con las autoridades. Escribe o llama a tus hermanos y exprésales tus sentimientos, haciéndoles saber cómo te gustaría participar en el cuidado. Si tu relación con ellos es tensa y te impiden llegar a tu ser querido, considera llamar a los Servicios de Protección de Adultos locales para que intervengan. La salud y la protección de tus padres son lo primero.
Los hermanos vuelven a caer en los patrones de la infancia
Cuando los hermanos se unen para convertirse en cuidadores de sus padres ancianos, pueden volver a adoptar roles poco saludables y disfuncionales del pasado. Estas diferencias enterradas pueden resurgir y obstaculizar la capacidad de los hermanos para ser amistosos en el cuidado de sus seres queridos mayores.
Solución. Si los problemas del pasado están muy arraigados, es útil que un tercero neutral intervenga y ayude. Por ejemplo, los representantes de la Agencia de la Tercera Edad de su localidad pueden facilitar la mediación. Otra fuente de ayuda es el Programa Nacional de Apoyo al Cuidador Familiar o un gestor de cuidados geriátricos.
Hable abiertamente con sus hermanos sobre las necesidades de cuidado de sus padres. Cada hermano debe establecer sus funciones y obligaciones y ser fiel a la hora de cumplirlas. Hable de los cuidados físicos, de las finanzas, de la frecuencia de las visitas y de los deseos de sus padres en aras de la planificación.