De los archivos médicos
La crianza de los hijos no es un paseo, sobre todo en los días en que tu pequeño ángel, tenga 6 o 16 años, decide comportarse como un demonio.
Si se trata de la rabieta en la juguetería por el último videojuego, o la pelea diaria por los deberes de matemáticas, o la pelea por la comida en un restaurante el viernes por la noche, los padres tienen una opción: reaccionar de una manera que sólo empeorará las cosas cuando suene la campana para el segundo asalto, o responder como los padres tranquilos, fríos y serenos que vemos en programas de televisión como Nanny 911 - después de semanas de terapia en vivo y televisada.
¿Cuál es el secreto de su éxito, aparte de la humillación pública?
"En general, en cualquier caso, lo peor que puede hacer un padre para que el comportamiento de su hijo florezca es no establecer unas expectativas claras y no tener consecuencias para su comportamiento", dice Jenn Berman, doctora en psicología con consulta privada en Beverly Hills y especializada en terapia familiar.
Los expertos ofrecen consejos sobre los 10 principales errores de crianza que te ayudarán a criar a un niño bien educado... en lugar de un mocoso.
El juguete de la tele
Es sábado por la mañana, estás haciendo la colada, los niños están viendo sus dibujos animados matinales, y ocurre: Tu hijo mediano ve el juguete de sus sueños en la tele, empieza a suplicar y no cesa.
Respuesta de los mocosos: "Muchos niños ven cosas en la televisión -juegos, comida o muñecos- y entonces empiezan a dar la lata hasta que lo consiguen", dice Berman. "Si corres a la tienda a comprarle a tu hijo exactamente lo que quiere, entonces le has enseñado que regañar es una herramienta eficaz para salirse con la suya".
Una respuesta de ángeles: "Puedes decir: 'Es un juguete genial. Deja que averigüe cuánto cuesta y te ayudaré a ahorrar tu paga para comprarlo'", dice Berman. "Está enseñando a su hijo a trabajar para conseguir un objetivo, en lugar de ceder. Ayuda al niño a aprender sobre los objetivos, a ahorrar dinero, y es una buena respuesta tanto para los padres como para el niño."
Los sobornos
Vas a invitar a tu jefe a cenar el viernes por la noche, y aunque le has rogado a tu hermana que cuide a los niños esa noche, no ha habido suerte. Ha llegado el momento de empezar a sobornarlos para que se callen con unas zapatillas caras o el último bolso de Dolce & Gabbana?
Respuesta de los mocosos: "Los padres suelen intentar comprar el buen comportamiento de sus hijos con regalos caros", dice Berman. "Y luego dicen: 'No entiendo por qué no se comporta mejor. Le compro todo lo que quiere'". Estos regalos geniales pierden su significado y el niño se siente con derecho y se porta peor."
Respuesta para construir un ángel: "Permita al niño la oportunidad de ganarse lo que le regala, y establezca límites en torno a sus expectativas", dice Berman. "Dígales: 'Puedes conseguir un par de zapatos con esta cantidad de dinero'. Enséñales pronto a tomar decisiones".
La pijamada
Sus maletas están hechas y está lista para ir a la fiesta de pijamas, excepto por una cosa: se ha olvidado de pedirte permiso.
Comportamiento de mocoso: Aunque grite hasta la saciedad, si le dejas salirse con la suya una vez, lo volverá a hacer, y otra y otra vez. "Le has enseñado a tu hijo que gritando lo suficiente conseguirá lo que quiere, y ahora has creado tu propio infierno privado", dice Berman al médico.
Comportamiento de construcción de ángeles: "Como padre, siempre es considerado y útil hacerle saber a un niño lo que piensas, para que tu hijo sepa por qué no quieres que vaya a la pijamada, para que no parezca que no estás siendo razonable", dice Berman. "Pero si has compartido tu razonamiento y ella sigue gritando, tienes que mantenerte firme".
La división y la conquista
Has sido muy clara y le has dado un NO rotundo a tu hijo cuando te ha preguntado: "¿Puedo ir a la fiesta de cumpleaños, puh-por favor?". ¿Su táctica? Pedirle a papá.
Comportamiento de mocoso: "Cuando un niño recibe un 'no' de mamá y un 'sí' de papá, les enseña que pueden dividir y conquistar", dice Berman. "Aprenden que pueden dividir a sus padres y engañarlos, y si son lo suficientemente manipuladores, pueden conseguir lo que quieren".
Comportamiento de los ángeles: "Hazlo cumplir por adelantado", dice Berman. "Dile a un niño que si le preguntas a mamá y obtienes un 'no', y luego le preguntas a papá y obtienes un 'sí', el 'no' sigue en pie, y tu castigo por preguntarnos a los dos es xyz".
Los gritos en la tienda
Todos lo hemos visto: El niño que grita en la juguetería. Quiere el último videojuego y no se calla hasta tenerlo.
Respuesta del mocoso: "Si cedes, le enseñas a tu hijo que cuando se comporta como un mocoso puede conseguir lo que quiere", dice Dan Kindlon, autor de Too Much of a Good Thing: Raising Children of Character in an Indulgent Age. "Estás reforzando su comportamiento malcriado".
Respuesta de los ángeles: "Hay dos maneras de enfocarlo", dice Kindlon, que enseña psicología infantil en la Universidad de Harvard.
Primero, planificar con antelación, y segundo, planificar una respuesta.
"Haz un trato con ellos de antemano: vas a comprarles algo y sólo va a costar 5 dólares", dice Kindlon. "O diles: 'Voy a comprar para tu primo y esto no es para ti'. Dales una estructura de antemano para que no les pille desprevenidos. Luego, si siguen explotando en la tienda, ignóralos, di que no vas a escuchar más. Luego sal de la tienda y llévatelos contigo".
El viaje en coche
Tienes 300 millas por delante cuando tu hijo menor explota en una rabieta que rivaliza con la erupción del monte Vesubio.
Respuesta del mocoso: "Si te pones a gritar y a increparle, no va a servir de nada", dice Kindlon al médico. "Y un gran error que cometen la mayoría de los padres es darle al niño un ultimátum, como 'si sigues así no vas a ver la televisión cuando llegues a casa'".
Pero aunque su rabieta continúe hasta la saciedad, la tele sigue cuando la familia llega a casa porque el padre está vencido.
"Esto enseña al niño que la mejor manera de conseguir lo que quiere es comportarse como un mocoso", dice Kindlon.
La respuesta de los ángeles: "Planifica con antelación", dice Kindlon, "lleva bocadillos, juegos y cosas para mantenerlos entretenidos en el coche. Si eso no funciona, ayúdales a entender las consecuencias de su comportamiento". De nuevo, con el ultimátum, si usas uno, cúmplelo: 'Si no dejas de comportarte así, no podrás ver la tele cuando llegues a casa'".
La falta de respeto
Tu hijo te acaba de insultar, o te ha contestado, o te ha mostrado alguna falta de lo que a Aretha Franklin le gusta llamar R-E-S-P-E-C-T.
La respuesta de los mocosos: "Si te pones a su nivel y le respondes con el mismo lenguaje, estás modelando un mal comportamiento", dice Kindlon. "Les estás enseñando la forma incorrecta de enfrentarse a algo y a alguien cuando estás molesto".
Respuesta de construcción de ángeles: "Descontar a un niño cincuenta céntimos de su paga cuando utilice un tono de voz o una palabra inapropiada que no te guste", dice Kindlon. "Mantén la calma. Muestra un comportamiento maduro y dales consecuencias por su mal comportamiento".
El restaurante
Acabas de sentarte a cenar con tu marido y tus tres hijos en un restaurante de la zona cuando empiezan los exabruptos.
Comportamiento de los mocosos: "Lo que ocurre es que se habla de castigos y amenazas en el restaurante, como 'Voy a quitarte la cita para jugar el domingo' o 'Nada de televisión durante una semana'", dice el doctor Paul Donahue, director de Child Development Associates en Scarsdale, Nueva York. "Los castigos no funcionan tan bien como las recompensas, o las amenazas son vanas porque el niño sabe que el padre no le quitará la televisión".
Una respuesta de ángeles: "Antes de llegar al restaurante, dígale a su hijo lo que espera en términos de comportamiento", dice Donahue. "Si su comportamiento es bueno, éste es el privilegio que recibirá, ya sea el postre en el restaurante o que puedan ver una película cuando lleguen a casa".
Los niños deben entender que sus privilegios se basan en su comportamiento, explica Donahue.
"Aunque no estoy sugiriendo que sobornes a tus hijos o los lleves a Toys 'R' Us porque se sientan a la mesa, tienen que entender que las cosas que disfrutan son privilegios y que pueden tener esas cosas si se portan bien", dice Donahue. "Los niños tienen que entender que se espera un buen comportamiento, y que si se portan bien, las cosas buenas les llegarán".
La rutina de la mañana
Ya es bastante difícil para ti levantarte de la cama a las 6 de la mañana, y más aún sacar a tus dos hijos de la cama. Deberías dejarlos dormir hasta tarde, sólo por esta vez?
Respuesta de los mocosos: "A veces los niños bajan las escaleras por la mañana, ven la televisión, se ponen a desayunar, se visten, el proceso se retrasa, mamá o papá se frustran y se enfadan, y puede que lleguen al autobús, o puede que no", dice Donahue. Mejor aún, toda la rutina vuelve a empezar al día siguiente.
La respuesta de los ángeles: "Los niños no deberían bajar a ver la televisión o jugar a un videojuego a primera hora de la mañana", dice Donahue. "Es como decir que puedes tener esta experiencia divertida antes de vestirte, lavarte los dientes o hacer tu trabajo. Tienes que ocuparte primero de tus responsabilidades".
Los deberes
A medida que tu hijo se hace mayor y más sabio, su pila de deberes crece... al igual que la frustración que sientes al asegurarte de que lo hace todo.
La respuesta de los mocosos: "Queremos que a nuestros hijos les vaya bien en la escuela y, sin embargo, no tenemos claro que los deberes tienen prioridad sobre una cita para jugar o las actividades extraescolares", dice Donahue. "Así que los deberes se dejan para después de la cena, y entonces son rendimientos decrecientes: están cansados, y cada vez es más difícil conseguir que los hagan, y no tienen incentivos para hacerlos".
Respuesta de los ángeles: "Tiene que haber una estructura razonable para los deberes", dice Donahue. "Di a tus hijos: 'A las 3 de la tarde podéis jugar, pero a las 4 os sentáis a hacer los deberes'. En la mayoría de las familias es especialmente importante que los deberes se hagan antes de la cena. Establece la estructura para que, cuando sean mayores y tengan más actividades, sepan que todavía tienen que hacer los deberes antes de cenar."
Consejos para la crianza de los hijos
No importa el escenario, aquí hay consejos para lidiar con los escollos de la crianza:
Habla en serio. "Habla a tu hijo como si fueras en serio, y envía mensajes claros cuando te comuniques con tus hijos", dice Donahue.
Manténgase firme. "Lo más difícil es tener resistencia", dice Donahue. "Mantente firme, incluso cuando los niños se quejan y te presionan. Los niños saben que si no nos atenemos a lo que decimos, van a presionar y presionar. Hay que tener la resistencia, la fuerza y la energía para seguirles el ritmo".
Planificar con antelación. "Los padres tienen que hacer un mejor trabajo para ayudar a los niños a anticipar el comportamiento que se espera de ellos de antemano", dice Donahue al doctor. "Cuando estás en medio de una situación, estás ocupado y apurado y no piensas en ello, y entonces las cosas pueden salirse de control".
Cuídate. "Duerme más, haz ejercicio y cuídate", dice Donahue. "Ser padre es un trabajo extremadamente agotador".