El riesgo de depresión durante el embarazo

De los archivos médicos

La concienciación sobre la depresión posparto va en aumento, y con razón: una de cada nueve mujeres se enfrenta a ella después de dar a luz. Sin embargo, la depresión durante el embarazo suele pasarse por alto, a pesar de que ocurre con la misma frecuencia que la del posparto.

Una de las principales razones es que muchos de los síntomas físicos del embarazo y de la depresión son los mismos. Esos síntomas pueden ir desde un cambio en el apetito y problemas de concentración hasta fatiga, insomnio e incluso dolores y molestias, dice la doctora Veerle Bergink, de la Escuela de Medicina Icahn del Monte Sinaí.

"Lo complicado de la depresión durante el embarazo es que tu cuerpo ya está cambiando mucho", dice. "Ya te sientes atípica".

Y aunque algunos profesionales pueden hacer un punto para hacer preguntas sobre su estado de ánimo, la detección de la depresión no es una parte rutinaria de la atención prenatal. "Se ha prestado mucha más atención a la depresión posparto", dice Bergink, profesora de los departamentos de psiquiatría y obstetricia, ginecología y ciencias de la reproducción de su facultad. "Es mucho más común detectar eso que la depresión prenatal, aunque en realidad sería más lógico empezar a detectar cuando las mujeres acuden a la consulta por primera vez durante el embarazo".

Tu historial de salud puede hacer más probable que sufras depresión durante el embarazo, así que conocer tu riesgo al entrar puede ayudarte a estar en alerta. ¿Lo más importante? Las rondas anteriores de depresión o ansiedad. "El factor de riesgo número uno para la depresión durante y después del embarazo son las mujeres que han tenido un episodio de estado de ánimo anteriormente", dice Bergink.

Los trastornos de la tiroides pueden aumentar las probabilidades, al igual que las enfermedades, la preeclampsia o la detección de anomalías en una ecografía. Entre los factores de riesgo no físicos se encuentran los problemas económicos, los antecedentes de traumas o abusos sexuales, una relación inestable o un embarazo no deseado.

Aunque darse cuenta de que se padece depresión puede ser un obstáculo, Bergink dice que una vez que se hace, es muy tratable. "Como todos los medicamentos atraviesan la placenta, preferimos buscar primero opciones no farmacológicas, como el ejercicio y los cambios de comportamiento a través de la psicoterapia", dice. Pero para los brotes más graves, los medicamentos como los antidepresivos pueden ser seguros.

También es clave para reconocer y superar la depresión: ser abierta y honesta sobre cómo te sientes. "Muchas mujeres se sienten culpables, especialmente durante el embarazo, porque creen que deberían sentirse felices", dice Bergink. Sin embargo, dice, la depresión no es algo que se elija tener, y no puedes culparte por tenerla. Cuantas más mujeres compartan sus luchas, menos se ocultará la depresión prenatal.

4 Preguntas

Bergink ofrece estas preguntas como forma de averiguar si usted o alguien que conoce puede estar deprimido durante el embarazo.

1. ¿Disfrutas de las cosas que normalmente te gustan? Si no encuentras la felicidad en tus placeres habituales, es un indicio de que algo no va bien.

¿Cómo está su estado de ánimo la mayoría de los días? Se llama depresión por una razón: sentirse decaído o "plano" es típico de la depresión.

¿Qué tipo de síntomas has tenido últimamente? El insomnio, la fatiga, la pérdida de apetito, los problemas de concentración, los dolores e incluso los ataques de llanto pueden aparecer tanto en el embarazo como en la depresión.

¿Te sientes deprimida? A menudo, la pregunta más sencilla es la más acertada.

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