Por Maureen Salamon
Los teléfonos móviles pueden facilitar la vida de muchas maneras. Pero tal vez le preocupe que el uso de un teléfono móvil pueda aumentar el riesgo de cáncer. Los científicos han estado estudiando esta cuestión desde que cada vez más personas empezaron a utilizar teléfonos móviles en la década de 1990.
En la actualidad, más de 300 millones de personas en Estados Unidos utilizan teléfonos móviles y más de 5.000 millones en todo el mundo. La gente hace más llamadas cada día y éstas duran más. Estas son algunas de las razones por las que la gente se preocupa de que los teléfonos móviles puedan ser malos para su salud.
Pero, ¿lo son realmente? Esto es lo que dicen algunos organismos expertos:
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La FDA dice que ni los resultados de las investigaciones ni las estadísticas de salud pública han demostrado claramente que el uso normal de los teléfonos móviles aumente el riesgo de cáncer.
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La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer dice que la radiación de los teléfonos móviles es "posiblemente" una sustancia cancerígena.
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El CDC dice que la ciencia no ha dado una respuesta definitiva y que se necesita más investigación.
La conclusión es que nadie puede decir con seguridad ahora mismo si existe una relación entre los teléfonos móviles y el cáncer. Décadas de estudios han dado resultados contradictorios. Y los científicos siguen estudiando la cuestión.
Pero si te preocupa, hay medidas que puedes tomar para reducir la radiación a la que te expones con tu teléfono móvil. Esa radiación es la que podría relacionar los teléfonos móviles con el cáncer.
Radiación de los teléfonos móviles
Los teléfonos celulares emiten pequeñas cantidades de un tipo de radiación llamada radiación de radiofrecuencia, u ondas de radio. Se llama radiación no ionizante, y es el mismo tipo que se encuentra en las ondas de radio FM y en los microondas.
Es diferente de la radiación ionizante, que proviene de cosas como los rayos X y la luz ultravioleta. Este tipo de radiación puede dañar químicamente el ADN y aumentar el riesgo de cáncer.
El tipo no ionizante de los teléfonos no tiene suficiente energía para dañar directamente el ADN de las células. Sin embargo, las partes del cuerpo cercanas a la antena del teléfono pueden absorber su radiación.
Dado que a menudo sostenemos nuestros teléfonos junto a la cabeza cuando hacemos llamadas, los científicos se han preguntado si esto podría provocar tumores en la zona del cerebro, el oído o el cuello.
Qué dice la investigación?
En los últimos años se han realizado muchos estudios sobre el uso del teléfono celular y el cáncer. Entre ellos se encuentran:
Estudio INTERPHONE. Investigadores de 13 países analizaron el uso del teléfono móvil en más de 5.000 personas que tenían tumores cerebrales y en un grupo similar sin tumores cerebrales. En general, no se encontró ninguna relación entre el riesgo de tumores cerebrales y:
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El uso del teléfono móvil
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Con qué frecuencia se hicieron las llamadas
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Tiempos de llamada más largos
Los investigadores sí encontraron un pequeño aumento del riesgo de un determinado tipo de tumor cerebral en el 10% de las personas que más usaban el móvil.
Análisis de 2019. Al examinar los resultados de múltiples estudios, los investigadores no encontraron ninguna sugerencia de que el uso del teléfono móvil condujera a un mayor riesgo de tumores del cerebro o de la glándula salival (en la mandíbula). Pero no estaban seguros de si el riesgo podía aumentar 15 o más años después. Tampoco estaban seguros de si los niños que utilizan teléfonos móviles podrían tener un mayor riesgo de padecer estos tumores más adelante.
Revisión de 50 años. Una revisión de 22 estudios realizados entre 1966 y 2016 sugirió que las personas que habían usado teléfonos celulares durante 10 años o más tenían un mayor riesgo de tumores cerebrales.
Investigación de tendencias de 2018. Investigadores australianos compararon el uso del teléfono celular con las tendencias de los tumores cerebrales durante tres períodos diferentes de una década. No encontraron ninguna relación entre los tumores cerebrales y los teléfonos celulares.
Por qué los estudios no siempre pueden dar respuestas
La investigación no puede decirnos todo lo que necesitamos saber. Muchos estudios tienen debilidades incorporadas que pueden afectar a la precisión de sus conclusiones. Entre ellos se encuentran:
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Los resultados de los estudios realizados en animales o células pueden no aplicarse a las personas.
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Es posible que las personas no hayan usado regularmente los teléfonos celulares el tiempo suficiente para saber si están relacionados con el cáncer.
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Otros hábitos, además del uso del teléfono celular, pueden afectar las tasas de cáncer, pero estos hábitos no fueron estudiados.
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Las personas no siempre recuerdan cuánto o cuánto tiempo han hecho algo, como usar el móvil. Esto puede hacer que los resultados de un estudio sean menos precisos.
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La tecnología de los teléfonos celulares sigue cambiando con el tiempo, lo que puede afectar los resultados del estudio.
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La mayoría de los estudios se realizan en adultos, lo que significa que sus resultados pueden no aplicarse a los niños.
Consejos para un uso más seguro del teléfono móvil
Si le preocupa que su teléfono móvil pueda aumentar el riesgo de cáncer, hay formas de reducir la cantidad de radiación a la que le expone. Estas incluyen:
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Limite el tiempo que pasa con el teléfono.
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Utiliza el altavoz, unos auriculares o un dispositivo de manos libres en lugar de llevar el teléfono a la cabeza.
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Envía mensajes de texto en lugar de llamar.
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Busque un teléfono móvil con un SAR, o índice de absorción específico, más bajo. Un valor SAR más bajo puede significar que el teléfono emite menos radiación. Puedes encontrar esta información en el manual de usuario de tu teléfono o en el sitio web del fabricante. Ten en cuenta que el SAR se basa en el funcionamiento del teléfono a su máxima potencia. Esto puede no reflejar el uso real del teléfono.