Si tienes un hijo o trabajas con niños, es probable que hayas hecho un tiempo muerto o dos. Sin embargo, ¿son las pausas una técnica disciplinaria eficaz o simplemente echan más leña al fuego del mal comportamiento de su hijo?
La respuesta es complicada. Para ciertos niños, los tiempos muertos son estupendos, pero para otros niños, los tiempos muertos pueden no funcionar del todo bien. Aprende más sobre los tiempos muertos y desarrolla tu propia estrategia de disciplina tras leer la siguiente guía.
¿Qué es un tiempo muerto?
Durante un tiempo muerto, enviarás al niño a su habitación, a un lugar tranquilo de la casa o a un asiento específico durante un breve período de tiempo (normalmente de uno a tres minutos).Los tiempos muertos pueden ser útiles para los niños pequeños, pero no funcionan bien para los bebés o los niños mayores.
Depende de los padres y cuidadores si utilizan o no el tiempo muerto como parte de su rutina de crianza. Si decides utilizar el tiempo muerto, debes saber que hay una forma correcta -y una forma incorrecta- de utilizar el tiempo muerto para los niños.
Beneficios e inconvenientes de los tiempos muertos
Decidir cómo disciplinar a su hijo puede ser difícil, y es probable que usted, su cónyuge o pareja, sus padres, hermanos y suegros tengan diferentes opiniones sobre lo que debe hacer. Ten en cuenta estas ventajas e inconvenientes antes de descartar esta estrategia.
Ventajas. Los tiempos muertos demuestran a tu hijo que cuando estableces un límite, lo cumples. Le enseñan a procesar sus sentimientos en un espacio seguro, y también le enseñan que es una buena idea tomarse un descanso si se siente enfadado o emocionado.
Inconvenientes. Los tiempos muertos no son una cura mágica para el mal comportamiento; de hecho, es posible que tu hijo empiece a portarse mal al principio sólo por el hecho de forzar tus límites. Además, los tiempos muertos pueden ser emocionalmente dolorosos para algunos niños que sienten que se les deja solos o que se les ignora cuando tienen grandes sentimientos.
Qué edad es demasiado mayor para un tiempo muerto?
Según muchos psicólogos y expertos en crianza, la regla de "un minuto por año de edad" funciona bien para los niños pequeños y los preescolares. Los bebés son demasiado jóvenes para entender el significado de un tiempo fuera, y no lo necesitan porque el "mal" comportamiento del bebé es en realidad el desarrollo de la comunicación.
Por lo general, los niños pequeños y los escolares más jóvenes (desde los dos hasta los ocho años) son los que más se benefician de los tiempos muertos. Los niños mayores responderán mejor a consecuencias más complejas, como quitarles un dispositivo electrónico o añadir más tareas a su horario. Los niños mayores de ocho años, así como los adolescentes, deben ser capaces de asumir la responsabilidad de su comportamiento, pero, a veces, esto puede incluir tomarse uno o dos minutos para calmarse en sus habitaciones.
¿Cuándo son inefectivos los tiempos muertos?
Los tiempos muertos son malos en general, o funcionan bien para algunos niños? Los tiempos muertos pueden ser una herramienta de crianza eficaz cuando se utilizan correctamente. Sin embargo, estos pequeños descansos no son eficaces para todos los niños y, a veces, pueden empeorar los problemas de comportamiento de tu hijo. Utiliza los tiempos muertos con precaución y ten en cuenta la personalidad, la edad y la capacidad de aprendizaje de tu hijo.
No utilice el tiempo muerto en los siguientes casos
Con un niño muy pequeño. Los niños menores de dos años, así como la mayoría de los niños pequeños, no tienen la capacidad de pensar lógicamente sobre su comportamiento. Utilice el tiempo fuera con cuidado con los niños pequeños. Se ven desbordados por grandes emociones muchas veces al día y pueden necesitar ayuda para expresar estos fuertes sentimientos con palabras.
Cuando un niño tiene una crisis. Los niños con autismo y otras diferencias de desarrollo pueden tener crisis relacionadas con la sobrecarga sensorial, lo cual no es un mal comportamiento. Utilizar un tiempo muerto para tratar este tipo de situaciones castigará al niño por algo que ya le cuesta. Si tu hijo es físicamente agresivo con los demás o se autolesiona cuando está molesto, habla con tu médico sobre qué hacer en esta situación.
Cuando simplemente necesita tiempo a solas. No le des a tu hijo un tiempo muerto si sólo necesitas un minuto lejos de él para ordenar tus pensamientos. Esto confundirá a su hijo. Intente decirle a su hijo que necesita un momento para respirar.
Cuando le das una advertencia pero no le das un tiempo muerto. Los tiempos muertos sólo funcionan cuando se cumplen. Si le da una advertencia pero luego se olvida de darle el tiempo fuera, los tiempos fuera serán menos efectivos y más confusos para el niño.
Cómo dar un tiempo muerto de forma correcta
No debes dar un tiempo muerto por cada pequeña cosa que haga tu hijo y que te moleste, pero es importante ser coherente con la disciplina y sólo utilizar esta táctica para los comportamientos que el niño sabe que están mal.
Utiliza estas reglas adicionales para guiar tu técnica de tiempo fuera:
Advierta al niño de que tendrá un tiempo fuera por su mal comportamiento. En primer lugar, asegúrese de que su hijo entiende las reglas. Cuando no escuche o desobedezca, adviértele una vez, y sólo una vez. Esto ayudará a que su hijo aprenda a escuchar y obedecer la primera vez que se lo pida.
Sigue la regla de "un minuto por año de edad". La mayoría de los expertos que avalan los tiempos muertos se ciñen a esta regla. Un niño de dos años debería tener dos minutos, uno de tres debería tener tres minutos, y así sucesivamente.
Reconectar con el niño para hablar de lo que ha pasado. Éste puede ser el paso más importante del tiempo muerto, porque muchos niños se sienten confundidos e incluso heridos cuando se les deja solos cuando están enfadados. Esta charla da claridad a tu hijo y os permite a ambos seguir adelante.
Si es posible, practica los tiempos muertos con tu hijo. El objetivo de los tiempos muertos es dar a tu hijo un lugar tranquilo para calmarse cuando se enfrenta a emociones fuertes. Otra opción es pasar un rato tranquilo con tu hijo en el que habléis de lo sucedido antes de volver a la situación. Este enfoque probablemente no funcionará si su hijo está gritando, discutiendo o desafiando antes de que se produzca el tiempo muerto. En esos casos, deje que su hijo se calme y tenga la conversación más tarde.
Todos los niños son únicos. Recuerde que, aunque el tiempo fuera puede funcionar bien con un niño, es posible que tenga que disciplinar a otro de forma diferente. Acude al pediatra de tu hijo para que te explique más estrategias para fomentar el buen comportamiento.