Estos errores pueden afectar a su peso
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Si tu par de jeans favorito no te queda bien, la báscula parece atascada o tu peso baja sólo para volver a subir, existe la posibilidad de que estés cometiendo uno de estos 10 errores para perder peso.
1. Confiar en las dietas de choque
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Decidido a perder 5 kilos rápidamente, recurres a una dieta de choque. Tal vez su plan exige nada más que pomelo o sopa de repollo cada día. Reduce las calorías diarias a menos de 1.000 y, efectivamente, los kilos desaparecen. Pero cuando comes tan pocas calorías, entrenas a tu metabolismo para que se ralentice. Una vez terminada la dieta, el cuerpo quema las calorías más lentamente y, por lo general, se recupera el peso.
2. Saltarse el desayuno
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Saltarse el desayuno parece una forma sencilla de reducir las calorías, pero puede provocar hambre el resto del día. Esto puede llevar a picar algo de forma imprevista en el trabajo y a comer una ración excesiva en el almuerzo, lo que hace que el recuento de calorías se dispare. Pero los desayunos ricos en proteínas y fibra pueden frenar el hambre durante todo el día. De hecho, los estudios demuestran que las personas que desayunan cada mañana tienen más probabilidades de mantener un peso saludable.
3. Perder la pista de tus tentempiés
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Tal vez cuentes las calorías en cada comida, pero ¿qué pasa con todos esos bocadillos que hay entre medias? Está la bolsa de galletas saladas en tu escritorio, la pequeña porción de pastel en una fiesta, el sabor del cono de helado de tu hijo. Todos estos bocados sin sentido se acumulan y pueden sabotear una dieta bien planificada. Si te tomas en serio lo de contar las calorías, puedes utilizar tu smartphone o un cuaderno para llevar la cuenta de cada bocado.
4. No picar nada en absoluto
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Mientras que picar sin sentido puede llenar tu cintura, picar de forma reflexiva puede hacer justo lo contrario. Las personas que comen varias comidas y tentempiés pequeños al día tienen más probabilidades de controlar el hambre y perder peso. Los tentempiés ayudan a mantener el metabolismo en marcha, especialmente si son ricos en proteínas. Tomar unos cuantos frutos secos es una buena opción rica en proteínas, y las investigaciones sugieren que las personas que pican frutos secos tienden a estar más delgadas que las que no lo hacen.
5. Cargarse de grasas bajas
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Los productos bajos en grasa pueden desempeñar un papel importante en tu dieta. Sólo recuerda que bajo en grasa no es lo mismo que bajo en calorías, y no es una licencia para tomar segundas y terceras raciones. Si te llenas el plato de pastel bajo en grasa, puedes acabar consumiendo más calorías que si te tomas un trozo más pequeño de pastel normal. La mejor manera de saber cuánta grasa, azúcar y calorías estás ingiriendo es comprobar la etiqueta nutricional.
6. Sorber demasiadas calorías
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Al contar las calorías, muchos de nosotros tendemos a pasar por alto lo que contienen nuestras bebidas. Esto es un gran error si tenemos en cuenta que algunos cafés de lujo y bebidas alcohólicas tienen más de 500 calorías. Incluso las calorías de los zumos de frutas y los refrescos pueden sumarse rápidamente.
7. Beber muy poca agua
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Este es uno de los errores de la dieta más sencillos de solucionar. El agua es esencial para quemar calorías. Si te dejas deshidratar, tu metabolismo se arrastra, y eso significa una pérdida de peso más lenta. Así que intenta añadir un vaso de agua a cada comida y merienda.
8. Abandonar los lácteos
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La leche entera, el queso y el helado son tabúes para muchas personas que hacen dieta, pero prescindir de los lácteos puede ser contraproducente. Algunas investigaciones sugieren que el cuerpo quema más grasa cuando recibe suficiente calcio y produce más grasa cuando está privado de él. Los suplementos de calcio no parecen aportar los mismos beneficios, por lo que los lácteos también pueden tener otras ventajas. Limítate a los lácteos descremados o bajos en grasa.
9. Ir al Drive-Thru con demasiada frecuencia
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El drive-thru es conveniente después de un día agitado, y siempre puedes pedir la ensalada u otra opción más saludable. Pero, una vez allí, ¿podrás resistirte a ese batido u otro capricho? Y si te permites la facilidad de la comida rápida una vez, podría convertirse en un hábito. Según un estudio a largo plazo, las personas que comían comida rápida más de dos veces a la semana engordaban 5 kilos más que las que la tomaban menos de una vez a la semana.
10. Establecer objetivos poco realistas
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Decirse a sí mismo que va a perder 20 libras en su primera semana es probablemente prepararse para el fracaso. Si sabes que no vas a ser capaz de hacerlo, es posible que nunca empieces tu dieta en primer lugar. Si haces la dieta y pierdes 2 kilos en una semana, en lugar de celebrarlo, puedes sentirte desanimado por no haber alcanzado tu objetivo. Un objetivo realista es vital para el éxito de la dieta. Si no está seguro de cuál debe ser su meta, hable con un dietista.