Pitocin®: ¿Una forma segura de inducir el parto?

El embarazo puede ser emocionante y desafiante a la vez. Cuando llega el momento de dar a luz, hay que tener en cuenta muchas cosas. Es posible que tenga un plan de parto específico mientras el bebé tiene otro. Es normal que haya cierta incertidumbre en la sala de partos. 

El parto comienza con contracciones que dilatan (o ablandan) y abren el cuello uterino para preparar tu cuerpo para el nacimiento. Este proceso es el resultado de la liberación de hormonas en tu cuerpo. Si estás cerca de la fecha de parto o la has superado y todavía no te has puesto de parto por ti misma, este retraso puede suponer riesgos para tu salud. A veces, el médico puede sugerir el uso de medicamentos para estimular tus hormonas y acelerar el proceso. 

¿Qué es el Pitocin®?

Hacia el final del embarazo, una hormona llamada oxitocina estimula los músculos uterinos y provoca contracciones que inician el proceso de parto. El Pitocin® es una versión sintética de la oxitocina, y los médicos utilizan este medicamento intravenoso para inducir el parto. Este fármaco ayuda a imitar el trabajo de parto y el nacimiento naturales al provocar la contracción del útero. 

Razones para considerar el uso de Pitocin

La inducción del parto no siempre es necesaria. Su médico considerará muchos factores, incluyendo su salud general y la de su bebé. Su médico se fijará en el peso, el tamaño y la edad gestacional de su bebé, es decir, en qué fase del embarazo se encuentra. 

Las razones para inducir el parto incluyen: 

  • Retraso en el parto, o si estás dos semanas más allá de la fecha prevista para el parto

  • Rompe aguas, pero el parto no ha comenzado, lo que puede indicar una falta de líquido amniótico 

  • Infección uterina denominada corioamnionitis.

  • Trastornos de hipertensión arterial como la preeclampsia, la hipertensión crónica o la hipertensión de gestación 

  • Diabetes gestacional

  • Bajo peso al nacer

  • Desprendimiento de placenta, una condición en la que la placenta se ha desprendido del útero

  • Otras condiciones médicas como la obesidad o la enfermedad renal 

Riesgos cuando se utiliza Pitocin®.

Pitocin® imita las hormonas que ya existen en su cuerpo. El uso de este medicamento conlleva algunos riesgos:

  • Fracaso de la inducción, que ocurre el 25 por ciento de las veces.

  • Da lugar a una baja frecuencia cardíaca, que puede afectar al suministro de oxígeno del bebé 

  • Infecciones de las membranas 

  • Ruptura del útero

  • Sangrado excesivo después del parto 

Los problemas médicos pueden dar lugar a una cesárea de emergencia o, en casos raros, pueden requerir que un cirujano le extirpe el útero.

Pitocin®: ¿Es una forma segura de inducir el parto?

Es importante tener en cuenta la salud de usted y de su bebé. La Pitocina® es generalmente una forma segura de inducir el parto y tiene éxito el 75 por ciento de las veces. Sin embargo, hay algunas razones para ser precavidos.

Estrés adicional. El Pitocin® puede hacer que las contracciones uterinas sean más difíciles de manejar, lo que puede suponer un mayor estrés para el bebé. 

Administración y monitorización por vía intravenosa. Su médico le administrará la medicación por vía intravenosa. Requiere una monitorización continua del bebé, restringe tu capacidad de movimiento y podría aumentar las posibilidades de que necesites una cesárea. 

Posible uso excesivo. El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) recomienda a las mujeres y a sus médicos que evalúen los beneficios y los riesgos del Pitocin® antes de utilizarlo para inducir el parto. 

Inducir el parto, especialmente para las mujeres que dan a luz a su primer hijo, puede ser un proceso largo y difícil. 

Aspectos a tener en cuenta

La inducción del parto no es apropiada para todas las mujeres. Es importante discutir las opciones de parto con su médico durante su embarazo. El uso de Pitocin® puede no ser una opción si: 

  • La placenta está bloqueando su cuello uterino.

  • Tu bebé está en posición de nalgas (las nalgas primero) o transversal (de lado). 

  • Has tenido una cesárea o una cirugía uterina en el pasado. 

  • Tiene herpes genital y está experimentando un brote.

  • Tienes un prolapso del cordón umbilical, lo que significa que el cordón umbilical del bebé se ha desplazado hacia tu vagina. 

Si has tenido un parto por cesárea en el pasado y tu médico decide inducir el parto, probablemente evitará medicamentos específicos para reducir cualquier riesgo de rotura uterina. 

Si tanto la madre como el bebé están médicamente estables, lo mejor es irse a casa, descansar y volver a intentarlo en unos días o una semana. Las mujeres que no se pongan de parto en un plazo determinado pueden necesitar una cesárea. 

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