Pimientos rojos
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La vitamina A es el nombre de un grupo de sustancias llamadas retinoides. La mayoría de los estadounidenses obtienen la suficiente a través de su alimentación, pero las futuras mamás quizá quieran añadir una ración extra, porque ayuda al crecimiento del bebé. Los pimientos rojos son una fuente excelente: Media taza te da casi la mitad de lo que necesitas para un solo día.
Espinacas
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Hay dos tipos de vitamina A: la vitamina A preformada -procedente de la carne, las aves, el pescado y los lácteos- llega a tu cuerpo lista para ser utilizada.
El segundo tipo, la provitamina A, procede de ciertas frutas y verduras, como las espinacas. Tu cuerpo tiene que procesarla antes de que pueda funcionar.
Hígado de ternera
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Puede que no sea la comida que te apetece, pero está lleno de vitamina A, que da un gran impulso a tu sistema inmunitario: mantiene las células que te protegen contra las infecciones funcionando como deberían. También ayuda a fabricar los anticuerpos que combaten cualquier amenaza que supere otras defensas.
Patatas dulces
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He aquí una buena razón para cargar tu plato con estas versátiles verduras: Son una gran fuente de vitamina A. Un boniato al horno te aporta más de una vez y media la cantidad que necesitas al día.
Helado
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Qué suena mejor: una taza de helado o 14 raciones de atún? Aunque no lo creas, ambos tienen la misma cantidad de vitamina A (alrededor del 20% de lo que debes consumir cada día). Aun así, necesitarías más de 5 raciones de helado para igualar la vitamina A que obtienes en una sola batata al horno.
Pastel de calabaza
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La vitamina A ayuda a tu corazón, pulmones y riñones a hacer su trabajo. Así que si vas a tomar un postre, piensa en una porción de pastel de calabaza. Tiene mucho betacaroteno, un antioxidante que tu cuerpo convierte en vitamina A.
Zanahorias
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La vitamina A hace que tus ojos funcionen como deben. Las personas que no reciben suficiente -es un problema que se da sobre todo en África y el sudeste asiático- pueden sufrir ceguera nocturna. Por eso, no pierdas de vista las oportunidades de obtener tu dosis diaria. Sólo media taza de zanahorias crudas te dará la mitad de lo que necesitas en un día.
Suplementos
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Si te resulta difícil obtener toda la A que necesitas de los alimentos, puedes probar con los alimentos enriquecidos. Tienen una ración extra de la vitamina. Estos alimentos incluyen cereales, condimentos, azúcar y leche. También la encontrarás en suplementos. Habla con tu médico sobre la cantidad adecuada para ti.
