Recibir un diagnóstico de cáncer de mama puede ser algo aterrador. El diagnóstico conlleva mucha incertidumbre. Es perfectamente natural tener el impulso de proteger a sus hijos de este conocimiento o no querer hablar con ellos de ello. Sin embargo, incluso los niños pequeños pueden percibir cuando alguien a quien quieren está estresado o ansioso por algo. Lo más probable es que capten el hecho de que su rutina es diferente o que algo ha cambiado.
He aquí algunas cosas en las que debe pensar antes de hablar con sus hijos sobre su cáncer de mama:
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Cuándo o dónde les hablarás de tu enfermedad o les pondrás al día de tu tratamiento?
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Para empezar, ¿saben lo que es el cáncer? Tendrán que explicarlo?
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Qué tipo de límites quieres mantener para tu propia cordura?
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Qué seguridades querrías si fueras un niño en esta situación?
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Cómo crees que cambiaría la vida de ambos?