Sí. Debe planificar las visitas regulares al oftalmólogo cuando tenga diabetes. Un nivel elevado de azúcar en sangre puede provocar problemas como visión borrosa, cataratas, glaucoma y retinopatía. De hecho, la diabetes es la principal causa de ceguera en adultos de 20 a 74 años.
Visión borrosa
No compres unas gafas nuevas en cuanto notes que las cosas se ven borrosas. Podría ser sólo un pequeño problema causado por el alto nivel de azúcar en la sangre. Tu cristalino podría hincharse, lo que cambia tu capacidad de ver.
Para corregirlo, tienes que conseguir que tu nivel de azúcar en sangre vuelva a estar en el rango objetivo (70-130 miligramos por decilitro, o mg/dL, antes de las comidas, y menos de 180 mg/dL 1 o 2 horas después de una comida). Pueden pasar hasta 3 meses para que su visión vuelva a ser completamente normal.
Infórmele a su oftalmólogo. Ellos pueden informarle si esto es un síntoma de un problema más grave.
Cataratas
El cristalino natural interno de tu ojo permite ver y enfocar una imagen, como si fuera una cámara fotográfica. Cuando esa lente se nubla, como una ventana sucia o manchada, significa que se ha formado una catarata. Cualquiera puede tenerlas, pero las personas con diabetes tienden a tenerlas antes, y empeoran más rápidamente.
Cuando parte del cristalino está nublado, el ojo no puede enfocar como debería. No verás tan bien. Los síntomas incluyen visión borrosa y deslumbramiento.
Es necesario operar para eliminar las cataratas. El médico sustituye el cristalino nublado por uno artificial.
Glaucoma
Las personas con diabetes son más propensas a padecer glaucoma, que puede presentarse de varias formas o tipos.
La presión se acumula dentro del ojo cuando el líquido no puede drenar como debería. Esto puede dañar los nervios y los vasos sanguíneos, y provocar cambios en la visión.
Los medicamentos pueden tratar el glaucoma de ángulo abierto, la forma más común. Disminuyen la presión ocular, aceleran el drenaje y reducen la cantidad de líquido que produce el ojo. (Su médico lo llamará humor acuoso).
Este tipo de glaucoma puede no causar ningún síntoma hasta que esté más avanzado y tenga una pérdida de visión importante. Su médico puede detectarlo antes, durante un examen anual.
En el caso de las formas menos comunes de la enfermedad, podría notar:
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Dolores de cabeza
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Dolor de ojos o dolor en los ojos
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Visión borrosa
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Ojos llorosos
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Halos alrededor de las luces
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Pérdida de visión
El tratamiento puede incluir medicamentos y gotas oculares especiales. La cirugía y los tratamientos con láser pueden ayudar a reducir la presión ocular.
Si tienes diabetes, también tienes más probabilidades de padecer una enfermedad rara llamada glaucoma neovascular. Esto hace que crezcan nuevos vasos sanguíneos en el iris, la parte coloreada del ojo. Estos vasos bloquean el flujo normal de líquido y aumentan la presión ocular.
El tratamiento principal del glaucoma neovascular consiste en invertir la formación de nuevos vasos sanguíneos. Para ello, el médico puede utilizar un láser para reducir el número de vasos sanguíneos en la parte posterior del ojo, o puede utilizar una inyección anti-VEGF, al tiempo que utiliza otras medidas para reducir rápidamente la presión ocular.
Retinopatía diabética
La retina es un grupo de células situadas en la parte posterior del ojo que captan la luz. La convierten en imágenes que el nervio óptico envía al cerebro.
Los daños en los pequeños vasos sanguíneos de la retina provocan la retinopatía diabética. Está relacionada con los niveles elevados de azúcar en sangre. Si no se detecta y trata a tiempo, puede quedarse ciego. Cuanto más tiempo tenga la diabetes, más probabilidades tendrá de padecerla. Si mantienes tu nivel de azúcar en sangre bajo control, reduces las posibilidades.
Las personas con diabetes de tipo 1 rara vez desarrollan la enfermedad antes de la pubertad. En los adultos, es raro que aparezca, a menos que se tenga diabetes tipo 1 desde hace al menos 5 años. Si mantienes un control estricto de tu nivel de azúcar en sangre, ya sea con una bomba de insulina o con múltiples inyecciones diarias de insulina, tienes muchas menos probabilidades de padecer esta enfermedad.
Si tiene diabetes de tipo 2, es posible que tenga signos de problemas oculares cuando se le diagnostique. Controle su nivel de azúcar en sangre, su presión arterial y su colesterol para frenar o prevenir la enfermedad. Si fuma, intente dejar de hacerlo. Mejorará sus ojos y su salud en general.
Existen otros tipos de esta enfermedad:
Retinopatía de fondo. Sus vasos sanguíneos están dañados, pero aún puede ver bien. Puede empeorar si no controla bien su diabetes.
Maculopatía. Se produce cuando la diabetes afecta a la mácula. La mácula es la zona de la retina que proporciona la mejor visión necesaria para leer, conducir y otras actividades similares. La inflamación que se produce puede ser fácilmente reversible, o más grave y difícil de tratar.
Retinopatía proliferativa. Se produce cuando las células de la parte posterior del ojo no reciben suficiente oxígeno y empiezan a crecer nuevos vasos sanguíneos. Son frágiles, por lo que pueden sangrar y provocar un coágulo. Esto puede provocar cicatrices y separar la retina de la parte posterior del ojo. Si se desprende, puedes sufrir una pérdida de visión que no tiene solución. A veces, esta afección puede tratarse. La cirugía es una opción, al igual que un procedimiento con láser que quema los vasos sanguíneos. Puede evitar la ceguera hasta en la mitad de las personas con retinopatía temprana.
La necesidad de los exámenes oculares
Una revisión anual completa puede ayudar a detectar los problemas a tiempo, cuando son más fáciles de tratar. Eso podría salvar tu visión.
Si podrías quedarte embarazada en un futuro próximo, hazte una revisión ocular para evitar posibles problemas. Siga haciéndoselos también mientras esté embarazada.
Cuándo llamar al médico
Estos síntomas pueden señalar una emergencia:
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Puntos negros en la visión
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Destellos de luz
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"Agujeros" en la visión
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Visión borrosa