La base del tratamiento de la diabetes de tipo 1 es la terapia con insulina, pero las opciones de estilo de vida también son una parte crucial del tratamiento: opciones como lo que se introduce en el cuerpo, cómo se mueve y cuánto se descansa.
"Una dieta sana y equilibrada, y una rutina que incorpore regularmente la actividad física y deje tiempo para el sueño es aún más importante para una persona con diabetes tipo 1 que para cualquier otra", dice Soumya Adhikari, MD, profesor asociado de pediatría en UT Southwestern Medical Center y director médico de la Clínica de Endocrinología en Children's Health en Dallas.
"Prestar atención a estas cosas puede ayudar a minimizar las oscilaciones de los niveles de glucosa, además de aportar muchos otros beneficios para la salud".
Elija los alimentos adecuados... con ayuda
Saber qué comer y cuándo puede ser una de las partes más difíciles de la gestión del tipo 1. Si estás confundido, recurre a un profesional. "Un dietista registrado con experiencia en el trabajo con personas con tipo 1 es una gran fuente de ayuda", dice Adhikari.
Una vez que conozcas tus objetivos dietéticos, puedes utilizar otras herramientas para mantenerte en el camino. "Las aplicaciones con información nutricional sobre alimentos comunes pueden ser útiles cuando se come algo con lo que se está menos familiarizado y se necesita saber cuántos carbohidratos o cuántas proteínas o grasas tiene lo que se está comiendo", dice. Si quieres una regla general sencilla, empieza por esto: Llena la mitad de tu plato con verduras en cada comida.
Trabaja en una sesión de ejercicios
El ejercicio potencia la respuesta de tu cuerpo a la insulina y ayuda a evitar las oscilaciones de glucosa. Una buena guía: No pases más de 2 días sin hacer ejercicio. Con el visto bueno de su médico, intente realizar 150 minutos de actividad física a la semana. "Incluso una caminata rápida de 30 minutos después de una comida puede ayudar a mantener los niveles de glucosa bajos", dice Adhikari.
Vigilar atentamente la glucosa es la clave para que los entrenamientos sean seguros y satisfactorios. "Toma precauciones conociendo los síntomas de la hipoglucemia", dice Adhikari. Considera la posibilidad de llevar un monitor continuo de glucosa para ver cómo afecta el ejercicio a tus niveles de glucosa, y come algunos carbohidratos saludables, como una rebanada de pan integral o una manzana, antes del ejercicio si tus niveles de glucosa no superan un determinado umbral para minimizar el riesgo.
Reduzca su estrés
El estrés hace que los niveles de glucosa en la sangre aumenten, y no sólo mientras estás en el centro. "Se tiende a caer en una rutina en la que se hace menos ejercicio, se duerme menos, se come menos sano y, en general, se presta menos atención a cuidarse", dice Adhikari. "Todo esto puede convertirse en una bola de nieve que hace que el cuidado de la diabetes sea menos eficaz".
Recomienda algunas medidas sencillas para combatir el estrés: En primer lugar, haz que el sueño sea una prioridad para que tu cuerpo se restablezca diariamente. En segundo lugar, tómese tiempo para celebrar las victorias fáciles, como alcanzar su objetivo de pasos del día.
Y, sobre todo, céntrate en tu interior en lugar de en el exterior. "Resiste el impulso de compararte con los demás", dice Adhikari. "Tu situación, tus retos y tus prioridades son tuyas. Todo, desde la medicación que tomas, hasta el tipo de equipo y tecnología que utilizas para controlar tu diabetes, pasando por el plan de comidas que te propones, puede ser muy diferente al enfoque de otra persona, y eso está bien."
Lista de comprobación del chequeo
Lista de comprobación del chequeo
La doctora Soumya Adhikari le ayuda a elaborar temas de conversación para su próxima visita al consultorio.
1. Hacer una lista de temas.
Tener un plan para hablar de lo que es más importante para ti puede ser crucial para aprovechar al máximo el tiempo con tu médico.
2. Identifique sus prioridades.
Todos tenemos objetivos y retos diferentes. Su médico puede ayudarle mejor si entiende cuáles son sus preocupaciones.
3. Hable sobre el ejercicio.
Tu médico puede ayudarte con estrategias para mantenerte en el camino y evitar las bajadas de glucosa cuando haces ejercicio.
4. Hable de sus preferencias y cambios en la dieta.
Su médico puede aconsejarle sobre si un cambio es adecuado para usted en función de sus factores de riesgo y prioridades individuales.
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