6 formas de prevenir un brote de Crohn

Desgraciadamente, tu enfermedad de Crohn está siempre presente, y también la posibilidad de una reagudización. ¿Qué puede hacer? Aunque nada ofrece una protección garantizada contra la reaparición de los síntomas, puedes tomar medidas para que las reagudizaciones sean menos probables.

Qué es un brote de la enfermedad de Crohn?

Un brote es la reaparición de los síntomas de tu enfermedad de Crohn después de un periodo de remisión, que es cuando no tienes síntomas o son leves. Los síntomas que puede tener durante un brote incluyen:

  • Diarrea

  • Fatiga

  • Dolor de vientre

  • Fiebre

  • Pérdida de apetito

1. Seguir las órdenes del médico

La enfermedad de Crohn es una enfermedad de larga duración, o crónica, en la que su sistema inmunitario ataca el tejido sano de su tracto digestivo. Estos ataques provocan una inflamación que irrita sus intestinos, desencadenando los síntomas. El objetivo del tratamiento es mantener la inflamación a raya.

Los medicamentos que modifican el funcionamiento del sistema inmunitario ayudan a prevenir la inflamación. Pero sólo funcionan cuando los tomas. Si te saltas las dosis, es una invitación a que vuelvan los síntomas. Por lo tanto, siga las instrucciones de su médico y tome la medicación según lo prescrito, incluso cuando se sienta bien.

¿Tiene brotes incluso cuando toma sus medicamentos correctamente? Eso puede ser una señal de que ha llegado el momento de cambiar. Habla con tu médico, que puede ajustar la dosis o el programa de medicación que sigues. Si eso no funciona, su médico puede recetarle un medicamento diferente.

2. Evite tomar AINE

Abreviatura de antiinflamatorios no esteroideos, los AINE son un tipo de analgésico que se ve en las estanterías de las farmacias. Incluyen la aspirina, el ibuprofeno y el naproxeno. Reducen la inflamación, por lo que se podría pensar que son útiles. Pero las investigaciones indican que pueden contribuir a los brotes cuando se toman con regularidad.

Los expertos no saben con exactitud por qué los AINE suponen un riesgo de brotes de Crohn. Pero puede ser porque irritan el estómago. Esta irritación puede desencadenar brotes. En un estudio de 2017, los investigadores descubrieron que las personas con enfermedad de Crohn tenían un 65% más de probabilidades de tener la enfermedad activa si tomaban AINE cinco o más veces al mes. El mismo estudio mostró un mayor riesgo de enfermedad activa para los usuarios habituales de paracetamol, que no es un AINE.

Una revisión de 2018 de estudios anteriores sobre los AINE, el paracetamol y la enfermedad de Crohn también encontró que los AINE parecen aumentar el riesgo de brotes. Menos claro: si el paracetamol también aumenta las probabilidades de un brote.

El Colegio Americano de Gastroenterólogos desaconseja encarecidamente el uso de AINE a los enfermos de Crohn. Si tiene artritis u otra afección que le cause dolor frecuente, hable con su médico sobre sus opciones.

3. Deja de fumar y evita el humo de segunda mano

He aquí otra gran razón para dejar el hábito de la nicotina. Fumar hace que la actividad de la enfermedad de Crohn se dispare y hace que la enfermedad progrese más rápidamente. Fumar no sólo aumenta las probabilidades de necesitar una intervención quirúrgica, sino que también hace que los brotes sean más frecuentes. Después de dejar de fumar, el número de brotes debería disminuir. También es posible que necesite menos medicamentos para la enfermedad de Crohn si deja de fumar.

El humo de segunda mano también aumenta el riesgo de brotes, así que evite estar cerca de personas que fuman aunque usted no fume.

No será fácil dejar de fumar, pero puede hacerlo con ayuda. Su médico puede orientarle. O pruebe un programa para dejar de fumar como el programa Freedom from Smoking de la American Lung Association.

4. Controle su estrés

El estrés es común entre las personas con la enfermedad de Crohn. Aunque los expertos aún no pueden explicar completamente la relación, está claro que el estrés provoca un aumento de la inflamación, y las personas con Crohn y otras enfermedades del intestino irritable tienen más brotes cuando están bajo estrés.

Hay muchas maneras de abordar el estrés. Según la Fundación para la Enfermedad de Crohn y la Colitis, pueden ser igualmente eficaces para controlar los niveles de estrés. Así que elige la que te parezca más atractiva y pruébala. Si te ayuda, estupendo. Si no, ten en cuenta que tienes muchas otras opciones que explorar.

Por ejemplo, los ejercicios de respiración, como la respiración profunda, pueden ayudarte a calmarte. Prestando atención a tu respiración y practicando la respiración profunda, puedes prepararte para practicar otras técnicas de relajación, como la meditación de atención plena, el yoga, el tai chi y las imágenes guiadas. Obtendrás los mejores resultados si las practicas con regularidad.

Los grupos de apoyo, el asesoramiento psicológico y el ejercicio también pueden ayudarte a reducir el estrés en tu vida.

5. Haz ejercicio con regularidad

No solo reduce el estrés, sino que el ejercicio regular puede mejorar la respuesta inmunitaria de tu cuerpo y reducir la inflamación. Eso, a su vez, podría reducir los brotes.

En este momento, los médicos no tienen directrices específicas sobre el tipo, la intensidad o la frecuencia del ejercicio que podría proporcionar el mayor beneficio para las personas con Crohn. Así que céntrate en los tipos de movimiento que te gustan y asegúrate de mezclarlos. De este modo, mantendrás el interés y seguirás con ello. Empieza con ejercicios moderados y de bajo impacto, como caminar, montar en bicicleta, nadar y hacer yoga.

Si no le apetece hacer ejercicio durante un brote, descanse hasta que se sienta mejor. Antes de empezar un programa de ejercicios, hable con su médico sobre lo que podría funcionar para usted.

6. Come bien

No hay una dieta que ayude a todas las personas con la enfermedad de Crohn a sentirse mejor. Pero puede descubrir que ciertos alimentos desencadenan sus síntomas. Para ayudarte a descubrir qué alimentos pueden no ser adecuados para ti, comienza un diario de alimentos. Anota lo que comes y cómo te hace sentir. Si un determinado alimento le provoca síntomas, elimínelo de su dieta.

Estos son algunos de los alimentos que pueden desencadenar un brote en algunas personas:

  • Alimentos con mucha fibra insoluble, que los hace más difíciles de digerir. Entre ellos se encuentran los cereales integrales, las verduras verdes crudas (especialmente el brócoli y otras verduras crucíferas), los frutos secos enteros y las frutas con piel y semillas. Consulte a su médico o a un dietista sobre la cantidad y el tipo de fibra que más le conviene.

  • Alimentos que contienen lactosa, un azúcar que se encuentra en los alimentos lácteos como la leche, el queso crema y los quesos blandos

  • Alimentos con mucho azúcar, como caramelos, zumos y bollería

  • Alimentos ricos en grasa, como la mantequilla, la margarina y la nata espesa, así como los alimentos grasos y fritos.

  • Alimentos picantes

  • Alcohol

  • Bebidas con cafeína

Hot